Migración y seguridad nacional
¬ Luis Ángel García lunes 9, May 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
México atraviesa por una aguda crisis migratoria que provoca presión social, problemas de seguridad interna, de seguridad nacional, de seguridad pública, tensiona las relaciones con los Estados Unidos, añade compromisos a una economía deprimida y demuestra la incapacidad gubernamental para servir como tercer país seguro.
Tradicionalmente, hemos sido una nación de tránsito para miles, quizás millones de latinoamericanos que buscan el “sueño americano”; no les interesa quedarse a trabajar o radicar aquí. Nosotros mismos hemos expulsado a más de treinta millones de compatriotas que ante la imposibilidad de tener educación y trabajo, emigran para tener mejores condiciones de vida. Ellos son los que mantienen medianamente a sus familias de este lado de la frontera.
Los trashumantes utilizan el territorio para cruzar a la Unión Americana, este proceso migratorio ha favorecido a las mafias que trafican con los indocumentados, sin la garantía de realmente introducirlos. En los últimos años, la crisis económica en el continente y la violencia en varias naciones de la región ha incrementado el número de personas que quieren abandonar sus países de origen por miseria o miedo a la muerte. Eso ha incentivado las caravanas de miles de familias que rebasan la infraestructura migratoria en nuestra frontera sur y acrecentado la presión social en estados como Chiapas, que ya tiene muchos problemas. Las autoridades migratorias no pueden controlar ese flujo e incluso han caído en la represión y la corrupción. La sobrepoblación ha generado situaciones de riesgo para la seguridad interna y la seguridad nacional, además de que los migrantes son víctimas de delincuentes o ellos delinquen para sobrevivir.
Del conflicto se benefician grupos delictivos que trafican con los indocumentados, pero también el crimen organizado recluta a muchos jóvenes como sicarios o “mulas”. No son pocos los eventos donde han sido sacrificados decenas de víctimas que se resisten a ser utilizados por las mafias, como sucedió con la masacre de San Fernando en Tamaulipas. Se ha conocido también de los muertos cerca de la frontera norte en cajas de tráileres.
Los Estados Unidos presionan a México para que frene a los trashumantes en el sur o los mantenga en el territorio nacional cuando saben que el gobierno no tiene los recursos económicos ni humanos para atender las necesidades de miles de candidatos al sueño americano. Son deplorables las condiciones en las estaciones migratorias o los improvisados campamentos administrados por la sociedad civil. Es gente que requiere de alimentación, agua, techo, colchonetas, ropa, servicios médicos y en algunos casos hasta de educación. Sin embargo, las autoridades americanas nos han obligado y convertido en virtual tercer país seguro, lo que significa que debemos aceptar a todos los migrantes rechazados por ellos y cumplir sus peticiones de estadía, incluso otorgar el carácter de asilados a miles de ellos.
Las reiteradas declaraciones del ex presidente Donald Trump -bandera electoral del republicano-, ha exhibido al gobierno mexicano en su ineficacia y sumisión a los mandatos “gringos”. Falsa la percepción de las buenas relaciones con los norteamericanos, nada de que se mantiene un diálogo entre iguales, seguimos como el patio trasero de los EUA. Nos truenan los dedos y obedecemos.
Vergonzosas las aseveraciones del ex presidente neoyorquino, al revelar el trato denigrante que dio al canciller para imponer la estrategia de convertir a 20 mil soldados en policías fronterizos en Chiapas y aceptar el plan Quédate en México, so pena de imponer sanciones arancelarias a los productos mexicanos. “será un honor…” dijo el enviado mexicano luego de consultar con el presidente electo.
México no está en condiciones de mantener por mucho tiempo a los miles de refugiados centroamericanos, sudamericanos, caribeños y ahora hasta ucranianos que ya representan problemas de seguridad pública e interna y, muy pronto, de seguridad nacional.