Para Monreal, llegó la hora
¬ Francisco Reynoso viernes 6, May 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
El domingo pasado, los 14 hermanos Monreal se reunieron en el rancho de David Monreal, en Puebla del Palmar, a poca distancia del Santuario del Niño de Atocha. El motivo oficial fue recordar a su padre, don Felipe Monreal, en el día de su natalicio.
El motivo real del cónclave fue decidir si llegó la hora de salir de Morena y romper con Andrés Manuel López Obrador.
Saúl Monreal, el menor de los 14 hermanos, presidente municipal de Fresnillo, recuerda que don Felipe inculcó a la familia la costumbre de discutir entre todos los problemas y las decisiones familiares importantes.
Los juntaba a todos y pedía que cada uno dijera su opinión. Al final la decisión la tomaba él, pero escuchaba con atención lo que cada uno quería decir.
Este domingo el convocante fue Ricardo Monreal. Don Felipe murió en noviembre de 2002. Y presuntamente el tema a tratar en el cónclave fue una posible repetición del “Monrealazo” que en 1998 llevó a Ricardo a la gubernatura de Zacatecas.
Enfrenta al Presidente
En 1998, en su casa de Puebla del Palmar, los 14 hermanos Monreal se reunieron con Felipe Monreal Huerta, su padre, para decidir el futuro político de Ricardo Monreal.
Papá Monreal tenía 40 años o más militando en el Revolucionario Institucional. Y Ricardo, 23.
Empero, había que tomar una decisión crucial: salir del Revolucionario Institucional o someterse a las decisiones represoras y arbitrarias del presidente Ernesto Zedillo y del líder nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer.
Don Felipe escuchó a todos sus hijos y los argumentos de Ricardo.
Cerrarle la puerta a la candidatura de Zacatecas era orden del presidente Zedillo, no de cualquier pelagatos del PRI.
Romper con el tricolor implicaba, necesariamente, romper con el Presidente de la República.
Y con todo el aparato político que manejaba.
Don Felipe dictó la sentencia: “Nos vamos. Y nos vamos todos”.
Y el 12 de septiembre de ese 1998, nadando contra la corriente oficialista y los aún poderosos aparatos del PRI: Zedillo era Presidente, Arturo Romo gobernador; y la dirigencia nacional del tricolor era absolutamente abyecta a Los Pinos, Ricardo Monreal rindió protesta como gobernador de Zacatecas.
En la gayola de recinto legislativo dos eran los invitados de honor: Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional del PRD, y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, primer regente del DDF electo en las urnas.
Lealtad perruna
Este domingo, en Puebla del Palmar, Fresnillo, los hermanos Monreal habrían tomado una decisión sobre seguir en Morena y someterse a los designios y caprichos de Andrés Manuel López Obrador. O dar el nuevo “Monrealazo”, abandonar Morena y romper relación con el “caudillo” López después de 25 años de relación estrecha e intensa.
Lo que hayan decidido los Monreal es previsible.
El presidente López nunca le dará la candidatura presidencial a Ricardo.
Y no se la daría por dos razones. Una, Ricardo no es garantía de lealtad incondicional; obediencia perruna después de ascender al poder. Y López Obrador quiere seguir mandando en México.
Y dos: López Obrador parece muy definido con Claudia Sheinbaum Pardo, quien sí le garantiza total sumisión y hacer y decir exactamente lo que le digan.
Hay quienes piensan que el “bueno” es Adán Augusto López. Sin embargo, el tabasqueño, ahora secretario de Gobernación, también tiene el mismo defecto que Monreal y que Marcelo Ebrard: puede pensar por sí mismo, tiene iniciativa y agallas para, en el momento en el que el país lo requiera, romper con el hoy todo poderoso y líder supremo de la 4T y de Morena.
Traidores a la patria
La pregunta que mucha gente hace, incluidos varios de los hermanos Monreal, es ¿con quién se haría el segundo “Monrealazo”?
Algunos creen que la opción natural de Ricardo sería el bloque Va por México, de PRI, PAN y PRD. Sus posibilidades de triunfo serían tantas como las que tuvo en Zacatecas en 1998.
Sin embargo, parece difícil que el PRI le reabra sus puertas. Carece de candidatos competitivos, pero Alito Moreno no querrá ofender a la militancia como lo hizo Enrique Ocho,a al postular a José Antonio Meade.
Y el PAN jamás aceptaría convertir en su candidato a la Presidencia de la República a Ricardo Monreal.
Entonces sí, la gente podría gritarles, y con razón, que son traidores a la patria.