Inculpan con tortura a inocente en el asesinato de la joven Lefni Neftalí Colín
Estado de México jueves 19, May 2022
- Afirman familiares del acusado Salvador Moreno
Toluca, Estado de México.— El día y a la hora que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México asegura que Nivardo Salvador Moreno estaba con Lefni Neftalí Colín Martínez, cuyo cuerpo fue localizado el 24 de febrero de este año en un tiradero de basura del municipio de Tianguistenco, en realidad él y su esposa recogían a uno de sus hijos en la escuela de Almoloya del Río.
De eso hay constancia que el juez que conoce del caso desestimó y no aceptó como prueba, quizá por la presión social que existe para aclarar urgentemente uno de los muchos asesinatos de mujeres.
Por eso, ahora Nivardo Salvador Moreno, de 40 años de edad, se encuentra en prisión preventiva en el Centro de Prevención y Readaptación Social de Tenango del Valle, acusado de feminicidio.
La esposa de Nivardo, Bianey Estrella Lagunas Tejas, relató lo que ella, sus hijos y el propio Nivardo han tenido que enfrentar en las últimas semanas, a consecuencia de la corrupta actuación de agentes de la Policía de Investigación, el Ministerio Público y hasta el juez que conoce del caso, quienes, para acallar a la opinión pública, tratan de fabricar a toda prisa un “responsable” del lamentable asesinato de la joven Lefni, cuyo cuerpo fue abandonado sin vida en un basurero de Santiago Tianguistenco.
“Públicamente me sumo a la exigencia de su familia y de algunas organizaciones sociales para el esclarecimiento del cobarde asesinato de esta joven, Lefni. Lo que se debe aclarar y castigar a quien o quienes resulten verdaderamente responsables. Pero sin afectar a personas inocentes”, dijo Bianey Estrella, esposa de Nivardo.
“Quiero denunciar públicamente que, supuestamente para aclarar ese crimen, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México lleva a cabo una supuesta “investigación” plagada de irregularidades en la que pretende involucrar a mi esposo, Nivardo Salvador Moreno”, agregó.
Relató que a Nivardo lo inculparon gracias a unas hojas en blanco que le hicieron firmar, bajo tortura, con choque eléctricos, ahogándolo, con una bolsa de plástico en la cara, las manos amarradas y dándole de patadas en los órganos sexuales, mismas que utilizaron luego para redactarle una supuesta “confesion”.