El doloroso mundo de la explotación laboral infantil
Luis Muñoz jueves 28, Abr 2022Segunda vuelta
Luis Muñoz
Recientemente se dio a conocer que el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) calcula que en el mundo hay unos 400 millones de niñas y niños que son cometidos a las peores formas de explotación laboral infantil.
De acuerdo con Vorágine, que cita a la académica de la Escuela Nacional de Trabajo de la UNAM, Carmen Gabriela Ruiz Serrano, en México no se conoce el porcentaje de infantes que son explotados, situación que empeoró durante la pandemia de la Covid-19.
Sin embargo, cifras derivadas de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019 del INEGI, estiman que en México 3.3 millones de niños y niñas de 5 a 17 años se encuentran en condiciones de trabajo infantil, lo cual representa una tasa de 11.5 por ciento.
La explotación raya en lo más deplorable; esclavizados en trabajos denigrantes y peligrosos para su salud y desarrollo. La académica da cuenta que la UNICEF documentó las peores formas de trabajo infantil en donde se identifica la utilización de este sector poblacional en campos mineros, agrícolas y ahora en su uso para la mendicidad forzosa, en donde hay una expresión marcada en nuestro país.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio como el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil con el propósito de exponer los riesgos en los que se encuentran las niñas, niños y adolescentes que realizan algún tipo de trabajo infantil. Para avanzar en su eliminación, subraya la OIT, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se estableció poner fin a cualquier forma de trabajo infantil para 2025.
La inclusión al mercado laboral a edades tempranas puede traer consecuencias que afectan el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes, pues un menor de edad que trabaja puede, por un lado, disminuir el tiempo y calidad invertido en el estudio u otras actividades que favorecen su crecimiento y, por otro, exponerse a sufrir algún problema físico o psicológico por realizar actividades no adecuadas.
Para la académica Ruiz Serrano, a propósito del Día Mundial Contra la Esclavitud Infantil (16 de abril), Ruiz Serrano, desafortunadamente en el territorio nacional se presenta una situación compleja debido a que los menores -quienes representan la tercera parte de la población- viven en condiciones de vulnerabilidad.
“Tenemos un aproximado de 40 millones de niñas y niños en el territorio nacional, y de estos la mitad vive en condiciones de pobreza y no logra satisfacer sus necesidades fundamentales; respecto a los menores de referente indígena, nueve de cada 10 tampoco logran ejercer y satisfacer sus derechos”, destaca.
Otro aspecto que lacera es que en el país se ha documentado la mendicidad forzosa (conducta que se encamina a obligar a una persona a pedir recursos en espacios públicos, bajo un aspecto denigratorio), y la explotación sexual.
Además se sabe del desafortunado incremento de la pornografía infantil, sobre todo en estos dos últimos años, aunque no se tienen cifras fidedignas que nos den cuenta de esto, hay asociaciones que han dicho incluso de un aumento de 300 por ciento”.
El Inegi definió el trabajo infantil como la participación de las niñas, niños y adolescentes en formas de trabajo prohibidas que, de acuerdo con la legislación nacional, así como los convenios y recomendaciones internacionales, se refiere a la participación de personas de 5 a 17 años que durante un periodo de referencia determinado participaron en el mercado laboral en sectores de actividad peligrosa, empleados por debajo de la edad mínima y ocupados en servicios domésticos no remunerados de carácter peligroso, por realizarse en horarios prolongados y/o en situaciones de exposición a riesgos.
Huelga decir que hay espacios o sitios como fábricas donde se usa la mano de obra infantil. “Se tiene a los niños por largas horas en la maquila, porque sus manitas son muy delgadas, y eso permite que puedan hilvanar con mayor cuidado”, apunta Ruiz.
Para finalizar, advierte que el panorama no resulta nada alentador frente a estos escenarios empobrecidos, precarizados, y además hoy permeados por el crimen organizado, por las violencias; parece que no tenemos un futuro que sea muy certero para nuestra niñez”.
Las “cuentas alegres” en seguridad
En su informe del lunes de esta semana, acerca de la incidencia delictiva en la Ciudad de México, el titular del Consejo Ciudadano Salvador Guerrero Chiprés, dio a conocer que hay una baja en los delitos de alto impacto del 56% durante los primeros tres meses de este año (comparado con el mismo periodo de 2019), aunque la percepción de los capitalinos no concuerde con esta afirmación.
Guerrero Chiprés dijo que en el robo de vehículos sin violencia, hubo una baja del 59%; en tanto que en el caso de los robos con violencia, la reducción fue de 77 por ciento.
El robo a pasajeros al interior del Metro tuvo una cifra récord de disminución, con 74.6% menos entre enero y marzo pasado, respecto al mismo periodo del 19.
En resumen, para el CC “hay una clara tendencia descendente”, incluso en los robos con violencia a negocio, lo cual se ve desde abril de 2019, pues ha habido una disminución del 68% en este delito.