Conmovedor
¬ Augusto Corro martes 31, May 2011Punto por Punto
Augusto Corro
- Valiente actitud de una maestra
- Niños, pecho a tierra en balacera
- Empleado de juzgado, riquísimo
Se complicó el panorama de la guerra del gobierno federal contra la delincuencia. Ya van cuatro años que los mexicanos tienen que vivir en el terror, zozobra y el miedo. A partir de hace dos años, en algunas ciudades, principalmente las norteñas, empezaron a tomar las medidas apropiadas para salvar la vida de los ciudadanos de a pie, que quedan en medio del fuego cruzado.
Es muy larga la lista de inocentes que murieron en el campo de batalla, sin deberla ni temerla. Los alcanzó la mala suerte. El escenario violento se multiplicó y ya no hubo un lugar seguro donde protegerse. En las calles, en los centros de salud, en todas partes, empezaron a correrse grandes riesgos: la vida perdió su valor, no vale nada.
Ante esa situación, los habitantes de las ciudades se vieron obligados a abandonar sus casas y sus tierras en busca de mejores condiciones de vida. Alejarse de la violencia era la prioridad. No todos pudieron hacerlo. Quienes se quedaron tuvieron que utilizar su ingenio para defenderse de todos aquellos, buenos y malos que andan armados.
En las refriegas, ya sea entre los propios delincuentes, o éstos contra la fuerza pública, que se convirtieron en el pan de cada día, la sociedad se vio más acorralada. Ya no se calcularon los riesgos de las balaceras y sus repercusiones. Los choques violentos se dieron cerca de las escuelas o lugares de reuniones.
Concretamente en Monterrey, Nuevo León, una ciudad que era ejemplo de trabajo y progreso, empezó a ser víctima de la violencia. En unos cuantos años se convirtió en el lugar al que nadie quiere ir. La sociedad, en general, empezó a acostumbrarse a vivir en el peligro.
En algunas escuelas, maestras y maestros recibieron cursos, pláticas y orientación para salvar sus vidas y las de los alumnos en caso de acciones violentas. Anteayer, en internet apareció un video conmovedor grabado en un barrio de Monterrey: una docena de niños, más o menos, en un kinder, pecho a tierra se protegen de una balacera que ocurre en la calle, no lejos del lugar.
La educadora, con voz tranquila y segura de sí misma, gira instrucciones para que los menores no se asusten y se acuesten y que pongan sus caritas sobre el piso. Los invita a cantar Si las gotas de lluvias fueran de chocolate… Mientras, se escuchan las ráfagas de las armas largas. Aterrador.
En el video no aparece el nombre de la maestra, que, dicho sea de paso, es una mujer muy valiente. A su twitter empezaron a llegar mensajes de felicitación y apoyo por esa singular manifestación de aplomo y dulzura.
Ojalá y alguna organización civil reconociera la acción ejemplar de la maestra. El hecho conmovedor registrado en el kinder del barrio La Estanzuela, se localiza fácilmente en el internet. Por cierto ¿que pasó en México que hasta sus niños son víctimas del terror?
SECRETARIO DE JUZGADO, A LA CÁRCEL
Siempre se pensó que el Poder Judicial era intocable (más bien lo es). Inexplicablemente, los ministros, magistrados, jueces y sus respectivos secretarios y toda la corte de ese sector privilegiado siempre buscaron alejarse de los escándalos.
La relación de jueces llevados ante la justicia es mínima. Se puede decir que de los tres poderes, el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, este último, es el menos llamado a rendir cuentas, no obstante el sinnúmero de abusos que cometen al impartir justicia. Así es que en México, la imagen de los jueces se encuentra por los suelos.
La última película denominada “Presunto culpable”, los pintó de cuerpo entero, como se dice coloquialmente. En esa cinta se alcanzó a reconfirmar lo que todo mundo sabe y lo que ocurre cuando un ciudadano cae en las garras de esos servidores públicos nefastos. Para empezar se enfrentan a la aplicación sesgada de la ley.
Esta vez la ley alcanzó a uno de los impartidores de justicia: el secretario del Juzgado Noveno de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México. Se trata del funcionario Esiquio Martínez, quien fue detenido y enviado al Reclusorio Norte como presunto responsable de enriquecimiento ilícito: en una de sus cuentas bancarias tenía 432 millones de pesos.
¿Dónde consiguió tanto dinero el secretario? La policía tendrá que investigar a fondo esa situación para saber si se trata de lavado de dinero. Obvio. ¿Cuándo abrió su cuenta bancaria el susodicho Esiquio? ¿El asunto del secretario es único o en otros juzgados también tienen su guardadito? Para manejar esa cantidad de dinero, Esiquio tuvo que contar con cuates de la institución bancaria para depositar su lana. ¿Su jefe inmediato no estaba enterado? ¿Tienen que ver algo los negocios inmobiliarios turbios? En este asunto hay más de un gato encerrado.
DERRAMA ECONÓMICA
Los problemas sociales, políticos y económicos en Oaxaca deben solucionarse de la mejor manera, pero urge que esto ocurra. Cuando los maestros se van al paro, las autoridades cancelan sus salarios y la economía cae en un círculo vicioso. El magisterio no cobra su sueldo y se queda sin dinero para satisfacer sus necesidades inmediatas.
En aquella entidad, hay pueblos en los que los maestros representan la fuerza económica principal para mover los mercados locales, modestos, pero necesarios en esas latitudes. Al cancelarse la derrama económica, cientos de negocios se ven afectados y no son pocos los que quiebran y desaparecen.
En esta temporada de paro, quienes hacen su agosto en mayo, son los usureros que prestan dinero a los maestros, con intereses elevadísimos. Cuando termina el conflicto, el sueldo retenido o atrasado sólo sirve para enriquecer a los prestamistas.
Para regresar a clases, los maestros demandan incrementos salariales y la presentación del profesor Carlos René Román Salazar, desaparecido desde el pasado 14 de marzo, así como la destitución de su cargo de los siguientes funcionarios públicos: Irma Piñeiro, secretaria de Gobierno; Bernardo Vázquez Guzmán, director del IEEPO, y Marco Tulio, de Seguridad Pública.