“Fue gratis, nunca he visto a nadie doblarse así”, dice el amigo Trump
Miguel Ángel Rivera martes 26, Abr 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Eso, en términos llanos, se llama “salirse por la tangente”.
También se puede decir que es la diferencia entre un candidato en campaña y un presidente en funciones.
Me refiero a la contestación (que no respuesta) que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador a la revelación del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump acerca de la forma como lo doblegó para a convertirse en policía migratoria de los Estados Unidos y aceptara el programa que tanto había criticado de “permanece en México”, por el cual nuestro país se convierte en antesala en la cual deben permanecer los migrantes de otras naciones que desean llegar a la Unión Americana.
“Fue gratis, nunca he visto a nadie doblarse así”, alardeó Donald Trump, durante un mitin del pasado 23 de abril, del cual apenas recientemente se reveló en México una parte, en la cual el ex mandatario estadunidense presumió que, durante su mandato, había amenazado al gobierno mexicano con imponer elevados aranceles si éste se negaba a implementar un despliegue militar en la frontera, así como el programa “Quédate en México”.
“Necesitamos 28 mil soldados en la frontera, gratis”. Me miró (el canciller mexicano Marcelo Ebrard) y me dijo algo como: “¿Gratis?, ¿Por qué haríamos eso?”, relató el empresario afirmando que “el máximo representante de México” se había negado a la petición, pero rectificó sumisamente tras la amenaza de aranceles.
“Nunca he visto a nadie doblarse así”, precisó el ex gobernante.
A pesar de las evidencias en contrario, el primer mandatario mexicano ha negado siempre que su gobierno se hubiese sometido a las exigencias de los Estados Unidos para convertir a nuestro país en traspatio o filtro para que la vecina nación reciba a los migrantes procedentes de terceros países.
El Presidente mexicano que tan enérgico se manifiesta ante cualquier aparente crítica y que durante mucho tiempo, durante su campaña electoral, manifestó desacuerdos ante la actitud del ex presidente estadounidense, pero ya como mandatario hasta presumió de convertirse en su “amigo”.
Pero, Trump, que al parecer su pecho tampoco es bodega, ahora presume la forma como sometió a los mexicanos para construir una barrera a la migración y gratis, como le había ofrecido a sus electores.
Al ser interrogado acerca de este tema, en la mañanera de ayer, el otras veces claridoso, agresivo y hasta ofensivo gobernante mexicano, eligió no entrar al meollo del asunto. Por eso digo que se salió por la tangente.
Sin desmentir lo revelado por Trump, el presidente mexicano optó por manifestar que las palabras de su “amigo” no lo ofenden. López Obrador se refirió al buen vínculo y respeto que le guardó durante su ejercicio como mandatario: “A mi me cae bien aunque es capitalista”, declaró entre risas y en alusión a que Trump lo definió como “uno de los socialistas que me gustan”.
Más directo, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, declaró que la actual administración “no tiene nada de que avergonzarse”.
¿Dónde quedó el beligerante candidato presidencial?
“Es una canallada que Trump y sus asesores se expresen de los mexicanos como Hitler y los nazis se referían a los judíos, justo antes de emprender la infame persecución y el abominable exterminio”, escribió en su libro Oye Trump, publicado en 2017, el entonces beligerante y combativo candidato presidencial por tercera ocasión.
Trump llamaba entonces a los migrantes mexicanos “bad hombres”.
Además, López Obrador demandó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares contra el magnate. También envió una carta a la ONU para cuestionar sus acciones.
“Esos días ya pasaron. Ahora AMLO suele destacar la actitud del presidente estadounidense hacia su gobierno: “El discurso con relación a México ha sido más respetuoso de cómo se expresaba anteriormente, cosa que agradecemos mucho”.
Y, a su vez Trump, dice de López Obrador: “Es mi amigo y un hombre maravilloso. Ansío reunirme con el presidente”, escribió en su cuenta de Twitter, dice una recopilación de CNN Mundo poco antes del encuentro de los dos presidentes en julio de 2020.
