La violencia contra las mujeres
¬ Augusto Corro miércoles 27, Abr 2022Punto por punto
Augusto Corro
El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, no se anduvo con rodeos al señalar que frente a la “gravísima situación de violencia, traducida en 24 mil 600 niñas y mujeres desaparecidas en México hay “celos” y “pereza institucional” de los gobiernos para trabajar de manera conjunta y atacar la crisis.
La desaparición de mujeres se asocia a distintas causas; pero particularmente a delitos que atentan contra su vida e integridad como la trata de personas y la agresión sexual, declaró el funcionario en el Segundo Encuentro de la Coordinación Nacional Técnica de Armonización y Aplicación del Protocolo Alba, en Morelia, Michoacán.
Explicó que el Protocolo Alba es un mecanismo de atención, reacción inmediata y coordinación institucional para la búsqueda de mujeres desaparecidas, que aunque ha funcionado de manera importante, “es insuficiente”.
Por otra parte, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) informó que el número de denuncias por agresiones contra mujeres presentadas en marzo pasado fue de 2 mil 287 casos de violación, la mayor cantidad desde 2015. El Estado de México fue la entidad donde más violaciones se denunciaron, con un total de 819.
En relación con el feminicidio, durante marzo se registraron 70 casos en todo el país, un descenso respecto a febrero, cuando se registraron 80 denuncias. En el presente año, el Edomex es el estado con más asesinatos de mujeres, con 39; seguido de Nuevo León y Veracruz, con 21 casos cada uno.
Las declaraciones sobre los feminicidios y en general la violencia contra las mujeres se da en un marco de temor y desesperanza por la muerte de Debanhi Escobar, de 18 años, ocurrida en Escobedo, Nuevo León. El cuerpo sin vida de la universitaria apareció en una cisterna de un motel, tras 13 días de búsqueda. La lentitud e ineptitud de las autoridades se evidenció en las investigaciones. La Fiscalía, según se informó, varias veces estuvo cerca de la cisterna; pero no encontró a Debanhi hasta que los empleados del motel se dieron cuenta del olor que surgía del depósito de agua. Ahora, una comisión de agentes federales se encuentra en Monterrey para ayudar en la investigación.
El subsecretario Alejandro Encinas, como señalamos al principio, sólo habló de una parte del grave problema de agresiones a las mujeres, en el que caben los celos entre los funcionarios, así como “pereza institucional” para atender los casos. Cabe señalar que al planteamiento anterior debe sumarse la falta de recursos económicos para la atención de casos de personas desaparecidas.
Sobre la “pereza institucional”, se puede interpretar que se trata de funcionarios públicos, investigadores, etc., que con acciones burocráticas no atienden con prontitud a quienes presentan denuncias por algún delito contra las mujeres. En la desaparición o secuestro, tiene que transcurrir un tiempo determinado para que intervengan las autoridades respectivas.
Obviamente, se pierde un tiempo muy valioso para determinar el paradero de la persona desaparecida. Se trata, pues, de la falta de una estrategia de previsión contra ese tipo de delito. Los gobiernos municipal, estatal y federal deben borrar las divisiones de “celos” y dejar a un lado la “pereza institucional” para actuar con rapidez y efectividad.
El feminicidio y los demás ataques a las mujeres no desaparecerán como por arte de magia. Llevará su tiempo erradicar estos delitos, pero es importante revisar y aplicar estrategias que funcionen. Cada vez son más las mujeres que exigen justicia para las víctimas y castigo para los criminales. ¿Habrá pensado el gobierno federal en nuevas leyes para brindar seguridad a la población? Lo dudamos.
¿Usted qué opina amable lector?