Las bravuconerías de la 4T
¬ Luis Ángel García lunes 13, Jun 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Envalentonados por los triunfos en cuatro de los seis estados donde hubo elecciones para gobernadores, los partidarios de la 4T se aprestaron para mostrar músculo en el Teatro Morelos de Toluca, la capital del Estado de México y hoy la única joya de la corona priista, donde el mítico grupo Atlacomulco ve languidecer su poderío.
Un anodino gerente o administrador de Morena, sin dotes de dirigente, ha dado grandes dividendos al partido en el poder y avanza territorialmente la ola guinda, al tener el control de 20 gubernaturas y gobernar a más de la mitad de los mexicanos. Sin embargo, no son los dotes de líder político de su dirigente como ha logrado posicionarse la 4T. Es la marca del Presidente lo que ha permitido el avance de los candidatos morenistas. Aun sin aparecer en las boletas, la imagen del tabasqueño cautiva a los electores menos reflexivos y mantiene, sin los números de 2018, el voto duro de viejitos y ninis, favorecidos con el dinero de los programas asistenciales que se usan con fines electorales. No son las habilidades de orador ni de disuasión política del gerente de Morena lo que posibilita la consolidación de su movimiento. Hay que recordar que, en más de una ocasión, sus propios militantes lo han agredido física y verbalmente en eventos partidistas.
Así que desde ahora vaticinan su triunfo en los comicios del año entrante en el Edomex y en Coahuila, últimos bastiones del priismo. Pero no necesariamente, por bravucones podrán vencer al tricolor. En las elecciones locales en Coahuila arrasó el PRI y el actual gobernador que parece no ha sido subyugado por el presidente, puede no atender el canto de las sirenas y renunciar a un exilio dorado que garantiza una embajada, como premio a su potencial traición. Además, el ex mandatario y legislador Rubén Moreira está todavía dolido por la derrota de su esposa en Hidalgo y querrá tomar venganza. Ricardo Mejía, precandidato de Morena, no tiene arraigo y se ha valido de su cargo en la SSPC para promoverse en el estado, en detrimento de la delicada tarea que debiera ocuparlo de tiempo completo.
Tampoco Alfredo Del Mazo parece tener un pasado oscuro con el que quieran chantajearlo los de la 4T. Además, promueve a sus -en el nuevo argot sucesorio-, “corcholatas”, al menos dos mujeres, como verdaderas aspirantes a relevarlo y no como comparsa de un virtual ganador opositor. La secretaria de Educación Pública no llegó hace seis años y tampoco ahora ha crecido lo suficiente desde su posición, donde ha tenido un gris desempeño, además de tener en su contra los señalamientos de delitos electorales de tipo penal, de los que se ha librado gracias a la complicidad y protección desde Palacio Nacional.
No será fácil para la 4T apoderarse de esas gubernaturas, a pesar del evidente apoyo que instrumentará el primer mandatario para que la estructura gubernamental se vuelque sobre esas dos entidades. Siempre se ha dicho que las elecciones en el Edomex son el laboratorio de las presidenciales y por ello el doble interés de todos los actores políticos para ganar en 2023.
Es la última llamada para el priismo nacional, no pueden darse el lujo de perder esas posiciones. Un candidato aliancista tiene todas las posibilidades de ganar, ya que el voto duro de los morenos y sus partidos bisagras o satélites no les garantiza el triunfo. El gobierno federal tendrá que hacer una operación política quirúrgica o recurrir al descarado fraude si quiere llevarse la joya de la corona. Esperemos que el actual gobernador no sea igual de esquirol que sus pares en Oaxaca o Hidalgo.