Palos de ciego
Alberto Vieyra G. martes 31, May 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¡Irrefutable! México vive la peor catástrofe de salud pública, equiparable a la crisis que la nación azteca vivió tras la Revolución Mexicana.
Esa catástrofe de salud pública se puede ver en cada uno de los mil 182 hospitales públicos que hay en la República Mexicana. Faltan médicos, enfermeras, camilleros, instrumental quirúrgico, medicamentos, laboratorios y un larguísimo etcétera, etcétera.
Aun en el IMSS, que en el siglo pasado fue la institución más extraordinaria surgida de la Revolución Mexicana y ejemplo de seguridad social en América Latina, hoy resulta insuficiente y para que alguno de los más de 7 millones de derechohabientes tenga acceso a una consulta, necesita esperar hasta meses, y si se trata de una intervención quirúrgica, el tortuguismo es monumental y muchos compatriotas mueren porque nunca llega la fecha para esa intervención quirúrgica.
Recuerdo al IMSS de los 70 y 80 cuando bastaba que un trabajador se reportara enfermo, para que ese mismo día un médico lo visitara en su casa y si la enfermedad ameritaba incapacidad, en ese mismo momento se le extendía y si el paciente requería de alguna cirugía, inmediatamente ese mismo médico solicitaba una ambulancia para ser trasladado a algún hospital de especialidades. ¡Qué chulada de aquel IMSS!
Hoy, solamente atienden a los derechohabientes que llegan a urgencias del IMSS con la tripa de fuera. Hace un par de años, una afligida madre llevó a su pequeño de 11 años a Urgencias de una clínica del IMSS y ahí el médico le receto paracetamol para mitigar el dolor que presentaba en el lado derecho del estómago. Regresaron a casa y al día siguiente volvieron a la misma clínica, pero resultó que la criatura llevaba el apéndice estrangulada, ese mismo día murió el chiquillo.
Cuando AMLO arribó a Palacio Nacional, lo primero que hizo fue desaparecer de un plumazo el Seguro Popular que atendía a más de 25 millones de compatriotas y en su lugar parió un engendro llamado Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar), que resultó un monumental fracaso y ante la catástrofe de salud, ahora monta al Insabi en la estructura del IMSS, lo cual augura otro estrepitoso fracaso, pues se tiene un diagnóstico totalmente equivocado sobre la crisis de salud que vive la república.
Escucho diariamente en diversas entrevistas radiofónicas a médicos de diferentes agrupaciones que afirman que en México hay más de 52 mil médicos generales desempleados. Coinciden en que el sistema hospitalario nacional requiere del 85% de médicos de primer contacto o generales para que canalicen a los pacientes con los médicos especialistas.
AMLO ha convocado a 13 mil 765 médicos mexicanos especialistas en cuando menos 20 especialidades, pero lo que se requiere son más médicos de primer contacto.
En 2019, en el Hospital Rural de Villamar, Michoacán, AMLO nos habló de sus “otros datos”:
“Hay 270 mil 600 médicos generales en el país y debemos tener, de acuerdo con la norma internacional, 393 mil 600, es decir, nos faltan 123 mil en el país…”. Pero ahora para taparle el ojo al macho y acabar con el escándalo por la contratación de 500 médicos cubanos, cuyos salarios irán al gobierno comunista de Cuba y no a los galenos, AMLO da otro palo de ciego con la presunta contratación de los 13 mil 765 especialistas para que vayan a La Montaña de Guerrero o la Sierra Tarahumara etcétera, sin especificar salarios, pero lo que es peor sin tener equipados hospitales y clínicas.
Lógico, los médicos especialistas no quieren ir a esos lugares no sólo por las carencias, sino por los bajos sueldos y la rampante inseguridad que campea en el país. El gobierno de la Cuarta Transformación comenzó dando palos de ciego y sigue dando palos de ciego.