Reforma eléctrica y revocación
¬ Arturo Ríos Ruiz miércoles 6, Abr 2022Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- La primera, grave riesgo
- La segunda, un capricho
México navega en aguas turbulentas por dos eventos relevantes; el primero y más sobresaliente es la reforma eléctrica impulsada con todo por el Presidente y la otra, en menor escala, la Revocación de Mandato.
Es más trascendente la primera, reforma eléctrica, porque están en juego severos problemas de corte económico, base del desarrollo y estabilidad en toda sociedad del tamaño que sea y la nuestra navega por nubarrones inciertos. La carestía está desatada y no hay control de precios y sangra la economía familiar.
“La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, estimó que la reforma eléctrica que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador pone en riesgo 10 mil millones de dólares en inversiones estadounidenses.
De acuerdo a una publicación del diario Reforma, Katherine Tai envió una carta a la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, en la cual le informó del impacto en inversiones que tendría si se aprueba dicha reforma del Presidente y de las violaciones que tendría en el acuerdo comercial de México con Estados Unidos y Canadá. El daño sería descomunal.
Nadie puede negar que es una advertencia muy seria que tendría repercusiones gigantescas para nuestro país que podría trascender a otro tipo de presiones estadunidenses, los que en apariencia no toma en cuenta el mandatario y parecería que busca la manera de pelear contra el vecino del norte.
La frontera norte con los estadounidenses marca el riesgo para nuestro país, inclinado hacia los países contrarios a ellos, Cuba, Venezuela, Bolivia, Rusia y China, con los cuales sus relaciones no son de todo amables.
Ahí le pueden recargar los del norte a nuestro mandatario la misma frase exigente que él utiliza para todos: “O estás conmigo o estás en mi contra”. Coloquialmente sería “sopa de su propio chocolate”.
En cuanto a la Revocación de Mandato, es mucho menos importante que el de líneas arriba, es un ejercicio constitucional apropiado por el gobierno actual, diseñado para salir beneficiado sea como sea el resultado y por ello no es democrático. Es un tanteo para calibrar el status de la figura presidencial.
También medir las acciones de las elecciones de junio próximo en seis entidades que desea, obviamente, ganarlas y aumentar más estados a su favor, todo está calculado para el beneficio político presidencial.
Reafirmo, no es democrático desde el momento que quien los maneja es el propio gobierno que supuestamente es objeto del censo ciudadano, violan las normas y se victimizan. Todo calculado para difamar al INE, el que debería estar sólo en la promoción sin injerencias del cuestionado por la decisión ciudadana.
De ahí, la entronizada crítica desde la Presidencia al organismo, cuya autonomía estorba para sus fines de acercar a la sociedad mexicana a sus caprichos de instalar una variante socialista y autoritaria que para la sociedad aspiracionista en busca del progreso, en su mayoría rechaza.