El PRI y su futuro incierto
¬ Augusto Corro jueves 16, Jun 2022Punto por punto
Augusto Corro
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) confirmó que sigue sin brújula después de la cadena de derrotas políticas.
Esa organización política se encuentra en un laberinto. Su líder, Alejandro Moreno Cárdenas, se aferra al poder. Declaró que no renunciará a la dirigencia.
El Revolucionario Institucional cayó en desgracia tras la derrota en las elecciones presidenciales de 2018.
Desde esa ocasión, los electores le dieron la espalda: unos cuantos legisladores lo representan en el Congreso; igual ocurre en los gobiernos de los estados.
Quizás la tragedia del otrora “partidazo” empezó a fraguarse en sexenios anteriores.
Con los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, el PRI alcanzó a sobrevivir y recuperó la presidencia de la República.
Llegó Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y el partido tricolor va rumbo al abismo.
Fueron un sinnúmero de factores que influyeron para llevar al tricolor a la situación deplorable en la que se encuentra. Por ejemplo, la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) sembró la confusión y la duda en la militancia priista.
Juntar a dos o más partidos políticos de ideas y principios diferentes solo habla de la desesperación que provoca en las dirigencias la falta de rumbo. Ese es el caso de “Va por México”, la alianza partidista en la que participan los citados institutos políticos, más el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
A los tres partidos, de acuerdo con sus metas, lo único que les interesa es detener el proyecto obradorista de la Cuarta Transformación.
Esas organizaciones luchan, principalmente, por el poder. Solo que sus dirigentes ya mostraron su incapacidad para resucitarlos.
Salvo el PAN, el PRI y el PRD van rumbo al abismo. Así lo demostraron una vez efectuadas las elecciones estatales el 5 de junio.
Desde cualquier ángulo que se observe el escenario político, el PRI es el partido que se encuentra en un callejón sin salida, con dos contiendas electorales en su agenda.
Nos referimos a las elecciones estatales en el Estado de México (Edomex) y las presidenciales en 2024.
Claro, también se votará por nuevo gobernador en Coahuila, pero ese hecho no tiene tanta relevancia. Sí es de gran importancia para el PRI ganar el Edomex, entidad considerada como baluarte tricolor, pues no ha conocido gobernador de otro partido.
También representa un estado con el mayor número de electores, con una importante ubicación geográfica cercana a la Ciudad de México. El gobierno del Edomex es de lo poco que queda del poderoso partido tricolor. Es algo parecido a un símbolo.
Si en 2023 se pierde esa plaza, los priistas se quedarán en la orfandad total. Morena no quiere sorpresas y desde el domingo arrancó su campaña electoral para ganar el Edomex y la candidatura presidencial del 2024.
Los morenistas efectuaron un mitin al que calificaron como reunión de unidad en la que participaron los tres precandidatos más visibles en busca de la silla presidencial.
También estuvieron los presuntos candidatos morenistas que van tras la gubernatura.
El movimiento es intenso en la esfera política. La alianza Va por México no alcanza a crecer.
Los dirigentes de los partidos opositores no encuentran la manera de frenar el avance de Morena.
Entre los problemas que afectan a los partidos políticos están la autoridad moral de sus líderes.
Tal es el caso de Alejandro Moreno Cárdenas (a) “Alito”, que se encuentra en el ojo de la tormenta debido a las acusaciones en su contra por delitos de corrupción.
La situación que priva en el PRI y concretamente el golpeteo constante a su líder, provocó preocupación a exdirigentes del partido.
Todos ellos, con la presencia de “Alito”, coincidieron en que el dirigente debía renunciar al cargo, no sólo por los escándalos, sino también por su pobre desempeño político.
El presidente del PRI, de lo que queda, no se inmutó y respondió que no renunciará al cargo que terminará en agosto de 2023.
Los adversarios de “Alito” ya dijeron que el campechano buscará reelegirse en el cargo y de ahí buscar la candidatura presidencial priista.
Sin duda, el PRI vive un futuro incierto.
¿Usted qué opina amable lector?