Gonzalo Guerrero en Xcaret, a 500 años
¬ José Antonio López Sosa jueves 26, May 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Valladolid, Yucatán.- Ya hemos hablado en los días pasados sobre lo que representa la edición anual de la Travesía Sagrada Maya, organizada y patrocinada por Experiencias Xcaret, ahora damos lugar a un tema controvertido e interesante que tiene que ver con el turismo, la cultura y la historia, se trata de la historia de Gonzalo Guerrero.
Con el turismo porque precisamente fue en las costas de Quintana Roo, Belice, Guatemala y Honduras donde posiblemente llegaron víctimas de un naufragio un grupo de españoles, que según cuentan distintas versiones, comenzaron siendo 20 (18 hombres y 2 mujeres) y llegaron sólo 8 hombres, cayendo en manos de los “cocomes” quienes mataron e inclusos se comieron a algunos de ellos, quedando solamente Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero como sobrevivientes, fueron después vendidos a los Tutul Xiúes, una tribu maya donde viven como esclavos hasta que -cuenta la leyenda- al salvarle la vida Guerrero al último de sus dueños matando a un caimán, se le concede la libertad. Guerrero se casa tiempo después con la princesa Zazil Há y forma la primer familia mestiza en el continente, hecho que le atribuye ser el padre del mestizaje, se asume que ello ocurrió al norte de la bahía de Chetumal.
Fueron historias paralelas, el sufrimiento de Gerónimo de Aguilar y el acoplamiento a los mayas de Gonzalo Guerrero, dos vidas que perseguían rumbos distintos y que al final del día, cuando llega Hernán Cortés a las costas de Yucatán los define, Aguilar regresando con los suyos y Guerrero quedándose con los mayas como narró Bernal Díaz del Castillo en “La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”: “Hermano Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos. Tienenme por cacique y capitán, cuando hay guerras, la cara tengo labrada, y horadadas las orejas que dirán de mi esos españoles, si me ven ir de este modo? Idos vos con Dios, que ya veis que estos mis hijitos son bonitos, y dadme por vida vuestra de esas cuentas verdes que traéis, para darles, y diré, que mis hermanos me las envían de mi tierra. La mujer con quien el Guerrero estaba casado, que entendió la plática del Gerónimo de Aguilar, enojada con él dijo: Mirad con lo que viene este esclavo a llamar a mi marido, y que se fuese en mala hora, y no cuidase de más. Hizo de nuevo instancia Aguilar con el Guerrero, para que se fuese con él: diciéndole, que se acordase era cristiano y que por una india no perdiese el alma, que si por la mujer y hijos lo hacían que los llevase consigo, si tanto sentía el dejarlos. No aprovechó tan santa amonestación, para que el Gonzalo Guerrero (que era marinero, y natural de Palos) fuese con Gerónimo de Aguilar, que viéndole resuelto en quedarse, se fue con los dos indios de Cozumel (Cuzamil) al paraje, donde quedó el navío”.
Finalmente, Gerónimo de Aguilar se convirtió junto con La Malinche en el intérprete de Cortés para iniciar la conquista del centro de Mesoamérica, Gonzalo Guerrero permaneció con los mayas y adoptó vida y religión, inclusive narran que su primogénita fue sacrificada en Chichén Itzá como parte de un ritual maya. Falleció cerca de Puerto Caballos en Honduras en el año de 1536, luchando contra los españoles.
La importancia de esta historia tiene que ver con un mestizaje distinto, nuestra herencia española la vemos reflejada hasta nuestros días en la imposición de la cultura europea sobre los pueblos originarios indígenas que ocupaban el territorio mexicano, nuestras ciudades y nuestras vidas (incluyendo religión, formas de organización social y rasgos culturales positivos y negativos) tienen que ver con la vida europea del siglo XVI que llegó a imponerse a América, de ahí parte nuestra historia moderna y llegamos hasta el día de hoy, a ser lo que para bien o mal somos, sin embargo, la historia de Gonzalo Guerrero demuestra lo contrario aunque sea en un caso, cómo un español logró adaptarse y convertirse a la forma de vida de los mayas, a cambiar su religión, su escala de valores y sobre todo, su forma de vida al integrar una familia, un mestizaje quizás como debió ser cuando un extraño y forastero llega a una civilización ya establecida.
El único sitio donde he visto referencia a Gonzalo Guerrero es en Chetumal, capital de Quintana Roo que inclusive se hace llamar la cuna del mestizaje por este hecho, pero su historia ha desaparecido de libros de texto y de la historia oficial reduciéndose en algunos casos, a comentar la anécdota como parte de la historia de la conquista española y la instauración del Virreinato de la Nueva España.
En la Travesía Sagrada Maya de este año se introdujo el personaje de Gonzalo Guerrero porque precisamente se cumplen 500 años de su llegada a tierras mayas, fue en 1511 cuando el naufragio lo llevó a estas costas. Desde una perspectiva artística fuimos testigos de cómo el español se fue convirtiendo en maya, inclusive -como al parecer sucedió- participando en una de las travesías sagradas para venerar a la diosa Ixchel. Así pues parte de nuestra historia es recordada y compartida por Experiencias Xcaret en esta Travesía Sagrada.
Al final del día mi duda persiste, ¿no merece Gonzalo Guerrero un lugar menos olvidado en la historia de nuestro país?
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