Julio Flores, catedrático de la UAEMéx: la docencia como convicción de retribución social
Estado de México lunes 16, May 2022
- Luego de realizar trabajo humanitario en casi una veintena de países, cumplió su sueño de regresar a su Alma Mater para, mediante el ejercicio de la docencia, retribuir a la sociedad y a la casa de estudios que lo formó profesionalmente
Valle de Chalco.— Luego de 15 años de haber egresado de la Licenciatura en Enfermería, en 2015 Julio Flores Villegas regresó al Centro Universitario Valle de Chalco de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) con la convicción de contribuir, mediante el ejercicio de la docencia y con base en la experiencia adquirida en su ejercicio profesional, principalmente en el extranjero, a la formación de profesionales en el área de la salud altamente capacitados y así, retribuir a la sociedad y a la casa de estudios que lo formó profesionalmente.
“Estuve en el extranjero alrededor de 10 años y regresar a mi Alma Mater había sido uno de mis grandes sueños. Quería compartir mi experiencia y, sobre todo, trasmitir a los alumnos y profesores, a todos mis compañeros, que tenemos posibilidades infinitas para superarnos”, sostuvo el universitario de 43 años de edad.
Originario de la comunidad de San Miguel Tenextatiloyan del municipio de Zautla, en la Sierra Norte de Puebla, Julio migró en 1996 a Valle de Chalco, donde unos familiares lo hospedaron para que pudiera realizar estudios de nivel superior.
“Mis padres son indígenas nahuas y en mi pueblo no había posibilidades para continuar mis estudios universitarios. Hice el bachillerato en el municipio de Tlatlauquitepec, ubicado a dos horas de San Miguel. Tengo familia en Valle de Chalco y ello me permitió venir a estudiar acá. No tenía la expectativa de ingresar a la UAEMéx, puesto que no la conocía, pero si quería salir a buscar una oportunidad”, afirmó.
Inicia la aventura académica en el
Centro Universitario UAEM Valle de Chalco
En agosto de 1996, Julio arribó al municipio mexiquense, que apenas tenía dos años de haberse creado y los tíos que lo hospedaron le comentaron que ya se gestionaba la apertura de “una universidad”, así que averiguó y realizó los trámites para continuar con su formación académica en la Unidad Académica Profesional Valle de Chalco, hoy Centro Universitario UAEM Valle de Chalco.
“Apliqué para estudiar Ingeniería en Computación, pero algo sucedió y terminé inscrito en la Licenciatura en Enfermería. A pesar de que no era lo que quería, mis familiares me aconsejaron que me quedara y posteriormente decidiera si quería continuar o no”, indicó.
Confesó que fue desalentador iniciar estudios en una carrera que no quería, sobre todo por las condiciones en las que inició el campus, pero también tenía claro que no quería regresar a Puebla, donde no tenía posibilidades de continuar estudiando.Recordó que el Centro Universitario UAEM Valle de Chalco inició actividades académicas en las instalaciones de la Escuela Secundaria Técnica “Juan Rulfo” del mismo municipio, así que tenían que esperar a que salieran los estudiantes del turno matutino, a las 2:00 de la tarde, para iniciar sus clases.
“Nos prestaban algunos salones y a veces teníamos que trasladar las butacas para podernos sentar. No teníamos laboratorios. Había un salón que funcionaba como oficina administrativa y ahí teníamos algunos libros. Cuando inició la segunda generación se habilitó un espacio donde había dos maniquíes nada sofisticados con los que practicábamos”, detalló.
La primera generación de Enfermería, aseveró, inició con 18 estudiantes y egresaron 12, todos con una historia bastante particular, ya que para la mayoría era su última opción o algunos habían dejado de estudiar mucho tiempo y vieron en esta licenciatura la oportunidad de continuar su formación académica. Con 17 años de edad, dijo, convivía con compañeras de 35, algunas ya con hijos, por lo que resultó difícil congeniar.
“Estuvimos dos años en las instalaciones de la secundaria y ya en el Edificio ‘A’ del Centro Universitario, pintado con los colores institucionales, sentíamos algo diferente, algo más propio. En lo personal, el campus me quedó más cerca, a 20 minutos de la casa de mis tíos”, refirió.
Julio relató que, a pesar de los inconvenientes, se esforzó por apreciar una oportunidad que la vida le daba y sobre la marcha empezó a disfrutar lo que estudiaba.
En mi gusto por la salud pública, puntualizó, influyó demasiado haber participado en las actividades de Pioneros, un grupo de estudiantes universitarios que, organizados por un profesor del campus, realizaba trabajo comunitario y social en la región. “Fue una de las más grandes experiencias de vida y formación, sobre todo porque era evidente que incidíamos de manera favorable en la población. Me permitió darme cuenta de la importancia que tenía la incidencia social en todas las cuestiones de salud”, dijo.
La calidad de la docencia de la UAEMéx pasa tamiz internacional
Con algunas carencias como a veces no tener para el pasaje y tener que caminar de regreso a casa de sus tíos, en el año 2000 Julio concluyó sus estudios de licenciatura.
Luego, realizó su servicio social en el Hospital General Amecameca y fue el primero de su generación –el tercero de todo el Centro Universitario- en obtener su título profesional. Entonces tuvo la fortuna de involucrarse con la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras. “Quería la aventura. En realidad, no me llamaba mucho la atención la vida hospitalaria, así que me fui a una misión de recuperación nutricional a Haití”, afirmó.
De regreso a México trabajó con World Vision, organización de ayuda humanitaria global que le permitió incidir en las condiciones de vida de la población de un total de 15 países de América Latina y El Caribe, como responsable de un proyecto de VIH, y conseguir una beca para estudiar la Maestría en Salud Pública en Sudáfrica, que al final, es su área de interés.
De nueva cuenta en México, comenzó a trabajar como enfermero hospitalario y en la actualidad es jefe de servicio y tiene bajo su responsabilidad la supervisión de un turno; asimismo, aplicó para realizar el doctorado en el Instituto Nacional de Salud Pública, estudios que concluyó en 2016.
En el año 2015 cumplió su sueño de regresar al Centro Universitario UAEM Valle de Chalco como profesor de asignatura y luego de conseguir el doctorado, en agosto de 2016 obtuvo la plaza como Profesor de Tiempo Completo.
En este campus de la Autónoma mexiquense, que a 25 años de su fundación ofrece seis programas de licenciatura a una matrícula cercana a los tres mil estudiantes y es referente de educación superior y estudios de posgrado de calidad en la región, Julio Flores Villegas coordinó la Licenciatura en Enfermería, “una experiencia que me dejó muchos aprendizajes”, y en la actualidad coordina la Maestría en Enfermería, “que pretendo convertir en un referente de calidad en los ámbitos estatal y nacional”..