“López no paseos”
Freddy Sánchez martes 10, May 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Pocos, pero muy sustanciosos: esa podría ser la apreciación de los partidarios de Andrés Manuel en un balance de los viajes al extranjero del mandatario mexicano.
El más reciente, con visitas a países centroamericanos y a “la entrañable Cuba”. En sus recorridos, el Presidente de México cosechó muestras de simpatía por parte de sus anfitriones oficiales: unos más y otros menos, sin lugar a dudas vieron con beneplácito la visita del líder de la 4T.
La que además exporta hacia algunos de los lugares visitados sus programas sociales que habrán de incrementarse con un aporte en efectivo del gobierno de Andrés Manuel.
Razón de más para el agradecimiento y el festejo como sucedió también al darse a conocer que los guatemaltecos ingresarán a los servicios del Seguro Social para su atención médica cuando lo requieran. En fin, pues, el viaje rindió buenos frutos en lo relativo al posicionamiento de la Cuarta Transformación como aliada de los gobiernos de América Latina.
A los que en su conjunto, nuestro gobierno desea ver unidos analizando y promoviendo las acciones necesarias que mejor convengan a los intereses de cada país latinoamericano contando con la solidaridad de los Estados Unidos como corresponsable de remediar los males agobiantes y persistentes en esta región del mundo.
En particular, lo que tiene que ver con la pobreza y la violencia, dos factores que obligan a los gobernantes de las naciones en cuestión a dejar que sus connacionales abandonen el suelo patrio con dirección a Norteamérica en espera de conseguir el sustento indispensable para su bienestar.
De ahí entonces que “el Tío Sam”, algunos dirán que como “tercero beneficiado” o “tercero perjudicado, a causa de los desaguisados regionales entre autoridades y grupos delictivos y los corporativos de poder económico que propician la falta de bienestar regional, el caso es que Estados Unidos “tiene vela en el entierro” de los conflictos migratorios y los perjuicios o beneficios que devienen de sus políticas capitalistas de libre mercado y las acciones derivadas de su gran poderío y presencia latinoamericana, y por ende, sería absurdo pretender soluciones a las problemáticas imperantes sin que el país de norte haga o deje de hacer lo que favorezca el buen curso de las relaciones multilaterales.
Y en ese tenor es que el gobierno de México se ha puesto a la vanguardia de la defensa de los países vecinos del gran poder de “las barras y las estrellas”, demandando, entre otras acciones solidarias, apoyo económico para impulso de los programas sociales que Latinoamérica ha decidido copiarle a la 4T.
En ese sentido, surgió la demanda mexicana de que “nadie excluya a nadie” con motivo de la próxima “Cumbre de las Américas”, porque si no van a ir todos, entonces debería cambiarse el nombre a esta reunión dijo Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores de nuestro país.
Y en el calor de la gran acogida cubana, recibiendo reconocimientos y honores de Díaz-Canel, (sucesor de los hermanos Castro), el mandatario mexicano reiteró su petición al presidente Biden para que se invite a la cumbre a los representantes de Venezuela, Nicaragua y Cuba, además de censurar las acciones estadounidenses contra los cubanos. Con lujo de detalles, pues la visita contuvo lo indispensable para agradar a los anfitriones, aunque no precisamente al gobierno de la Unión Americana, porque entre lo que sería deseable que aportaran los norteamericanos para una mejor relación multinacional y lo que cada país esté dispuesto a retribuir hay un largo trecho que recorrer. En ese aspecto hay quienes anticipan ciertas reacciones “yanquis” de desagrado por algunas de las cosas que se hicieron y se dijeron en el viaje de Andrés Manuel a Centroamérica y la Isla del Caribe.
Y es que en opinión de algunos analistas a veces se olvida que los norteamericanos hacen negocios no amistades en el mundo y de ahí que hay que cuidarse de no contrariarlos en los viajes de AMLO, a quien por cierto al salir eventualmente de México algunos lo llaman: “López no paseos”.