Saludaría a Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, si me los encuentro: AMLO
Luis Muñoz viernes 3, Jun 2022Segunda vuelta
Luis Muñoz
El presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó la pregunta de un reportero para explayarse sobre sus desacuerdos (no odio) con los ex presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; “quizá los saludara, pero no lo hago porque me afectaría políticamente”. En la conferencia mañanera de ayer en Palacio Nacional, aprovechó la ocasión para reiterar que “no tiene enemigos, sino adversarios”.
“No tenemos enemigos, ni Zedillo, Fox, Calderón, ni Salinas. Somos adversarios, pero no los considero mis enemigo”s.
Ellos actuaron en su momento, aplicaron una política que yo combatí siempre; nunca estuve de acuerdo con la política de ninguno de ellos. Las diferencias son de orden político, no en lo personal. Yo no odio. Lo que creo es que esa política, que ellos impulsaron y llevaron a la práctica, benefició a minorías, auspició la corrupción y produjo el atraso de México y el empobrecimiento de nuestro pueblo.
Ese es el fondo del asunto. Y esto lo he dicho desde hace bastante tiempo. ¿De qué acuso a Salinas? Pues de haber entregado los bienes de la Nación: empresas, bancos, minas, las tierras ejidales a particulares y de manera precisa, esto para los jóvenes, a sus allegados, porque quiso construir, crear, una nueva oligarquía, un grupo compacto, y a los jóvenes podría decirles que busquen como se ahondaron, se profundizaron, las desigualdades con esa política de Salinas, cómo unos cuantos, una minoría, se hizo inmensamente rica, mientras se empobreció a la mayoría del pueblo, con datos del BM y del FMI. Existen esos elementos. En la revista Forbes se publica una lista en la que aparecen los hombres más ricos del mundo. Cuando entró Salinas había una sola familia mexicana con más de mil millones de dólares de capital; cuando terminó Salinas ya eran 24 multimillonarios mexicanos, con más de 48 mil millones de dólares y la mayoría de ellos se vio beneficiado o con un banco o con una empresa pública, por eso yo le llamo (a Salinas) “el padre de la desigualdad moderna”.
En el caso de Zedillo, ¿Por qué tenemos diferencias? Porque ante una crisis que provocó el mismo Gobierno, una crisis económica financiera que se dio cuando termina Salinas y empieza Zedillo y que, en vez de rescatar al pueblo, deciden rescatar a los “de arriba”, a los mismos que se había beneficiado con la política entreguista de Salinas, a las grandes empresas, a los bancos y convierten las deudas privadas de estas corporaciones en deuda pública y de ahí surge el llamado Fobaproa; en vez de rescatar los de abajo, a los pequeños comerciantes, a los pequeños empresarios, se rescató a los de mero arriba y se dejó la deuda que, el términos generales, significa tres billones de pesos que la vamos a tener que seguir pagando todavía en nuestra generación y es posible que se herede a las nuevas generaciones. Esa es mi diferencia. ¿Cuál es mi diferencia con Fox, de fondo?
Pues que engañó a millones de mexicanos de que iba a haber un cambio y siguió con lo mismo, siguió aplicando el salinismo como política, al grado de que su secretario de Hacienda había sido subsecretario de Hacienda con Salinas. Y claro que no hubo ningún cambio. Siguieron las privatizaciones de Salinas, de Zedillo, López Obrador dice que él mismo lo confiesa. Qué hay testimonios, declaraciones: “Claro que participé, como iba yo a dejar que un loco llegara a la Presidencia”. Claro que cargó los dados a su estilo. ¿Quieren ver cuál es su estilo? Porque no ha cambiado. Y muestra un twitter de Fox referente al Tren Maya: “Esto es lo que pasa por hacer las cosas con las patas!! Marranadas, puras marranadas!!”.
Es característico de Fox. Lo describe muy bien. Entonces, ¿ustedes creen que yo tengo odio hacia Fox? ¡No! Para nada. Le debería dar pena a la gente que votó por él. El caso de Calderón, ya lo hemos comentado. El sabe que no ganó, no permitió que se contaran los votos. Hizo acuerdos con todos, hasta con gente impresentable, es el “haiga sido como haiga sido”. Además nos indujo a esta confrontación con tanto sacrificio, con tantos muertos… pero todo se va descubriendo, que esta guerra con el narcotráfico era una “pantalla”, una simulación, porque tenía un acuerdo con uno de los grupos para proteger a otros, cuando una autoridad tiene que actuar con rectitud, “pintar la raya”, definir con claridad las fronteras: “aquí está la delincuencia, aquí está autoridad”.
Entonces, esas son de las diferencias con Felipe Calderón. Estoy en contra de él por haber desatado una guerra y por haber autorizado que se llevaran a cabo masacres, como se demuestra con los altos niveles, índices, de letalidad, en enfrentamientos.
Y en el caso de Peña Nieto, pues estoy en contra de él por el desparpajo y la corrupción que imperó, pero de ahí a que yo les tenga odio, no no no… Si en encontrara a Calderón, a Salinas, a lo mejor los saludaría, a lo mejor no lo haría por cuestiones políticas porque me afectaría políticamente. Pero en lo personal es otra cosa…