Dijo lo que dijo; así le ha de ir
¬ Francisco Reynoso viernes 27, May 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
No sólo creo que lo dijo. Estoy seguro.
Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, es un priista formado en la cultura de la prepotencia y la soberbia.
Es un priista clásico, de los que pensaban que podían hacer del mar un buche de agua.
“A los periodistas no hay que matarlos a balazos, papá. Hay que matarlos de hambre”, se le escucha decir a “Alito” en una grabación que filtró la gobernadora de Campeche, Layda Sansores -otra política con la vieja escuela perversa del viejo PRI-.
“Alito” jura por las cenizas de Carlos Sansores Pérez, el último santón priista de Campeche, que no dijo lo que la pelirroja mandataria jura que dijo.
Y “Alito” también jura y perjura por las cenizas de sus antepasados que ese otro audio que se difundió en “Martes del Jaguar” -una especie de mañanera semanal que inventó Layda y que le ha pegado de maravilla- también es falso. Hechizo.
En ese primer “jaguarazo” se escucha decir a “Alito” que los empresarios dueños de la cadena Cinépolis, con seis mil salas por todas partes del mundo, podían aportar 600 millones, no sólo 25 millones a las campañas de los candidatos del PRI. Y exhorta a un tal “Pepe” -supuestamente colaborador de “Alito”- para que les apriete. No sólo creo que dijo lo que dijo en los dos audios. Estoy completamente seguro.
“Alito” Moreno llegó a las grandes ligas del PRI en aquellos tiempos que lo presidía Roberto Madrazo Pintado.
El tabasqueño fue hijo de Carlos Alberto Madrazo, aquel priista que murió en un accidente aéreo medio sospechoso, en 1969, cuando México era gobernado por Gustavo Díaz Ordaz y a los priistas rebeldes los aplacaban por la buena o por las malas.
Así que a Madrazo Pintado le corría por las venas sangre autoritaria y con fuerte dosis de prepotencia.
Roberto Madrazo, por cierto, fue uno de los que le hizo la vida de cuadritos a López Obrador cuando López Obrador parecía un líder opositor insignificante e inofensivo.
Madrazo Pintado llegó a la presidencia nacional del PRI en 2002. La maestra Elba Esther Gordillo, su compañera de fórmula, quedó como secretaria general. Poco después, fue destituida y, más aún, echada del partido. Todo eso se atribuye a un ardid de Roberto Madrazo, quien consideraba a Elba un obstáculo para ser, en 2006, candidato a la Presidencia de la República.
Madrazo Pintado también se hizo de fama internacional por la trampa que hizo en el maratón de Berlín. El tabasqueño corrió la ruta en 2 horas 41 minutos, sólo a 35 minutos del récord mundial. Pero los organizadores descubrieron que tomó una brecha para ganarle tiempo al tiempo y llegar más pronto a la meta.
Fue descalificado y ridiculizado mundialmente.
En ese PRI abrevó “Alito” Moreno en sus inicios como político. Ya traía algo de la escuela de Sansores Pérez, uno de los priistas más cercanos a Luis Echeverría Álvarez.
Cabe recordar que Carlos Sansores, padre de Layda Sansores, cuando gobernó Campeche tuvo una rivalidad enconada, con balaceras y muertos, con Carlos Loret de Mola, gobernador de Yucatán.
Esto significa que los Sansores y los Loret de Mola, ahora con Roberto Madrazo en las espaldas, siguen en guerra.
En ese PRI de Roberto Madrazo, decíamos, abrevó “Alito” Moreno.
Y luego tuvo sus días de gloria como gobernador de Campeche en la ola de gobernadores que lograron el poder a la sombra del presidente Enrique Peña Nieto.
Gobernadores prepotentes, corruptos y de triste memoria.
Gobernadores que pensaban que el mundo no los merecía.
Gobernadores que hacían con el mar un buche de agua.
Entre esos gobernadores destacan los Duarte, Javier de Veracruz y César, de Chihuahua; Roberto Borge, de Quintana Roo; Rubén Moreira, de Coahuila; Roberto Sandoval, de Nayarit; Fausto Vallejo, de Michoacán; Andrés Granier, de Tabasco; Rodrigo Medina, de Nuevo León; y Egidio Torre, de Tamaulipas, entre otros.
“Alito” Moreno, así pues, es un político de dudosa credibilidad.
Llegó a la presidencia nacional del PRI en 2019 y se le consideraba uno de los opositores más proclives a López Obrador.
En el PRI lo llamaban “Amlito”. Ha tenido un desempeño pobre en el partido. Ha perdido 10 de los 14 estados que gobernaba.
Y según los pronósticos, este año perderá otros dos: Hidalgo y Oaxaca.
El PRI de “Alito” podría quedar con dos gobiernos estatales: Estado de México y Coahuila.
Y si en 2023 los pierde, llegaría a la contienda presidencial de 2024 con una mano adelante y otra atrás. No sólo creo que “Alito” dijo lo que dijo. Estoy seguro de que lo dijo. Pero así le ha de ir.