EU echa leña al fuego al entregar más armas a Ucrania, dice Rusia
Mundo viernes 3, Jun 2022
“Desalienta el relanzamiento de negociaciones de paz”
- Advierte el Kremlin que se “refuerza el riesgo” de enfrentamiento militar entre potencias
Rusia acusó a Estados Unidos de “echar leña al fuego” con el anuncio de enviar a Ucrania lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados (MLRS) para responder a la ofensiva rusa.
“Creemos que Estados Unidos está echando leña al fuego de forma deliberada. Estados Unidos se ciñe al argumento de combatir a Rusia hasta el último ucraniano”, manifestó el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, según informó la agencia rusa de noticias Interfax.
Así, manifestó que “estas entregas no ayudan a despertar entre las autoridades ucranianas el deseo de retomar las conversaciones de paz”, al tiempo que ha añadido que Moscú “no confía” en las palabras del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, sobre la negativa de Kiev a usar este tipo de armamento para atacar territorio ruso.
“Para confiar hay que tener la experiencia previa de casos en los que se mantuvieron las promesas. Por desgracia, no hay experiencia alguna de este tipo”, recalcó Peskov, quien recordó que “los Acuerdos de Minsk no se cumplieron y cayeron en el olvido a causa de Ucrania”.
Hors antes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había informado, a través de un artículo en el diario “The New York Times”, que Washington enviará estos MLRS a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa y golpear “objetivos clave”.
“Proporcionaremos a los ucranianos sistemas de cohetes y municiones más avanzadas que les permitirán golpear con mayor precisión objetivos clave en el campo de batalla en Ucrania”, recalcó Biden.
El mandatario estadounidense no ha precisado que tipo de sistemas son los que enviarán a Ucrania, pero un alto funcionario de la Casa Blanca ha aclarado que se trata de los sistemas HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System, por sus siglas en inglés), que son múltiples lanzacohetes montados en vehículos blindados ligeros.
Garantías de no apuntar a territorio ruso
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, explicó en una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que Ucrania ha dado garantías de que los sistemas multicohete de largo alcance proporcionados por Washington no apuntarán hacia territorio ruso. Blinken explicó que desde Washington se han asegurado de que Kiev tenga “todo lo que necesita” y que han “evaluado” el tipo de armamento de autodefensa que pueden mandar en un conflicto que cambia constantemente, por lo que las necesidades de Ucrania también cambian.
“Es Rusia la que ataca Ucrania y no al revés. La mejor manera de evitar la escalada es que Rusia frene la agresión que inició”, ha indicado, agregando que “no pueden predecir” cuándo puede acabar la invasión rusa y que todavía quedan “muchos meses” por delante, ya que desde Estados Unidos “no ven ninguna señal” de apaciguamiento por parte de Moscú.
Ahora bien, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien ha informado desde Arabia Saudí, donde se encuentra en una visita oficial para participar en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que “existen riesgos” de involucrar a terceros países en el conflicto ucraniano.
“Diré francamente que en la UE, especialmente en su parte norte, hay políticos que están dispuestos a ir a esta locura para satisfacer sus ambiciones, pero los países serios, por supuesto, son muy conscientes de la inaceptabilidad de tales escenarios”, explicó, según la agencia de noticias TASS.
Rusia impulsa campaña de reclutamiento
Los halcones del Kremlin desdijeron la semana pasada a su presidente, Vladímir Putin, al admitir que la ofensiva sobre Ucrania no marcha según sus planes. “No se están cumpliendo los plazos establecidos”, reconoció el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Patrúshev.
Después de tres meses de combates, el Kremlin sigue manteniendo oficialmente que se trata de una “operación militar especial” y no de una guerra, aunque ya ha emprendido los primeros pasos para una futura movilización si su aventura militar se alarga en el tiempo.
Hasta entonces, el estatus jurídico de la campaña ha permitido que cientos de militares profesionales se nieguen a combatir sin que se conozca la apertura de un solo caso penal en su contra por incumplimiento del deber.
