Asombroso: nadie resultó derrotado en las elecciones del pasado domingo
Miguel Ángel Rivera jueves 9, Jun 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Luego de escuchar el debate de ayer en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, se llega necesariamente a la conclusión de que en las elecciones del domingo pasado ¡nadie perdió!
También resulta que los dos bandos, tanto el gobierno federal y sus aliados como los partidos de oposición, son cómplices del narcotráfico, lo cual, de ser cierto, lleva a concluir que la única y auténtica vencedora en todas las elecciones es la delincuencia.
Los abanderados de Morena y rémoras presumieron sus cuatro triunfos en Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, los dos primeros gobernados por el PRI y los dos restantes por el PAN.
Los oradores de la oposición utilizaron como recurso desacreditar el grito triunfal de Morena, antes de las votaciones, de que ganarían seis de seis, pero como no lo lograron a pesar del respaldo del sistema burocrático de la llamada Cuarta Transformación, se les tacha de “derrotados”.
En la polémica en torno a los comicios, tanto los representantes de los partidos de oposición como los de Morena y sus rémoras, no sólo se declararon vencedores, sino que se culparon mutuamente del avance de la delincuencia en gran parte del territorio nacional.
Como es costumbre, hubo gritos e insultos, pero también sorprendió un inusual reconocimiento de Morena a un senador del PAN, Damián Zepeda, a pesar de estar ausente.
El elogio fue porque, en declaraciones a la prensa —en particular la versión recogida por el portal dossierpolítico— Zepeda se manifestó en contra del optimismo en su partido por los resultados de las mencionadas elecciones.
El referido senador, al contrario de lo que sostuvieron en la Permanente sus compañeros del PAN, señaló que “la oposición debe ser sincera consigo misma y entender que las elecciones del 5 de junio no fueron buenos resultados y, verlos como una victoria, sería un ‘“autoengaño”.
Fue una lección muy dura, con resultados negativos y desastrosos para el Partido Acción Nacional (PAN), en síntesis: un fracaso, dijo Zepeda, quien añadió:
“Me parece fuera de lugar el autoengaño que se está queriendo plantear de parte de la dirigencia nacional, diciendo que tuvimos un resultado positivo, que fue una jornada ganadora y un triunfo, cuando es evidente que los resultados fueron muy negativos”.
Los “satélites” le dan fuerza a Morena
En esta sesión de la Permanente se volvió a manifestar la necesidad de actualizar las normas que rigen la actividad de las Cámaras y la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, sobre todo para evitar que las bancadas recurran a artimañas para ganar más tiempo en tribuna o para tomar ventaja en el reparto de posiciones.
Las deficiencias de la Ley Orgánica y el Reglamento se apreciaron desde la integración misma de la actual Comisión Permanente, pues con el voto de Morena y sus satélites del PVEM y PT, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados determinó ayer que los grupos parlamentarios de Movimiento Ciudadano (MC) y el PRD no tuvieran representantes en la Permanente.
Por el contrario, para que el satélite PT tuviera más espacios, tres legisladores de Morena se incorporaron de última hora al grupo parlamentario petista. Con esa estratagema, la fuerza política que dirige Alberto Anaya logró colocar a dos de los suyos en la Comisión Permanente.
El PRD también quedó excluido de la representación del Senado y, en cambio, se le dio lugar a otra de las rémoras de Morena, el PES, que ya perdió su registro y sólo tiene cuatro senadoras, con lo cual se supone que puede integrar un grupo parlamentario, pues se necesita un mínimo de cinco miembros.
Tener tantos representantes beneficia indudablemente a Morena, como se comprobó ayer en la Permanente, donde además de los espacios que le correspondían por ser la fuerza mayoritaria, el partido oficial se benefició de los tiempos que correspondían a sus satélites o rémoras.
En este sentido, se distinguió el mercenario Gerardo Fernández Noroña, ex dirigente de los deudores de la banca y oficialmente miembro de la bancada del PT.
