“Almacenados” es el ciclo de la vida representado en una bodega vacía
Espectáculos viernes 17, Jun 2022
Escrita por el dramaturgo catalán David Desola
- Celebran séptima temporada tras 10 años de éxito en los escenarios mexicanos
- Una comedia crítica ante la precariedad, la incertidumbre, la sumisión y la falta de sentido en el entorno laboral
Como una crítica al esquizofrénico ritmo del capitalismo, llega “Almacenados”, una obra del multipremiado dramaturgo catalán David Desola, en la que cuestiona la forma tan brutal en la que los seres humanos son convertidos en productos desechables que, a pesar de entregar su vida a la producción, son lanzados al olvido cuando no son suficientemente funcionales para los objetivos de un sistema opresivo.
La obra se encuentra por concluir su temporada en el Teatro Helénico, donde ofrecerá sus ultimas funciones los dos fines de semana que restan de junio, los sábados a las 19:00 horas y los domingos a las 18:00 horas.
La puesta en escena es protagonizada por los hermanos Fernando y Sergio Bonilla, por lo que el primero de ellos platicó en entrevista para DIARIO IMAGEN “Se van a encontrar con un almacén vacío, que es el punto de partida para esta historia, es una obra escrita por un fantástico dramaturgo catalán, que si bien, se escribió hace muchos años y la estrenamos en México también hace casi 10 años. No ha perdido su vigencia, se ha venido refrescando lo cual es una virtud de los grandes éxitos, despertar nuevos significados, nuevas lecturas de nuestra realidad”.
Originalmente actuaban en esta obra Héctor Bonilla y su hijo Sergio, mientras que Fernando se dedicaba a la dirección del montaje, pero ahora se ha unido al elenco en lugar de su padre “ahora somos mi hermano y yo; fue una decisión de emergencia, inicialmente, íbamos a estrenar temporada el año pasado y una semana antes mi padre se resintió de una lesión, tuvo que estar en silla por un tiempo. En ese momento hubo que tomar decisiones intempestivas, cancelar la temporada o resolver de alguna manera, de modo que me involucre del todo, y así llegue a hacer este personaje. Funcionó, al público le gustó y a nosotros también”.
Sobre su personaje, el señor Lino, Fernando platicó “es un hombre que ha trabajado durante 30 años en un almacén, sufre artrosis y por esa enfermedad lo van a jubilar, recibe como ultima misión el encargo de capacitar a su reemplazo y ese es Nin, un joven que con el paso de los días descubre que éste viejo, se sufraga de no haber faltado nunca, de ser siempre puntal, de estar al pie del cañón, pero en un almacén al que no ha llegado nunca nada, es un almacén vacío. Nos presenta esta paradoja en el sentido del trabajo y de la vida, un cuestionamiento de esta falsa libertad que nos plantea el modelo económico, en que podemos decidir entre ser explotados o morir de hambre”.
UNA OBRA CON UN TONO HUMORÍSTICO FINO
En ese marco, la mayor virtud de la obra, dijo “es que nos plantea este universo sombrío complejo y sórdido desde un tono humorístico y fino, es una comedia donde la gente disfruta mucho. El teatro se nutre de la humanidad de sus interpretes, cuando tienes un texto tan poderoso, no deja nunca de enriquecerte”.
Y afirmó “el conocimiento que pude adquirir fue adaptar el texto como director y ahora interpretarlo como actor. Siempre cualquier personaje lo construyes desde donde eres o desde lo que no eres. Ha sido revelador, nos habla del ciclo de la vida, entonces está plagado de simbolismos, para mí es edificante, es un papel que hizo mi padre y eso añade otro nivel”.
En cuanto al mensaje, concluye que “Todos los días nos debe hacer ruido en la cabeza ¿cual es el sentido de la existencia? ¿cuáles son nuestros propósitos? ¿para qué hacemos lo que hacemos?, ¿para qué nos desplazamos a trabajar tantas horas? ¿Para ganar dinero? ¿para vivir en donde vivimos y dormir? ¿para descansar y después regresar al trabajo?, ¿para que chingados hacemos todo eso? Hay gente que va a ver la obra y se ríe, nada más, se divierten, pero hay otros que se clavan mucho en la textura, hay de todo”.
La compañía “Puño de tierra” a cargo de esta puesta en escena celebra 10 años de existencia y está por concluir su temporada en el Teatro Helénico, donde ofrecerá sus ultimas funciones los días sábados a las 19:00 horas y los domingos a las 18:00 horas, únicamente los fines de semana que le restan al mes de julio, es decir, los días 18, 19, 25 y 26 de junio.
El costo del boleto es de $260. Las entradas pueden adquirirse en la taquilla del Centro Cultural Helénico, ubicado en Av. Revolución 1500, o en la página: helenico.gob.mx.
Después de veintinueve años de trabajar en un almacén, el señor Lino (Fernando Bonilla) está por jubilarse. Nin (Sergio Bonilla), un joven sin experiencia, ocupará su lugar. Durante cinco días, Lino capacitará a Nin en un almacén. Allí, donde aparentemente nunca pasa nada, la desesperación provocada por lo que parece una espera eterna, el abismo generacional entre un hombre a punto de jubilarse y un joven arrinconado por la falta de horizonte, así como el peso de una silenciosa mentira, crearán entre ambos un vínculo especial: la conciencia compartida de los vencidos.