La violencia se instaló
¬ Augusto Corro martes 12, Abr 2022Punto por punto
Augusto Corro
En algunos sitios del territorio mexicano la violencia se instaló y no hay poder humano que la controle. Erradicarla parece más que imposible. Ahora le tocó a Acapulco, Guerrero, ser el escenario de balaceras que dejaron cuatro personas muertas. En el puerto se instaló, desde hace mucho tiempo, la inseguridad. Cárteles del narcotráfico y demás grupos de la delincuencia organizada constantemente se enfrascan en hechos sangrientos.
Acapulco volvió a estar en el ojo de la tormenta antes de las vacaciones de Semana Santa, una de las temporadas en las que hay mayor afluencia de turistas. El caso que nos ocupa ocurrió en la playa Manzanillo cuando dos hombres llegaron a un restaurante y mataron a balazos a dos comensales. Estos murieron en el lugar. Luego, policías auxiliares persiguieron a los presuntos asesinos, quienes fueron abatidos a tiros.
En la playa, los turistas fueron presas del pánico. Lo primero que hicieron fue huir del lugar en busca de lugares seguros. Regresó la calma y el borrón y cuenta nueva de esos actos violentos, en un puerto que seguirá sumido en la inseguridad hasta que se encuentre la fórmula que brinde paz y tranquilidad a la población. En el presente no se ve la estrategia para combatir a la delincuencia organizada.
Guerrero y sus zonas se encuentran entre las entidades que encabezan hechos sangrientos derivados de las pugnas entre los cárteles de la droga, con actos que van desde la extorsión hasta los secuestros. Hay lugares en los que es nula la presencia de las autoridades. Los representantes de la delincuencia son los encargados de gobernar de acuerdo a sus leyes e intereses.
Por ejemplo, también fueron encontradas seis cabezas de personas sobre el toldo de un vehículo en la ciudad de Chilapa, Guerrero, ubicada en la zona de la Sierra. Como en un sinnúmero de casos, en el lugar también estaba una “narcomanta”, con la advertencia de que está prohibido vender y consumir cristal (droga sintética), secuestrar, cobrar piso y robar; además de que los mencionados delitos tienen como castigo la pena capital. En las poblaciones de la Sierra de Guerrero, hay una pugna entre la policía comunitaria y el grupo criminal de “Los Ardillos”.
Así pues, Guerrero se convirtió en una de las entidades más violentas en la que la ciudadanía ve como actividades cotidianas la ola de secuestros, extorsiones y asesinatos. Según The International Crisis Group, “al menos 40 grupos luchan por un diverso portafolio criminal, que incluyen activades como producción y tráfico de drogas, así como extorsión y secuestro”.
Es amplia la relación de actos criminales en Guerrero. Cabe señalar que en Iguala, en septiembre del 2014, se registró el secuestro y desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, un hecho que impactó a la opinión pública. A la fecha, se desconoce el paradero de los estudiantes. El presidente López Obrador se comprometió a dar con el paradero de los jóvenes, pero poco se sabe de la investigación. Los padres de los desaparecidos, con un verdadero ejemplo de tenacidad, exigen justicia y la presentación de sus hijos con vida.
La presencia de la delincuencia organizada privó de seguridad a zonas de Michoacán, Sinaloa, Jalisco, Guanajuato, Zacatecas, Tamaulipas y Colima. La embajada de Estados Unidos en México emitió una alerta de seguridad a sus ciudadanos para evitar viajar a Colima, debido al aumento de la violencia entre organizaciones criminales. De acuerdo con la Guía de Viajes realizada por las autoridades estadounidenses, México se encuentra en el tercer nivel de riesgo para los visitantes.
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