¿Quién ganó en la consulta?
¬ Luis Ángel García miércoles 13, Abr 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Todo mundo se declaró vencedor, el Presidente mismo calificó de exitosa, histórica y benéfica para la democracia una consulta que sólo convocó al 18 por ciento del electorado. Manipuló las estadísticas para decir que hubo más sufragios de apoyo a él que cuando ganó Felipe Calderón hace 15 años, con la pequeña diferencia de que el padrón electoral era muchísimo menor al actual.
La realidad es que despertó poco interés un ejercicio demoscópico que mucha gente no entendió. El abstencionismo fue del 82 por ciento y por eso los detractores de la 4T dicen que ganó el llamado de la oposición a no prestarse a esa farsa. Pero hubo muchos factores que incidieron en la ausencia de votantes en las casillas; entre otros, el inicio del periodo vacacional de Semana Santa y la mayoría prefirió escapar a las playas, balnearios u otros destinos turísticos que dar su opinión.
Pero los “amlovers”, incluido el mismo mandatario, echaron la culpa —estratégicamente—, al árbitro electoral por el número de casillas, la ubicación alejada de las mismas, la falta de difusión y todo un rosario de pretextos para justificar la apatía ciudadana. Esto será suficiente para iniciar una campaña contra el INE y anunciar, con el pretexto de una innecesaria reforma electoral, la desaparición del Instituto y crear una estructura burocrática a modo, que le permita al gobierno -como antes-, controlar las futuras elecciones.
Todos se dicen ganadores con este remedo de consulta. Pero, sí trajo beneficios a ciertos actores políticos, sobre todo al inquilino de Palacio Nacional y a su organización política. El resultado les permitirá saber el respaldo real que tienen con su base electoral, reconocer que los 30 millones de votos que obtuvieron hace tres años, no eran todos de gente que esperaba una dádiva del futuro gobierno, sino un grito de protesta, de hartazgo social en contra del mal sexenio priista, fue un voto de castigo. Pero ahora también saben que el uso clientelar de los programas asistenciales solo les alcanzó para convencer a 15 millones, básicamente a viejitos y a los “ninis”. Asimismo, les permitirá redireccionar los apoyos al norte del país, donde tuvieron el menor número de votos, en estados como las Baja Californias, Sonora o Chihuahua.
Confirmarán que siguen sin el apoyo de la vilipendiada clase media y otros sectores sociales que se han visto agredidos y marginados de las decisiones nacionales, como los científicos, los padres de hijos con cáncer, los cuatro millones de nuevos pobres, las madres trabajadoras que se quedaron sin guarderías, los padres de familia beneficiados con las escuelas de tiempo completo y un largo etcétera de inconformes o desencantados.
Aunque el ejercicio traerá otras ventajas, como el perfeccionar y aceitar la maquinaria electoral del partido para que en el 2024, al más puro estilo priista, utilicen las técnicas del acarreo, la compra de votos, las urnas embarazadas, el ratón loco, el carrusel y ejercer la violencia para reventar elecciones, robarse las urnas, hostigar a funcionarios electorales, cooptar el voto y otras linduras que caracterizaron al otrora invencible partido tricolor.
Quien realmente ganó, fue el INE, el cual demostró que, a pesar del constante asedio del gobierno de la 4T, de las amenazas, agresiones y linchamientos a sus consejeros, es una institución autónoma muy profesional que, aún con las trampas que le puso la autoridad, pudo organizar y sacar adelante la consulta, más allá del resultado. No permitamos que la 4T atente contra el último baluarte de nuestra democracia.