“Todos los objetivos fijados por el presidente serán cumplidos. No puede ser de otra manera: la verdad, incluida la verdad histórica, está de nuestra parte”, afirmó Patrúshev en otra muestra de la connotación ideológica de la ofensiva. Justo antes de comenzar el conflicto, Estados Unidos estimó que Rusia había desplegado entre 169,000 y 190,000 militares en torno a Ucrania, la mayor parte de sus fuerzas de tierra, por lo que una campaña prolongada exigirá muchas más tropas para hacer rotaciones, incluso si sólo se limita a defender el terreno que ha tomado bajo control.
A principios de mayo, el Kremlin tildó de “tontería” la perspectiva de una movilización general. Pero a los buzones de muchos rusos están llegando desde hace semanas unas confusas cartas que les invitan a acudir a la oficina de registro militar más cercana para “aclarar sus datos” de cara a “las acciones para una movilización de las reservas humanas”. Nadie recuerda un precedente similar en el pasado. Al llegar a la oficina de registro, no sólo se toma nota de quiénes pueden ser convocados en una hipotética movilización; en ocasiones también se mandan hacer exámenes médicos o los funcionarios instan a firmar un contrato que mete automáticamente al ciudadano en la reserva, si no es enviado antes al frente. Según los abogados especializados en esta área, muchas personas creen erróneamente que es obligatorio acatar este proceso.
“En Rusia está teniendo lugar la preparación de una movilización. El Ministerio de Economía ha designado millones de rublos para este objetivo oficialmente; los puntos de reclutamiento están actualizando sus bases de datos y las empresas se están ajustando para esas necesidades”, explican fuentes de Llamamiento a la Conciencia, una plataforma creada por abogados y defensores de derechos humanos para dar asesoramiento legal sobre el reclutamiento a través de Telegram.
Hasta ahora no se ha producido una movilización obligatoria, pero muchos desconocen sus derechos y las aristas legales de lo que se encuentran en los puntos de reclutamiento. “Te llaman con la excusa de actualizar tus datos, pero al acudir te intentan convencer para alistarte”, resume uno de los dos casos de los que ha tenido conocimiento este periódico y que prefiere guardar el anonimato.
Según Llamamiento a la Conciencia, la información puede ser “confusa” y el personal “persuade al potencial voluntario prometiéndole estabilidad, sueldos de 200,000 rublos (cuatro veces el salario medio ruso, unos 2.800 euros), que no le enviarán a zonas de combate o que se puede rescindir fácilmente el contrato”. “A veces se trata de promesas y desinformación. A algunos reclutas que están a punto de acabar les dicen que aún van a seguir en servicio y si firman al menos cobrarán dinero”, añaden.
Exámenes médicos para empleados del Metro
Algo similar ha pasado en algunas compañías. La esposa de un empleado del Metro de Moscú denunció al diario Viórstka que reunieron a la plantilla “y ordenaron verbalmente a todos los hombres que se sometieran a un examen médico extraordinario para su posible envío a la guerra en Ucrania”. El pánico les hizo creer que les estaban reclutando, algo que no es legal ahora, aunque las empresas ya pueden recibir órdenes de ir preparando el terreno para llamar a los reservistas.
En las páginas web de empleo rusas han aparecido ofertas de trabajo donde se busca “personal especializado en movilizaciones”. El objetivo, desde gestionar el papeleo en la llamada a filas hasta reorganizar la cadena de trabajo en todo tipo de sectores, incluidos hospitales, fábricas y universidades.
La movilización, total o parcial, sólo la puede decretar el presidente, Vladímir Putin. La reserva incluye tanto a quienes han hecho el servicio militar como el servicio civil alternativo, y las cifras de reservistas son información clasificada, aunque los datos que manejan centros de análisis estadounidenses como Council on Foreign Relations estiman que cuenta con unos dos millones de miembros.