El viacrucis de migrantes
¬ Augusto Corro miércoles 13, Abr 2022Punto por punto
Augusto Corro
Noventa migrantes perecieron al hundirse la balsa en la que viajaban. La tragedia se registró en el Mediterráneo. Cuatro indocumentados fueron rescatados por un buque petrolero. La organización Médico Sin Frontera (MSF) informó que los ilegales procedían de Libia y tenían como meta las costas europeas.
La historia se repite. Sin embargo, las desgracias de los migrantes no parecen influir en los gobiernos de los países europeos, que reflejan indiferencia a ese fenómeno social que crece incontenible en diferentes partes del mundo. Por ahora, el Mediterráneo se convirtió en la tumba de cientos de ilegales que salen de sus lugares de origen ubicados en Asia, África, etc.
La mayoría de indocumentados huyen de sus países debido a problemas como las guerras, la violencia y la pobreza. Sin analizar los peligros que corren, deciden jugarse la vida, se hacen acompañar de sus familias y desafortunadamente tienen el mismo final. El mar seguirá como escenario de nuevas tragedias.
México no se encuentra libre de esos hechos en los que decenas de indocumentados perecen por diversas causas, en un territorio plagado de delincuentes que actúan impunemente. Apenas, en diciembre pasado, 56 ilegales perecieron en un accidente carretero.
Esto ocurrió cerca de Tapachula, Chiapas. Un tráiler circulaba con decenas de indocumentados. El conductor perdió el control del vehículo y se estrelló en un puente. A ese hecho deben sumarse otros actos violentos, como la muerte de ilegales a manos de las bandas de maleantes a lo largo y ancho de México.
El difícil viaje por México no disminuye el interés de los migrantes de viajar por nuestro territorio, con el propósito de llegar a la frontera de Estados Unidos. Miles de haitianos y centroamericanos saturan las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM), en el sur del país.
Los problemas migratorios se multiplican y esto obliga a los migrantes a efectuar actos de protesta para exigir ser atendidos. En su última manifestación de descontento, se cosieron los labios. Luego decidieron realizar su marcha, el 1 de abril, rumbo a la frontera norte tras enfrentar con piedras y palos a la Guardia Nacional y al INM.
El domingo 3, los ilegales decidieron disolver la caravana luego de que las autoridades mexicanas acordaran agilizar sus trámites migratorios. Es interesante saber que los problemas que viven los migrantes latinoamericanos en sus países, son parecidos a los que padecen los habitantes de otras regiones de Asia o del norte de África.
En Latinoamérica, la zona centroamericana tiene muchos años con el problema de la migración. Se trata de países que viven con problemas sociales profundos relacionados con la pobreza y la violencia. Además, son afectados por los fenómenos naturales como ciclones, terremotos, etc.
Así pues, miles de personas dejan sus tierras, hogares, etc., para ir a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, por una parte; por otra, huyen de las bandas de asesinos que se multiplicaron. En Latinoamérica, los gobiernos poco o nada hacen para controlar la migración.
Las autoridades de México y Estados Unidos ya manifestaron su propósito de invertir en los países centroamericanos para evitar que la gente deje sus hogares; pero se trata de promesas que no se cumplen. Aún no se ven, por ejemplo, las inversiones para intentar salvar las economías en pésima situación.
Con la llegada al poder de Joe Biden al poder, aumentó el número de personas que quieren radicar en Estados Unidos. Quizá pensaron que la situación de los migrantes cambiaría; pero no ocurrió como se pensaba. En el vecino país se continúa con sus leyes muy estrictas contra los indocumentados, mientras México continúa como dique para contener a los miles de extranjeros que buscan realizar el “sueño americano”.
¿Usted qué opina amable lector?