AMLO ofreció desaparecer a las fuerzas armadas; ahora les encarga más tareas
Miguel Ángel Rivera lunes 13, Jun 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Dicen que es de sabios cambiar de opinión y de aceptarse esta sentencia, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador debe quedar dentro los que saben rectificar.
Lo que no se puede asegurar es si el cambio de opinión fue atinado y si ocurrió a tiempo o demasiado tarde.
Nos referimos a la opinión que tiene el presidente López Obrador respecto de las fuerzas armadas y la función que deben desempeñar en la evolución de nuestro país y en particular como parte de la consolidación de la llamada Cuarta Transformación que tanto han pregonado el primer mandatario y sus incondicionales.
Este tema merece un rápido repaso acerca de cómo ha cambiado la opinión de Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial y del ahora presidente de la República y prácticamente único con capacidad de decidir acerca del futuro de nuestra nación.
Vamos a los hechos y a los dichos.
Ayer, durante una más de las giras que realiza para supervisar el avance de las obras de uno de los proyectos estelares de su administración, el Tren Maya, el jefe del Ejecutivo federal manifestó que los proyectos prioritarios de su gobierno, como el corredor interoceánico, el Tren Maya y los nuevos aeropuertos serán administrados por las fuerzas armadas para “defenderlos de los zopilotes” y evitar que en un futuro se privaticen.
En el poblado de Tinum, Yucatán, López Obrador supervisó los avances de Tramo 4 Izamal-Cancún Tren Maya y allí aprovechó “tocó madera” (en realidad, plástico, dicen los testigos) para precisar que su objetivo es que las inversiones públicas no sean tomadas por empresas particulares como ocurría en el pasado.
”No queremos privatizaciones y quién puede cuidar todo este patrimonio de los mexicanos, a quien se le puede confiar para que defienda estos puertos, defienda el ferrocarril, en este caso a los marinos de México les vamos a dejar esta empresa”, dijo López Obrador.
Agregó que, así como el Tren Maya, los aeropuertos de Tulum, Palenque, Chetumal y el Felipe Ángeles, “no vamos a estar nosotros trabajando, invirtiendo para que luego vengan los zopilotes a quedarse lo que es del pueblo de México. Eso ya se acabó, ya no queremos política neoliberal o neoporfirista, lo de México es de los mexicanos”, dijo.
López Obrador aseguró también que están garantizados los recursos para terminar la modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, así como para terminar las vías del ferrocarril que los conectan.
El mandatario volvió a ofrecer que esa obra se va a inaugurar este año con trenes de carga como para y de pasajeros, además de que se va a comenzar a reparar, aunque sea por etapas, la vía de Ixtepec a Ciudad Hidalgo en la frontera con Guatemala.
“También ya tenemos los recursos públicos para modernizar todo lo que es el ferrocarril de Coatzacoalcos a Palenque y ahí ya en Palenque va a entroncar este ferrocarril, se va a comunicar con el Tren Maya, o sea, en el caso de carga y de pasajeros, en el caso de carga desde la Ciudad de México, desde el norte hasta Cancún y pasajeros Salina Cruz, Coatzacoalcos, Palenque, Cancún por el Tren Maya, eso lo vamos a inaugurar a finales del año próximo va a estar terminado el Tren Maya, aseguró.
Además confirmó que sólo para Salina Cruz se prevé una inversión de 120 mil millones de pesos, que se invertirán en la construcción de una coquizadora con recursos públicos y una planta de licuefacción de inversión privada. Esto, además de que se tiene la intención de instalar otra en Coatzacoalcos.
“Por eso aunque no les guste a los conservadores vamos nosotros a fortalecer la Comisión Federal y a Pemex dos empresas fundamentales para el desarrollo de México, el desarrollo independiente de nuestro país», ofreció el primer mandatario.
El ejército no sólo iba regresar a sus
cuarteles, estaba en vías de desaparecer
Obras e inversiones aparte, lo notable en este caso es que, de nueva cuenta, el presidente de México asigna a las fuerzas armadas la función de garantes de que las obras públicas no serán privatizadas. Una situación radicalmente distinta a la planteada antes por Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial y como presidente de la República con poco tiempo de haber asumido el poder.
