Los López
Alberto Vieyra G. viernes 13, May 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
A punta de bayonetas, Lucas Alamán y Anastasio de Bustamante, dos Presidentes de la República hicieron trizas el federalismo entre 1829 y 1832. Someterían a gobernadores al precio que fuera, incluyendo la barbarie impuesta por las balas y las pistolas.
El ponzoñoso centralismo del poder, haría que Antonio López de Santa Anna Pérez de Lebrón llevara a cabo una alianza con federalistas, hecho que llevó al poder al efímero presidente Valentín Gómez Farías, Gómez Furias le apodaban los fufurufos de la Iglesia católica, quienes lo odiaron a tal grado que cuando este murió, tuvo que ser enterrado en el jardín de su casa en Mixcoac, de la capital mexicana.
¿Por qué hago historia?
Mire usted. Casi dos siglos después otro López propone acabar con el federalismo en materia político-electoral desapareciendo los institutos electorales y tribunales en materia electoral en toda la República, así como la reducción de diputados en los 32 congresos estatales, lo cual trastoca la Constitución y al federalismo, haciendo que sea el maldito centralismo que durante décadas ha imperado el que nuevamente parta el queso.
No olvidemos que cada estado de la República es libre y soberano, pero como están adheridos al Pacto Federal y que en muchos rubros que tienen que ver con las instituciones nacionales, pero no así con la política estatal y local, aunque en la mayoría de los casos las constitucionales locales están por debajo de lo que mandata la Carta Magna de la República Mexicana.
Ante la escandalosa derrota política y legislativa que AMLO y su partido recibieron en domingo de resurrección, ahora López Obrador endereza sus baterías para la destrucción del árbitro electoral de México, al que llamaría Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), todo centralista para que AMLO controle todo desde el centro del poder.
Como parte de ese control centralista, AMLO plantea darle chiquitolina al INE, cuyos consejeros serían electos por el pueblo, no aclara si a mano alzada o a mano armada, así mismo plantea reducir los diputados y senadores plurinominales, instituir el voto electrónico, reducir el financiamiento a partidos políticos abriendo la posibilidad de que sean las donaciones de simpatizantes las que partan el queso.
¿Se da usted cuenta que hay detrás de este punto? Claro, AMLO abriría la puerta para que el narcotráfico y todas las mafias criminales sean las que manden a través de los partidos políticos.
A López Obrador se le queman las habas por el voto electrónico al más puro estilo de Bolivia y Venezuela, en cuyas tiranías no hace falta que el ciudadano acuda a las urnas, porque esos gobiernos ya tienen en su poder la firma y huella de cada elector y lo único que les falta es proclamarse nuevamente ganadores de otra antidemocrática y fraudulenta elección. ¿Qué le parece este López?
En síntesis, seria éste el revolcón a la gata electoral y para lograrlo López Obrador propone reformar 18 artículos constitucionales y 7 transitorios, lo cual se antoja imposible y desde ahora le puedo adelantar que el INE seguirá gozando de cabal salud, aunque AMLO diga que México tiene una democracia muy cara y muy antidemocrática, cuando a él no le favorece. La democracia barata que propone López Obrador es una democracia que nos podría salir muy cara. Ciertamente la democracia azteca es cara, pero es mejor que sea cara, confiable y garante de la voluntad de todos los mexicanos y no de un partido político o dictador centralista.
En fin, el asunto tiene para dar y repartir, pero por ahora hay que resaltar otros dos reveses políticos que le asestaron las instituciones electorales: El Trife declaró invalida el ejercicio de la Revocación de Mandato porque sólo alcanzó el 16% cuando se requería de un 40% y por las mapachadas electorales cometidas por AMLO y su gabinete. El INE, por su lado, exige al Presidente y a su partido poner fin a la campaña de antipatriotas con la que califican a los diputados quienes votaron contra su regresiva reforma eléctrica.