Cunde el antimexicanismo
Alberto Vieyra G. miércoles 27, Abr 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Llamó a los mexicanos “la basura del mundo” y ahora, nuevamente el diablo anda suelto en campaña electoral rumbo a la Casa Blanca para 2024, usando la bandera del antimexicanismo como ponzoñosa estrategia electoral.
“Nunca he visto a nadie doblarse así”, afirmaría Donald Trump.
Sí, el lunático populista de extrema derecha que más ha dividido a los norteamericanos, Donald Trump ha reaparecido en la escena política norteamericana y al primero que agarró de su puerquito fue a México y a su alteza pequeñísima, Andrés Manuel López Obrador diciendo que fácilmente lo dobló con las amenazas de declarar “terroristas” a las mafias criminales e imponer aranceles, esto es impuestos a los productos hechos en México, sino frenaba con 20 mil soldados la migración ilegal centroamericana. “Nunca he visto a nadie doblarse así”, diría la bestia trumpiana. Y no sólo fueron 20 mil soldados, sino que el llamado Tartufo de Palacio Nacional desplegó a casi 30 mil soldados de la Guardia Nacional, demostrando con ello que se dobló ante su patrón, aunque él jure y perjure que la bestia trumpiana “fue muy respetuoso y decente”. ¿Respetuoso quien califica a los mexicanos de “basura del mundo”? López Obrador demostró su lacayismo hacía Donald Trump y los Halcones de Washington y hasta le fue a hacer la campaña electoral como diciéndole “aquí toy, señor presidente… lo que usted diga, señor presidente y por favor no se enoje imponiendo a México sanciones económicas”.
Tenía razón Vicente Fox cuando afirmaba que “los mexicanos hacen en Estados Unidos el trabajo que ni los negros quieren hacer”. Obvio que su expresión racista le mereció mentadas de los güeros y de los no tan güeros. Pero lo cierto es que la mano de obra mexicana ha sido pilar fundamental en el desarrollo y la economía de Estados Unidos.
La cuestión es que el odioso pelos de elote está otra vez en campaña electoral y hará cera y pábilo con su antimexicanismo que le redituará muchos votos entre los fundamentalistas de los Ku Klux Klan y de otras organizaciones racistas que se sienten hechos a mano y bordados en oro, pues sostienen la infame tesis Hitleriana de que “la raza blanca es la más pura del mundo”.
Lo triste es que en México tenemos a un Presidente que se dobla muy fácil ante el imperio norteamericano. Los mexicanos no tienen quién los defienda ante los embates de quienes históricamente han sido sus verdugos y no son otros más que los antiguos colonizadores de Texas, esos que llegaron procedentes de Inglaterra, pero que en 1830 perdieron una inédita guerra contra arrieros y burros mexicanos que transportaban mercancías desde el centro del país a todo el estado de Texas, pero cuando se declararon en paro en Nuevo Laredo, esos verdugos chillaron y pidieron que los arrieros mexicanos siguieran transportando sus mercancías al Estado texano. Aquellos fundamentalistas no amenazaron con imponer las sanciones con las que Donald Trump doblegó a su alteza pequeñísima.
Ahora, los mexicanos tenemos que estar muy alertas defendiéndonos todos los días del populismo y antimexicanismo de la bestia trumpiana y de la guerra de odios que a temprana hora sale de Palacio Nacional dividiendo y enfrentando a los mexicanos.
Cobra vigencia aquel dicho de Porfirio Díaz: “Pobre de México tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.