A su vez, El País recogió estas palabras del mandatario mexicano: “No vamos a apostar por la ruptura (de relaciones). Nosotros pensamos que tiene que haber una relación de respeto y cooperación con EU. Pero deberemos hablar con el presidente Trump para hacerle entrar en razón”, señaló.
En esa oportunidad, acerca del narcotráfico, López Obrador insistió en la naturaleza dual del problema e insistió -como ha hecho el Gobierno de Enrique Peña Nieto- en que no debe ser sólo un asunto de México, si no que ambos gobiernos deben cooperar.
Por su parte, el portal Animal Político, recordó que, cuando López Obrador era candidato a la presidencia fue muy crítico con su actual socio en Washington, promovió demandas ante la ONU y la CIDH en su contra, e incluso escribió un libro, “Oye Trump”, en el que lanzaba duras acusaciones contra el presidente estadounidense. Todo cambió una vez llegó al gobierno.
También se recuerda que, en agosto de 2016, el entonces presidente Enrique Peña Nieto invitó a Los Pinos a Donald Trump, quien todavía era candidato a la Casa Blanca. López Obrador, quien fungía como presidente del Comité Ejecutivo de Morena, rechazaba la invitación por considerarlo una intromisión en asuntos de otro país y aseguraba que él no hubiese solicitado la visita de ningún candidato: ni de Trump ni de Hillary Clinton, que aspiraba a la presidencia por el Partido Demócrata. “Debemos ser prudentes, precavidos y no meternos en la vida interna de ningún otro país, para que ellos no se metan en las decisiones que solo corresponde a los mexicanos”, dijo.
En diciembre de 2016, ya con Trump como presidente electo, López Obrador marcó distancias con el magnate. En un acto celebrado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el entonces líder de Morena anunció: “vamos sin balandronadas, sin amenazas, de manera responsable a defender la soberanía de México, vamos a defender la soberanía de México y vamos a defender a nuestro pueblo. No se resuelven los problemas sociales con muros, con redadas, con la militarización de la frontera, con deportaciones.
“Si se necesita vamos a venirnos a instalar a la frontera para defender a los migrantes, para defender a los mexicanos, pero también no hay que tener miedo exagerado, no olvidar que por nuestros antepasados, los antepasados de ustedes aquí en la frontera México es un país libre, independiente, soberano, no somos colonia de ningún país extranjero”, dijo entonces López Obrador.
El 20 de enero de 2017, en Ciudad Acuña, Coahuila, López Obrador respondió al discurso de toma de posesión de Trump. El inquilino de la Casa Blanca había insistido en su idea de construir el muro. “Lo expresado por el presidente Trump en su mensaje de hace unas horas, significa todo un retroceso en la política exterior de los Estados Unidos y una vulgar amenaza a los derechos humanos”, aseguró AMLO.
López Obrador exigió al entonces presidente, Enrique Peña Nieto, que pidiese una reunión con su homólogo para discutir, entre otras cuestiones, las amenazas contra los migrantes y el anuncio de aranceles y políticas proteccionistas por parte de EU. No descartó acudir a instancias internacionales para hacer frente a estas prácticas.
Dos días después, también desde Coahuila, aseguraba que “así como Trump ha venido hablando de medidas a favor de Estados Unidos y en contra de México, que ahora de manera respetuosa, pero firme Peña Nieto ponga sobre la mesa en donde esté los asuntos que interesan al pueblo de México y a la nación”.
Le recomendó al entonces presidente: “nada de irse a tomar la foto, porque eso no ayuda, y que siga avanzando el clima de incertidumbre o de amenaza contra México. Que de una vez se defina qué es lo que queremos los mexicanos en cuanto la relación con Estados Unidos, una agenda muy clara, que se ponga esa agenda, repito, sobre la mesa”.
El día de su encuentro con Trump, los dos como presidentes, López Obrador se expresó de forma distinta: “Usted no nos ha tratado como colonia, al contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso, estoy aquí. Para expresar al pueblo de EU que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto”.
Como se aprecia, el tiempo y el poder (o no poder) hacen que cambien las cosas.