“Destapados”
Ramón Zurita Sahagún miércoles 18, May 2022De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Tiene razón el presidente López Obrador cuando asegura que la figura del “tapado” ya no existe, pero eso no es producto de alguna decisión suya, sino que pasó a mejor vida desde 1958, luego del “destape” de Adolfo López Mateos.
La figura del “tapado” siempre ha sido parte de uno de los tantos mitos políticos, recalcados por el periodismo que así mantenía entretenidos a los lectores y oyentes.
Fue en 1957 que se dio paso al mítico personaje que fue encarnado por el entonces secretario del Trabajo, un personaje sumamente carismático (tal vez el último de los políticos con ese preciado don), engalanado por la habilidad del dibujante y caricaturista Abel Quezada.
Adolfo López Mateos no era el político priista favorito para asumir la candidatura presidencial en los tiempos de partido único, pero dejó en la carrera por la sucesión a otros ubicados en mejor posición, como el secretario de Agricultura, Gilberto Flores Muñoz; Hacienda, Antonio Carrillo Flores y Salubridad, Ignacio Morones Prieto, entre otros, por lo que sí se consideró como el “tapado” a quien finalmente fue el favorecido por el dedo presidencial.
Después de eso, los nombres de los prospectos presidenciales se ventilaban públicamente y se llegó al grado de que en la sucesión de Luis Echeverría se mencionaron siete “notables priistas”, de donde salió, finalmente, el abanderado del partido tricolor.
Miguel de la Madrid le “dio bola” a seis de los miembros de su equipo, para que, supuestamente, fuesen evaluados, pero él ya tenía tomada su decisión, a favor de Carlos Salinas de Gortari, aunque fue muy desaseada la forma de nominarlo, por lo que se propició la confusión y hasta se marcó la deserción. Formando un frente amplio conformado mayoritariamente por ex priistas que dieron paso a la candidatura de uno de ellos, Cuauhtémoc Cárdenas.
En la sucesión de Salinas de Gortari nuevamente se entramparon los priistas, ya que la nominación de Luis Donaldo Colosio dejó heridas abiertas y se produjo la rebeldía de Manuel Camacho Solís, con su legión de seguidores, entre ellos Marcelo Ebrard y que finalmente derivó en el asesinato del candidato presidencial y la urgencia de un candidato sustituto.
La llegada de la alternancia trajo consigo la rebelión en contra de los deseos presidenciales y Felipe Calderón eludió las maniobras que se preparaban para la nominación del secretario de Gobernación, Santiago Creel.
Tanto entre los candidatos priistas como en los panistas, que finalmente resultaron Presidentes de la República, los nombres de los aspirantes eran ampliamente conocidos y seguidos de cerca por todos aquellos que se mantienen atentos a la actividad política.
En la actualidad, el propio Ejecutivo federal liberó los nombres de los aspirantes, principalmente de aquellos que se encuentran dentro de su afecto. Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y el recién incorporado secretario de Gobernación, Adán Augusto López, fueron ventilados por el Presidente, además de otros tantos que se borraron ya de la memoria colectiva.
Sin embargo, el Presidente se mantiene reacio a sumar el nombre de Ricardo Monreal a esta corta lista de la que saldría el candidato del partido mayoritario.
Tampoco por el lado de la oposición existen los “tapados”, todo aquellos que pretenden ser considerados con alguna posibilidad de competir por la Presidencia de la República lo han expresado abiertamente, sin tapujos de ninguna clase.
Si en el pasado resultaba tabú el hablar abiertamente de su intención de competir por la Presidencia de la República, en la actualidad cualquier lo puede hacer, sin riesgo de ser censurado por ello.
Por eso el mismo Ejecutivo federal lo hace con gran frecuencia, invadiendo terrenos que les corresponden a los partidos políticos y hasta llega a señalar que él no hará campaña por ninguno de los participantes en esta tómbola y que respetará el resultado de las encuestas que realice su partido.
Antes de López Obrador los Presidentes guardaban silencio ante la multitud de nombres que se barajaban para sucederlos, ahora son otros tiempos y no precisamente los de “tapadismo”.
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Encuestas saltan por todos lados, en lo referente a los posibles participantes en la contienda federal y les guste o no a muchos, sigue manejándose los mismos nombres entre los punteros, aunque en la de México Elige aparece la mención de Gerardo Fernández Noroña, entre los cinco primeros.