Contaminación y movilidad, el reto citadino
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 9, May 2022Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Reducción de contaminantes, responsabilidad de todos
La Comisión Ambiental de la Megalópolis declaró dos contingencias ambientales la semana pasada, pero si tomamos en cuenta que la medida se toma posterior a los índices de calidad del aire registrados en el día a día, pues entonces estamos hablando de que en la zona conurbada de la Ciudad de México prácticamente fueron cinco días en los que se rebasaron los límites permitidos de partículas de ozono, es decir hubo una alta contaminación en el medio ambiente y lo malo en todo este tema es que se trata del aire que respiramos.
Las concentraciones de ozono han significado para la población serias complicaciones en su salud y eso se puede ver en padecimientos asociados con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, malestares que se manifiestan con tos, dificultades para respirar, picazón en la garganta, dolor de cabeza, ojos rojos, y hasta alteraciones en la conducta, entre otras molestias de muchas personas que salen diariamente a realizar sus diversas actividades.
Ante tan grave problema, resulta indispensable reflexionar sobre el tema y no está por demás retomar o replantear aquellos programas que hablan de disminuir los esquemas de transporte motorizado para impulsar alternativas como el uso de bicicletas y/o de sistemas de transporte que hacen uso de las llamadas energías limpias, con todas sus ventajas que ello conlleva y que no es otra cosa que menos contaminación, al tiempo que con esas medidas se podría reforzar nuestra incipiente cultura de activación física, y que en su conjunto podrían ayudar a reflejar mejores índices de salud pública entre nuestra población.
Estamos a tiempo, la Ciudad de México y su zona metropolitana no pueden ser ajenas a esa realidad y quedarse con los brazos cruzados, necesitamos políticas públicas y estrategias no sólo reactivas sino también proactivas, a corto, mediano y largo plazos, que sean integrales y que contribuyan a incorporar, aprovechar y garantizar el acceso más equitativo en alternativas viables y no meras ocurrencias para hacer frente a coyunturas.
Hay que aplicar medidas que contribuyan a la reducción de la contaminación y eso se logra con la reducción del uso de los automóviles, sí, pero no sólo ver que programas como el Hoy No Circula solo se apliquen al transporte de particulares, no, esa observancia se debe aplicar con mayor rigor en los sistemas del transporte público, en camiones de carga pesada y transportes que circulan y que a todas luces y a leguas se ve que emiten grandes cantidades de partículas contaminantes, y donde por lo general recorren principales calles y avenidas de la ciudad casi a complacencia de las autoridades de tránsito vehicular.
No se deben tomar a la ligera este tipo de comentarios, el tema es grave y como para preocuparnos a todos porque, ya lo dijimos, afecta la salud propia y la de nuestras familias y de esos malestares, solo basta echar un vistazo a los comentarios vertidos la semana pasada vía redes sociales, donde a manera de advertencia se denunció la mala calidad del aire y de seguir así las cosas, ya no tardamos en pasar de simples advertencias a verdaderas situaciones de caos, en la cual se tengan que paralizar actividades empresariales, escolares, al aire libre y las deportivas, como sucedió en tiempos de la pandemia, por decir lo menos.
Esta bien que las autoridades, ante las contingencias, por un lado recomienden a la población reducir el uso de automóviles, evitar el uso de aromatizantes, aerosoles y pinturas impermeabilizantes o productos que contengan solventes y muchas otras medidas, como la realización del home office o las compras en línea, pero corresponde a todos realizar estas acciones, aun sin las llamadas contingencias ambientales, porque si las aplicamos con mayor frecuencia, en esa misma medida estaremos abonando a que mañana podamos tener una mejor calidad del aire. Que conste.
LAS CARTAS HABLAN.- Mejorar la calidad del aire en los últimos años ha sido, es cierto, una constante y un reto en los programas de los gobiernos de la Ciudad de México y entidades aledañas, y si la memoria no nos falla es de recordar que en 2019 la actual administración capitalina informó que la lucha contra la contaminación se haría con estrategia y ya no con ocurrencias, y en esas fechas se dijo que un grupo de científicos nacionales y extranjeros, comandados por el premio Nobel de Química, Mario Molina, se unirían en el combate a la contaminación en la ciudad, pero lamentablemente don Mario falleció un año después y del grupo de científicos nada se volvió a saber hasta ahora, ojalá pronto den a conocer los resultados de sus investigaciones porque la contaminación y los problemas de movilidad siguen ahí.
VA MI RESTO.- Según la ONU, la Ciudad de México es una de las ciudades más habitadas en el planeta y por ende es una urbe con alto porcentaje de congestión vehicular, de ahí que la clase gobernante de los grandes centros urbanos de todo el mundo tengan a la movilidad como uno de sus mayores desafíos, es cierto, pero es verdad que sin la participación ciudadana, en México y el extranjero, poco se podrá esperar en el intento por buscar un nuevo paradigma en materia de movilidad para nuestra capital y su zona conurbada, así que si no queremos que nuestra otrora región más transparente colapse, hay que, de entrada, desincentivar el uso de automóviles que usan combustibles contaminantes y eso nos corresponde a todos y hasta ahí porque como veo doy.