“Constructores de paz”, nueva forma de comprar voto para el 2024
Adriana Moreno Cordero jueves 21, Abr 2022La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
Con la amenaza de Estados Unidos encima en un nuevo conflicto internacional porque el gobernador de Texas, Greg Abbott, -muy al estilo Donald Trump, por cierto-, reiteró que si México no se hace responsable de frenar la migración irregular hacia Estados Unidos, entonces volverá a imponer las inspecciones a camiones mexicanos y que ya se dio muestra de ello, al colapsar el mes pasado la frontera porque duraban horas y horas y quién pagará el costo político será el presidente Andrés Manuel López Obrador, amenazó el gobernador texano.
Tuvo lugar un bonito “stand-up” mañanero más, en el que preocupado, porque no pudo disimular lo contrario, el de Tepetitán escuchó las alegres cifras que presentó ni más ni menos que la secretaria de SegurifFederal, Rosa Icela Rodríguez, quien por su parte, tampoco pudo “maquillar”, como lo hubiera deseado, una supuesta reducción en homicidios dolosos.
Eso sí, la funcionaria se cuidó de hablar del feminicidio, porque entonces sí le hubiera ido mal, pues es evidente la situación de este delito que se ha incrementado sustancialmente y la “estrategia” de “abrazos, no balazos”, de plano funciona menos.
Pero es precisamente esta “estrategia”, la que ha demostrado hoy por hoy que sólo sirve para comprar votos y no para combatir a la delincuencia organizada.
A lo largo de sus poco más de tres años de gestión, López Obrador ha demostrado que no tiene ni el objetivo, ni la tecnología, ni cuerpos de seguridad suficientes para combatir el fenómeno del narcotráfico. Frente a los cárteles, que se han adueñado del país, el tabasqueño hace como que no los ve, eso sí, la familia de Joaquín Guzmán Loera, “el Chapo”, como dice un clásico refrán, “se cuece aparte”.
Y como no los puede combatir, esta errada y llamada Cuarta Transformación opta por “quitarles a los jóvenes”. El problema es que tampoco cuenta con los recursos para hacer eso y el “botón” de muestra se dio en la Ciudad de México, donde un trío de funcionarias lopezobradoristas, la propia Rosa Icela Rodríguez; Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y la flamante jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Shenbaum, anunciaron el rimbombante programa “Constructores de paz”, que arrancará en los 50 municipios prioritarios y tiene como objetivo “evitar que los jóvenes sean caldo de cultivo para los criminales”.
Y si antes fueron los Servidores de la Nación, hoy serán las brigadas de “Constructores de paz”, las que irán tocando puerta por puerta en los referidos 50 municipios para ofrecer dinero a quien se inscriba en esta nueva ocurrencia lopezobradorista, 5 mil 258 pesos.
Con razón, luego no le salen las cuentas a la flamante jefa del gobierno capitalino cuando anuncia por las “ex benditas redes”, el incremento en sus programas sociales. En esta ocasión, también se trata de un problema de matemáticas simples.
Es bien sabido que los capos cooptan a los jóvenes ofreciéndoles dinero, pero no la pírrica cantidad mediante la cual, esta errada y llamada Cuarta Transformación empieza a comprar el voto para las elecciones de 2024.
Muchos de estos jóvenes que se incorporan a la delincuencia organizada, han confesado que prefieren vivir cinco o diez años con impresionantes cantidades de dinero que les proporcionan los cárteles, que 30 o cincuenta años pasando estrecheces económicas. Entonces, la misma realidad les está diciendo a los funcionarios de la actual administración, empezando por el Presidente, que hay que atacar el problema de raíz, con inteligencia de todo tipo -que no hay mucha en estos tiempos- y no regalando dinero, como esta errada y llamada Cuarta Transformación ya lo ha hecho, deteriorando seriamente otros programas sociales.
Esa, definitivamente, no es la solución, más aún porque nadie ha dicho de dónde saldrán los recursos para sostener esta enésima ocurrencia del inquilino de Palacio Nacional, que por cierto, no le asegura el voto a favor de su partido para el 2024. Al tiempo.
En todo caso, se reitera, el recién anunciado programa, sólo sirve para que esta beligerante presidencia que encabeza el tabasqueño, compre el voto para las elecciones del 2024; muy probablemente para reforzar la alicaída candidatura de la señora Sheinbaum Pardo, para repuntarla, pero eso se ve muy difícil, más aún, en momentos en que el partido oficial, Morena, ha mostrado su lado más autoritario y agresivo.
Municiones
*** Varias senadoras como Kenia López Rabadán, Lilly Téllez y Josefina Vázquez Mota, desde la tribuna de la Cámara alta, demandaron que cese el clima de violencia que, para variar, ha instaurado Morena porque tanto es su dolor de que no pasara la controvertida reforma eléctrica y comprobar así que el partido oficial va perdiendo apoyos día con día, de ahí la aberrante campaña que emprendieron el dirigente morenista, Mario Martín Delgado y su distinguida secretaria general, Citlalli Hernández, calificando de “traidores a la Patria” a los legisladores de oposición que tuvieron la osadía de votar en contra de la muerta reforma eléctrica y eso, es una acción propia de regímenes autoritarios. La senadora López Rabadán señaló específicamente: “Ya basta de violentar, desde el poder, a las y los mexicanos libres. Venimos de la peor elección: 102 políticos asesinados de todos los partidos políticos, compañeras y compañeros, 102 asesinados y el Presidente sigue fustigando, sigue dividiendo, sigue amenazando. No es posible que haya amenazas directas en contra de las diputadas y de los diputados que defendieron a México. No es posible que el Presidente de la República no pueda ser un Presidente para todos. Ya basta, señor López Obrador”. Y muestra de esto es la agresión que sufrió la diputada panista Marijose Gamboa, proveniente del ala ultra de Morena que ahora tiene el control de dicho instituto político.
*** Y mientras la jefa de Gobierno de la CDMX se dedicó a repetir “sin ton ni son” lo que su jefe dice, en este caso, que los que votaron contra le reforma eléctrica son “traidores a la Patria”, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal, hizo un oportuno llamado a una reconciliación legislativa y de hecho, hasta criticó esta absurda campaña de linchamiento en contra de la oposición. “No me dejan espacio para acuerdos”, dijo específicamente el presidente de la Jucopo y tiene toda la razón, pues no es de extrañar que el ala más polarizada de Morena, se lanzará hasta en contra de él para quitarlo a cualquier precio de la carrera al 2024.