Sucesora de AMLO
Freddy Sánchez jueves 28, Abr 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El Presidente le puso nombre y apellido a los que a su parecer podrían convertirse en los precandidatos presidenciales de la oposición.
Carlos Loret de Mola y Chumel Torres figuraron en su lista.
Algunos dijeron al respecto que debió ser una broma y el afán de ironizar de Andrés Manuel la inclusión de ambos personajes que como cualquier persona elegible puede llegar a la Presidencia, aunque el primer mandatario en apariencia sólo dijo lo que dijo sin creerlo realmente.
A otros mencionados y los no tomados en cuenta por el jefe del Ejecutivo federal como interesados en participar en la contienda presidencial en representación de los adversarios políticos de la 4T, gente del propio gobierno y de la sociedad civil les concede mayores oportunidades de convertirse en el representante común del frente opositor o en su caso abanderar las candidaturas presidenciales del PRI, PAN y PRD.
Como quiera que sea, lo dicho por el Presidente mueve a curiosidad y a suspicacias por la razón que haya tenido Andrés Manuel para opinar sobre el posible candidato presidencial opositor al que tendrá que enfrentar el contendiente de Morena con la aprobación naturalmente de quien despacha en el Palacio Nacional.
En ese tenor dos motivos pueden considerarse. Por un lado, la consabida estrategia presidencial de echar mano de cualquier asunto polémico con el propósito de dirigir la atención de la conversación pública hacia un tema y desviarla de otro.
Y en segundo lugar, poner en el interés de sus opositores la urgencia de buscar y nombrar al candidato presidencial que represente al bloque opositor suponiendo que tal cosa no sucederá por los intereses políticos de cada grupo y la dificultad que enfrentarán de hallar a un abanderado común para la contienda de 2024.
La apuesta presidencial de estar en lo cierto, necesariamente significaría debilitar la unión entre el Partido Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática que juntos fueron ”dinamita pura” contra el proyecto de las reformas legislativas constitucionales que le interesa concretar al presidente y en primera instancia no pudo hacerlo en relación con las disposiciones legales en materia de electricidad.
Es más que evidente que para el gobierno de Andrés Manuel resulta de fundamental importancia buscar por cualquier medio que sus opositores actúen independientemente, tanto en las cuestiones legislativas por resolver como en lo concerniente a la disputa por la presidencia para el siguiente periodo sexenal.
El “PRIANRD” con el apoyo de Movimiento Ciudadano anularon por completo a Morena en el Congreso al mantenerse sólidamente unidos en una posición y la voluntad de no echarse atrás en ningún momento para ponerle freno al prurito morenista de legislar acatando órdenes de Andrés Manuel sin “quitarle ni un punto ni una coma” a sus iniciativas de ley, lo que en el tema eléctrico no prosperó porque el bloque opositor se impuso rotundamente.
En ese sentido, cabe mencionar que los opositores al partido en el poder actuaron como defensores de la voluntad legislativa de 23 millones de electores, (tres más que los de Morena), asumiéndose justamente como depositarios de esa confianza en materia de reformas constitucionales para impedir que los morenistas hagan cuanto se les antoje y quieran hacer. Cosa que no pudieron porque la oposición unida los puso quietos.
De modo entonces que el éxito del bloque opositor abre una expectativa de viabilidad para el regreso de la oposición al poder presidencial en 2024, pudiendo ganarle a Morena si se logra una candidatura común entre PRI, PAN, PRD y Movimiento, previa concertación para repartir posiciones de gobierno y los escaños y las curules que deberán tener nuevos ocupantes después de la elección presidencial.
Así que desunir a la oposición es tanto o más importante para Morena que la decisión de apoyar o no la candidatura de una posible sucesora de AMLO.