La prueba de fuego del 5 de junio
Freddy Sánchez martes 31, May 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Las elecciones de gobernadores a celebrarse el próximo domingo tienen a los morenistas más que convencidos de que van a ganar sin mayores complicaciones a los opositores y a sus respectivos candidatos.
Y de ese modo, enfilarse hacia la sucesión presidencial con expectativas favorables de permanecer un sexenio más en el poder presidencial, sea quien fuere su candidata o candidato a la primera magistratura del país.
En los cálculos habidos al interior y fuera de los partidos políticos en torno a los comicios venideros, las estimaciones sobre los triunfos de Morena en apariencia coinciden con la diferencia de que algunos prevén que los opositores perderán contundentemente y otros, por el contrario, suponen que las victorias del partido gobernante serán apretadas.
Y naturalmente, hay quienes auguran sorpresas desagradables para el instituto político creado por el Presidente, considerando que de ninguna manera será “un día de fiesta” para los abanderados del oficialismo y que, no es improbable que sufran cuando menos dos derrotas.
El caso es que el gran poder de Morena como trabuco electoral desde que Andrés Manuel ganó la Presidencia, si bien no se mantiene tan vigoroso como surgió en aquella elección, los votos para el morenismo siguen siendo proveedores de nuevos triunfos.
En los comicios anteriores, sin duda al partido del Presidente debió dolerle que en la Cámara de Diputados no se consiguió la mayoría legislativa para darle viabilidad a las iniciativas de ley de Andrés Manuel (como fue el caso de la frustrada reforma constitucional en materia eléctrica), además de la pérdida de la mitad de las alcaldías en la Ciudad de México, pero eso no demerita que los morenistas obtuvieron nuevos triunfos en gubernaturas estatales y congresos locales.
Así las cosas, a pesar de lo que piensen y digan sus opositores, Morena evidentemente se mantiene en buena forma y con gran potencial ganador en competencias electorales.
Aunque, por supuesto, no se puede ignorar lo dicho por un militante morenista de alto rango en el Senado de la República, Ricardo Monreal, que al referirse a la capacidad electoral actual de esta organización partidista, el senador no tuvo empacho en asegurar que el verdaderamente ganador de las elecciones es Andrés Manuel, cada que los electores acuden a las urnas y refrendan su confianza en el Presidente. Así que el legislador (una posible “piedra en el zapato” de los morenistas en caso de que el partido gobernante lo ignore e incluso desdeñe como un prospecto para la candidatura de Morena a la Presidencia) puso en tela de juicio lo que la mayoría de simpatizantes del partido oficial suelen dar por sentado.
O sea que el morenismo “cabalga en caballo de hacienda” en camino al 2024. Y es que de ser así, cualquiera que fuera el resultado de las elecciones a gobernadores, absolutamente nada impediría que Morena logre repetir seis años en el poder presidencial.
Pero, si hemos de tomar en consideración los afirmado por Monreal, eso dependerá de que el Presidente concluya su administración con el mismo índice de aprobación popular, sin importar que los asuntos del gobierno no mejoren significativamente en la lucha contra la delincuencia organizada, además de que no se deje una constancia indubitable de un avance como nunca antes en contra de la corrupción del pasado y el presente y en materia económica, los bolsillos de la gente, en lugar de sentirse aliviados, se pudieran ver mermados por los erráticos manejos económicos gubernamentales.
En caso entonces de que las simpatías garantizadas para el Presidente y su gobierno por los programas sociales de su administración, puedan tener el contrapeso de avatares negativos contra la población en general y en medida notable de los beneficiarios de los apoyos oficiales, el panorama a favor de los opositores del la 4T podría cambiar ante de la sucesión presidencial.
Claro que por ahora la oposición tiene enfrente la prueba de fuego del 5.