La pequeñez del enano
Armando Ríos Ruiz miércoles 4, May 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Nuestro Presidente es exactamente igual que los grandulones en las escuelas primarias y hasta secundarias que se dedican a tratar a punta de amenazas y golpes a los menores, a los más enclenques, a los que rehúyen de los pleitos por la razón que se quiera imaginar. A los que se encantan por aplicar la moderna actitud denominada bullying en los más desprotegidos.
Alguien dirá que soy quien tiene que entenderlo, porque en su concepto debo estar más que ciego por carecer de la capacidad de advertir que trabaja por y para los pobres, a quienes trata como jamás otro Presidente lo había hecho. Porque ha demostrado que los adora y siempre los tiene en mente. Al revés de otros, que siempre trabajaron para los neoliberales, fifíes y conservadores.
De hecho, ha ocurrido que de inmediato etiquetan a personas como un servidor, de neoliberal y de conservador. Aplican los términos recién adquiridos en este sexenio, que su maestro y guía les ha enseñado. Si escribo, soy chayotero o lo era y eso ya se acabó. Si hablo mal del gobierno en turno, soy neoliberal y digno de otros calificativos copiados fielmente a su gurú.
Debe ser triste para los enanos de mente, que al tratar de exponer una idea, dejan ver que lo son más que lo que se creía. Que demuestran su pequeñez, simplemente al copiar de otro las palabras para denostar al que creen su enemigo a muerte, por el hecho de que el maestro los señala de esa manera.
Lo anterior viene a cuento por lo que recientemente dijo el ex Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que no le costó trabajo doblar a su homólogo mexicano, con la amenazas de imponer aranceles a las importaciones, si no actuaba para impedir el arribo de migrantes a la Unión Americana.
De inmediato, la reacción consistió en enviar a casi 30 mil elementos de la Guardia Nacional que sirvieron como el muro que Trump prometió levantar en la frontera. En Tijuana, Morena celebró con bombo y platillo el trato obtenido, mientras Monreal también festejaba con declaraciones:
“El acuerdo alcanzado es una buena noticia para el país”. “Se recupera la estabilidad económica, se recobra la confianza y se genera la posibilidad de mayores inversiones extranjeras. “Se demuestra que México tiene un Presidente estadista, que prefirió la prudencia, la conducción política y el diálogo frente a la confrontación y la provocación. “Buen estadista quien nos gobierna”.
Son palabras de alguien que aspira a que el dedo del gran elector se pose en su figura, por más que éste no parece tenerlo entre sus preferidos, aún con todos los elogios aduladores que el legislador le lanza. No son mágicos.
Pero en la óptica de quienes no ven en Morena más que a una agrupación política cuyo dueño es el Presidente, las opiniones son bien distintas, más congruentes, más apegadas a la realidad.
Francisco Moreno, michoacano por nacimiento y director ejecutivo del Consejo de Federaciones Mexicanas, con residencia en Los Ángeles, California, señaló que “López Obrador efectivamente se dobló ante la exigencia de Trump y ante la amenaza de los aranceles famosos. Puso a la orden de Estados Unidos a 28 mil soldados mexicanos de la Guardia Nacional para contener como muro humano a la migración”.
¿Cuál fue la respuesta de López? “Así es él”, en lugar de hacer una justa y airada reclamación gracias a su investidura de Presidente de un país vecino. Más hoy, que Trump no ocupa ningún cargo en el gobierno del norte y que se expresa sólo en su calidad de ex mandatario, pero como un ciudadano común.
Si tal declaración hubiera sido de algún funcionario mexicano o de algún ciudadano, ya hubiera dedicado una sarta de mañaneras en denostarlo y en condenarlo. Seguramente sabe que el peso de un Presidente es descomunal frente a cualquiera y aun así, no ha medido consecuencias cuando sataniza a sus adversarios, como les llama. Ahí están los “traidores a la patria”.