Arranca “corcholata” rumbo al 2024
¬ Augusto Corro martes 21, Jun 2022Punto por punto
Augusto Corro
Marcelo Ebrard arrancó su campaña electoral en busca la candidatura presidencial 2024, en una reunión efectuada el domingo en Guadalajara, Jalisco, al que asistió una larga lista de seguidores. Se trata, pues, de la primera “corcholata” que inició su labor de proselitismo rumbo a la contienda electoral.
A la fecha, son tres los aspirantes de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quienes están como principales “destapados” por el presidente López Obrador, para que le sucedan en el cargo. Ellos son: Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores (SRE); Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Una vez ungidos como representantes de Morena para la lucha electoral, Ebrard destapado hasta cinco veces por el mandatario tabasqueño (según dicho por el propio canciller) ya se considera, oficialmente, como uno de los precandidatos presidenciales, y por lo tanto, con derecho a iniciar su campaña política. Las otras dos “corcholatas”, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto, quizás no tarden en iniciar sus campañas.
Claro que el camino para los aspirantes presidenciales estará lleno de obstáculos. Primero, conocer cuáles son sus resultados positivos que ofrecen tras varios años en sus cargos de funcionarios públicos. ¿O fue el “dedazo” del líder moral de Morena el que decidió quienes podrían participar en la competencia electoral?, como ocurría cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) decidía el futuro del país.
Sólo bastaba con que el Presidente de la República destapara a su sucesor para que la “cargada” irrumpiera en el escenario político, para apoyar la decisión del jefe supremo que difícilmente cambiaba su idea. Los priistas demostraban su poder con sus tres sectores popular, obrero y campesino, con manifestaciones de apoyo en todo el territorio nacional. Generalmente, se trataba de precandidatos desconocidos, pero como ya estaba decidido quien sería el Presidente de México toda la campaña se convertía en una simulación.
Así, fue la época dorada del PRI que soltó el poder en el año 2000, cuando el panista improvisado Vicente Fox echó de Los Pinos a los tricolores. En el Revolucionario Institucional no dejó de practicarse “el dedazo” como forma tradicional para designar precandidato. Con el presidente Enrique Peña Nieto ocurrió lo mismo. Ya en franca decadencia, el mandatario mexiquense optó porque José Antonio Meade fuera el elegido como abanderado priista para las elecciones del 2018. Esa decisión personal no funcionó y perdió.
“El dedazo” perdió su fuerza. Los tricolores fueron derrotados por tercera vez, con signos que anunciaban la necesidad de buscar métodos que lo colocaran en la posición en la que estuvo más de setenta años. El llamado “destape” ya no le funcionó en el presente. Sin embargo, en Morena se utiliza como una operación de la política moderna con la inclusión de las encuestadoras que dirán, finalmente, quién será el ganador. O sea que los tres destapados oficialmente, después de sus encendidas campañas tendrán que someterse a las encuestas que digan quién es el triunfador.
El obradorismo no trae, pues, ningún cambio en la democracia que sea digno de aplauso. No solamente se trata de un sólo destape, sino hasta tres los anunciados y promovidos por el jefe moral morenista; López Obrador. Sin darle vueltas al asunto, entre los mencionados: Claudia, Marcelo y Adán Augusto está el ganador, el impuesto. Nada nuevo. Veremos de qué dimensión es la respuesta de la aceptación de los “corcholatazos” por parte de la militancia partidista, porque no se debe olvidar que hicieron a un lado al líder del senado, Ricardo Monreal.
El senador morenista ya advirtió que su nombre aparecerá en la boleta de la elección presidencial en 2024. Como se sabe, Monreal ya participó en una lucha contra Claudia Sheinbaum por el gobierno de la Ciudad de México, en la que resultó derrotado el zacatecano. En aquella situación hasta amenazó con irse de Morena. ¿Esta vez ocurrirá lo mismo? ¿O se disciplinará? Todo mundo sabe que Claudia Sheinbaum es la preferida de López Obrador para que le suceda en el cargo de Presidente.
En tanto, la democracia a la mexicana continúa con el estilo priista con sus destapes y toda la liturgia del “dedazo” que le brindó excelentes resultados. Esas prácticas obsoletas son las que se aplican en Morena. Marcelo Ebrard sabe muy bien de que va el asunto y arrancó su campaña política rumbo al 2024 el domingo pasado, en Guadalajara, Jalisco.
¿Usted qué opina amable lector?