Aunque se trata de un “externo”, Fernández Noroña —quien, de paso, se manifestó orgulloso de su sobrenombre “changoleón, que le impuso la ex “morena” Lilly Téllez— aprovechó los tiempos que sumó Morena porque se les cedieron el propio PT y el PES. Además, con supuestas preguntas a modo y con protestas porque no se respeta el reglamento, el abanderado de la llamada Cuarta Transformación mantuvo el control del micrófono, tolerado por la presidenta del Senado y de la Permanente, la ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien intentó ser imparcial al conceder también libertades a la oposición, por lo cual generó protestas, sobre todo de sus propios correligionarios.
Las preguntas a modo, formuladas por compañeros del orador, se ha convertido en una artimaña generalizada, pues así le permiten ampliar casi indefinidamente su tiempo en tribuna.
Así, Morena tiene sus tiempos como mayoría, a los cuales les aumenta el derivado de las “preguntas” y, además, maneja a su antojo los tiempos de sus rémoras, con la ventaja adicional que no comprometer a sus miembros, pues sus mercenarios, como Fernández Noroña, son los que dan la cara.
El PRI asegura no haber perdido el registro en Quintana Roo
En el vano intento de encontrar motivos para celebrar a pesar de los negativos resultados obtenidos en las elecciones del domingo anterior, la dirigencia del PRI presumió ayer no haber perdido el registro oficial como partido en Quintana Roo.
Cuando empezaron los análisis más minuciosos en torno a los comicios, uno de los datos que mayor impacto provocó fue el encontrar que en Quintana Roo, el otrora invencible PRI no había llegado con su candidata a gobernadora, Leslie Hendricks Rubio, ni al tres por ciento de la votación total, lo cual lo ubicaba en el riesgo de perder el registro oficial como partido, en ese estado.
Con eso se reforzaban los vaticinios que ya dan por muerto al partido que gobernó ininterrumpidamente a México durante 70 años y que ya había invalidado otro certificado de defunción, del año 2000 cuando perdió por primera ocasión la Presidencia de la República.
La explicación de por qué el PRI no perderá su registro estuvo a cargo del presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) en Quintana Roo, Pedro Flota Alcocer. Nada que presumir.
El dirigente del tricolor declaró que “ante rumores que se han escuchado en las últimas horas y después de que el Programa de Resultados Electorales Preliminares ha cerrado, somos muy claros al afirmar que no está en peligro el registro de nuestro partido”.
Señaló que tal como lo establece la Constitución Federal, “el partido político local que no obtenga, al menos, el tres por ciento del total de la votación válida emitida en cualquiera de las elecciones que se celebren para la renovación del Poder Ejecutivo o Legislativo locales, le será cancelado el registro. Esta disposición no será aplicable para los partidos políticos nacionales que participen en las elecciones locales”.
Flota Alcocer precisó que su partido obtuvo el 4.9709% en la elección para diputados locales, que es casi 2 puntos porcentuales arriba al mínimo que exige la Ley, por lo cual es absolutamente claro que el PRI ha cumplido con suficiencia el criterio constitucional y no admite controversia alguna.
En consecuencia, agregó, el tema de nuestro registro ante las autoridades electorales locales y nacionales está fuera de toda discusión.
Cabe recordar que, en Quintana Roo, el PRI no participó, como en otros estados, en la coalición Va por México, al lado del PAN y del PRD, por lo cual desde un inicio del proceso electoral se vaticinó que no tendría la menor oportunidad de victoria, cálculo que se reforzó al postular como candidata a Leslie Hendricks, quien a pesar de haber sido titular del DIF —durante el gobierno de su padre, Joaquín Hendricks— y diputada federal no goza de la popularidad para competir con las candidatas de Morena, Mara Lezama, que fue la triunfadora, ni de Laura Fernández Piña, quien fue postulada por la coalición Va por Quintana Roo, formada únicamente por el PAN, el PRD y un partido local.
Lo más grave es que se dice que hubo un convenio “en lo oscurito” con el PVEM, el partido de la vencedora, Mara Lezama, que también fue impuesta a la alianza oficialista Juntos Hacemos Historia (Morena, PT y, por supuesto, el PVEM).