Por ejemplo, en febrero de 2012, cuando por segunda ocasión intentaba conquistar la Presidencia de la República, el entonces precandidato de la “izquierda” (entonces PRD y aliados) se comprometió a regresar al Ejército a sus cuarteles en 6 meses, si gana la elección federal del siguiente 1 de julio.
Ya se sabe que en esa oportunidad el político tabasqueño fue superado por el candidato del PRI y sus aliados, Enrique Peña Nieto.
Por eso no se vio comprometido a cumplir ninguna promesa, como lo hizo en esa ocasión a través de las antes “benditas” redes sociales.
“No debe seguir exponiéndose al Ejército, ni socavarlo; regresarlo en la medida que se va profesionalizando la policía y eso nos llevará seis meses, en tanto la nueva policía federal sea la que se haga cargo de garantizar la seguridad”, dijo en esa ocasión López Obrador.
El entonces por segunda ocasión aspirante a Jefe del Ejecutivo insistió en que la inseguridad no debe combatirse sólo con medidas coercitivas, sino también con programas que ayuden a reestablecer el tejido social y alejen a la gente de la delincuencia organizada.
Detalló, por ejemplo, que para combatir a la delincuencia, en primera instancia se debe garantizar empleo, bienestar y atención a los jóvenes y, como ejemplo, mencionó los programas sociales que instaló en el Distrito Federal, cuando fue Jefe de Gobierno.
A distancia, se puede apreciar que empezaba a consolidar su programa de seguridad pública con base en “abrazos, no balazos”, el cual ha mantenido hasta la fecha.
Lo que sí no ha cumplido es la oferta de regresar al ejército a sus cuarteles y dejar a la policía la responsabilidad de la seguridad pública ni, mucho menos, desaparecer a las fuerzas armadas.
Ya como presidente, en julio de 2019, el mismo López Obrador se “levantó la vara”, ya que no sólo se comprometió a regresar al ejército a sus cuarteles, sino que de plano planteó la posibilidad de desaparecer las fuerzas armadas.
Esas ideas quedaron plasmadas, entre otros espacios informativos, en una entrevista con su apreciado diario La Jornada.
En esa oportunidad declaró que, si por él fuera, “desaparecería al Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional (GN), a la par que establecería que México es un país pacifista que en caso de defender su territorio recurriría a sus ciudadanos.
“Si por mí fuera, yo desaparecería al Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional, declararía que México es un país pacifista que no necesita Ejército y que la defensa de la nación, en el caso de que fuese necesaria, la haríamos todos. Que el Ejército y la Marina se convertirían en Guardia Nacional para garantizar la seguridad”.
La entrevista se dio a conocer un día después de que el mandatario federal encabezó el banderazo de salida a la Guardia Nacional, creada a partir de una reforma legal que fue duramente criticada por la oposición, por considerar que, al contrario de las promesas del candidato presidencial, el presidente López Obrador había elegido la ruta de la militarización del país.
En la referida entrevista, el jefe de Ejecutivo federal reconoció que el planteamiento de desaparecer al Ejército es algo que no puede hacer porque hay “resistencias”.
“Una cosa es lo deseable y otra, lo posible. El paso que dimos fue importante porque la situación era increíble: tenemos 230 mil elementos en el Ejército, 65 mil en la Marina y podían estar asaltando frente a un cuartel y (los militares) no podían meterse porque no lo permitía la Constitución”, dijo.
López Obrador también señaló que, si fuera necesario, el Ejército podría pedir perdón por las posibles violaciones a Derechos Humanos cometidos en el pasado, o podría hacerlo él “como representante del Estado y comandante supremo”.
“Pero hoy son circunstancias distintas. Había órdenes de hacer todo eso”, aseguró.
Como se ha vuelto costumbre, el entonces todavía novel presidente de la República responsabilizó de los problemas, en este caso la inseguridad, a los gobiernos anteriores, “porque la seguridad se descuidó mucho en los últimos tiempos, sobre todo el año pasado. Soltaron todo, se descuidaron y en una de esas hasta lo promovieron desde el gobierno”.