La reforma eléctrica ¿va?
¬ Luis Ángel García lunes 4, Abr 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
El Presidente, muy echado para adelante, negó que hubiera aceptado la formación de un grupo de trabajo binacional con los Estados Unidos que supervisaría la implementación de la muy anunciada reforma eléctrica o contrarreforma a la realizada por Enrique Peña Nieto, en la que había una mayor participación de la iniciativa privada y se avanzada en la utilización de las energías limpias.
El proyecto de la 4T tiene por objeto rescatar a las quebradas y obsoletas empresas paraestatales como Pemex y la CFE, regresar al populismo de los setentas y su retorcida interpretación del nacionalismo, excluir a los inversionistas nacionales y extranjeros del negocio de la generación y comercialización de la energía, así como del autoconsumo, se aferran a la utilización de los combustibles fósiles para lograr la autosuficiencia, a pesar de la alta contaminación y el cambio climático.
En esa regresión a los setenta, se proponen destruir todo vestigio del peñismo como representante de la etapa neoliberal y aferrarse al esquema de la supuesta autosuficiencia energética mediante las refinerías de nuestro crudo pesado y malo y la electricidad con el uso del contaminante carbón, pero que favorece a un legislador morenista, dueño de minas de ese mineral.
En esa lógica, el gobierno federal impulsa su reforma energética, pero no contaba con la nueva composición del Congreso, donde requiere de votos de la oposición para sacarla adelante. La soberbia de Palacio Nacional siempre ha confiado en que el bloque morenista y lo mercenario de muchos legisladores de supuesta oposición le permitirán cumplir con su capricho. Sin embargo, los intereses norteamericanos y una administración demócrata en la Casa Blanca serán los verdaderos opositores a los deseos presidenciales. Son muchos millones de dólares los que están en juego y no fácilmente los norteamericanos sacrificarán este mercado.
Pero el gobierno de la 4T está montado en su macho y presume ante la opinión pública nacional que defenderá los intereses del pueblo bueno y sabio y no cejará en el objetivo de cristalizar su reforma. No ha entendido que, en las relaciones geopolíticas, las potencias mandan y que en un mundo cada vez más globalizado son difíciles de encontrar casos de un contemporáneo David que derriba a Goliat. Hasta ahora, los gringos nos consecuentan en cuanto a las políticas caseras, mientras no se vean afectados sus intereses económicos.
Han mandado varios mensajes desde Washington, pero parece que no se dan por aludidos. Ha venido hasta la vicepresidente Kamala Harris y otros funcionarios americanos, sin que se reconsidere la posición gubernamental. Insiste la 4T en que no se quite ni una coma a su propuesta legislativa en materia energética, la que afecta no solo la inversión extranjera, sino diversas cláusulas del T-MEC.
Cada día aprietan más los gringos, por eso hizo el anuncio público Kerry, no dejarán pasar esa reforma porque afecta los intereses de los empresarios americanos. Además, mandaría una mala señal para otros inversionistas que retrasan su intervención en nuestro país porque no hay certeza jurídica.
Para consumo interno es buena la narrativa del presidente y su nacionalismo trasnochado, pero donde manda capitán no gobierno marinero. Tendrá que apechugar y modificar su proyecto de reforma, porque así no pasará. Habrá una versión híbrida que cancele el monopolio de la CFE y se permita la inversión extranjera, además de avanzar en la utilización de energías limpias. La reforma eléctrica de la 4T no va, ni porque se eche pa’ delante en Presidente.