El gallo y el reloj
Alberto Vieyra G. martes 5, Abr 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Te aseguro que hoy mismo, esta misma noche, antes de que un gallo cante dos veces, tú negarás tres veces que me conoces”, fue la histórica profecía de Jesucristo en vísperas de su ejecución y en efecto, el apóstol Pedro lo negaría 3 veces antes del canto del gallo por la madrugada. En tiempos de Jesucristo y desde antes, el horario había sido medido por el gallo y la salida del sol.
Pero sería en una mañana del verano de 1784 en París, donde Benjamín Franklin estaba destinado como embajador de EU. Allí cayó en la cuenta de que el sol salía bastante más temprano que en invierno; y pensó que los parisinos debían madrugar más durante el estío y acostarse antes, para gastar menos aceite de las lámparas. Incluso llegó a calcular que la ciudad de París ahorraría así cada año el equivalente a unos 170 millones de euros de ahora. ¡Magazo!
Desde entonces, el horario de Dios pararía a la historia y comenzarían a moverse las horas con fines estrictamente económicos y comerciales. Comenzaría el robo de horas de sueño para gran parte de la humanidad. Sin embargo, el actual horario de verano se instauraría en 1914 con fines estrictamente bélicos y monetarios para ahorrar combustible en los frentes de batalla.
En mala hora para los mexicanos, Ernesto Zedillo quien sustituyó al asesinado candidato priista Luis Donaldo Colosio, decretaría que México debería de ahorrar energía eléctrica usando más la luz del sol en verano, cuando la realidad es que se trataba de un embuste financiero para que las bolsas de valores de México y New York abrieran a la misma hora, es decir a las 8 a.m. para que los inversionistas, o sea los especuleros del dinero no tuvieran pérdidas allá o acá. El ahorro de energía eléctrica fue puro choro en la era del neoliberalismo económico. Hoy, cuando a los mexicanos nos han robado 5 mil 460 horas de sueño, el Presidente en turno Andrés Manuel López Obrador quien jura y perjura que no es neoliberal, pero sus principales grupos oligárquicos aliados, entre ellos los hombres más potentados del dinero comienza a hablarse de que la era del horario de verano en México estaría a punto de pasar a la historia e incluso, se habla de una iniciativa de ley para que la Cámara de Diputados invalide el decreto zedillista sobre el horario de verano. Sin embargo, todo indica que van por mal camino quién o quienes están pensando ponerle fin al horario de verano. Le diré por qué: Tiene que ser la Suprema Corte la que lo declare inconstitucional porque el horario de verano vino a destartalar nuestro reloj biológico y a crear un problema de salud pública que tiene que ver con la pérdida del sueño, violando el artículo 4° constitucional que mandata que el Estado mexicano debe garantizar la salud de todos los mexicanos. Repito, 5 mil 460 horas que nos han robado y que inciden en accidentes de tránsito, mal aprovechamiento en la escuela, falso ahorro de energía eléctrica y la realidad es que el horario de verano se inventó para favorecer a los amos del capitalismo salvaje, es decir a los especuleros del dinero. Así que veremos si AMLO es neoliberal o no es neoliberal, como él asegura y esperamos que no estemos ante otra de sus más de 70 mil mentiras que ha proferido.