La reforma electoral en puerta
¬ Augusto Corro viernes 1, Abr 2022Punto por punto
Augusto Corro
La reforma electoral en puerta tiene en actividad intensa a los diferentes sectores relacionados con la vida política.
Ojalá y que los propósitos de cambio ayuden a bajar los costos de la democracia en México, una de las más caras del mundo.
Los planteamientos de la reforma van desde la elección directa de los asesores electorales y la reducción del número de diputados.
Y claro, también disminuir el financiamiento público para los partidos políticos que mantengan su registro después de cada elección. Las autoridades electorales eran decididas por cuotas partidistas que poco o nada ayudaban a la democracia.
Eran los acuerdos de las cúpulas de las organizaciones quienes, en lo oscurito, decidían la suerte de los tribunales electorales.
Una vez nombrados los asesores, estos inclinaban la balanza para el lado que les marcaban aquellos que los llevaron al cargo.
Así, el Instituto Nacional Electoral se convirtió en juez y parte en las contiendas electorales. Perdió, por decir lo menos, su imparcialidad.
Además, los funcionarios del citado instituto disfrutan de condiciones laborales envidiables.
Tienen sueldos superiores al del presidente López Obrador. También se encuentran amparados para evitar que se los reduzcan.
En el presente, el clan del INE y el gobierno federal enfrentan una lucha por la revocación del mandato del mandatario tabasqueño. Los funcionarios electorales parece que no cumplen con la ley al promover ese evento electoral, hecho que tiene molesto al gobierno de la Cuarta Transformación (4T).
Como se sabe, el 10 de abril se votará para saber si López Obrador sigue en el poder o se va a su rancho. La reducción de diputados también está en la mira de la reforma electoral. De quinientos representantes populares podrían quedar trescientos.
Desaparecerían los llamados diputados plurinominales, aquellos que consiguieron la curul como un regalo del partido.
La idea de los plurinominales surgió cuando los partidos de oposición estaban muy débiles y les regalaban diputaciones para nivelar la situación.
Los plurinominales son, nadie lo duda, una carga económica sin justificación alguna. Llegan a San Lázaro, sin ningún esfuerzo.
Otro renglón importante de la citada reforma podría estar en la reducción del financiamiento público para los partidos políticos.
En las reuniones de análisis de los cambios en la reforma electoral, será indispensable que se trate el tema del financiamiento público que reciben los partidos políticos.
La demanda ciudadana, desde siempre, fue cancelar la entrega de dinero a las organizaciones políticas.
Para el 2022, más de cinco mil millones de pesos fueron destinados a los gastos ordinarios de los institutos políticos, incluidas las actividades específicas relativas a la educación y capacitación política, investigación socioeconómica y política. Una inquietud de la población es la de abaratar los costos de la política. Una forma podría consistir en cancelar el financiamiento público.
Es decir, que fueran los propios partidos los responsables de conseguir los recursos para su mantenimiento y para su promoción política. En tiempos pasados, el Partido Acción Nacional (PAN) se encargaba de conseguir fondos económicos a través de rifas.
Esa forma de conseguir dinero se hizo a un lado ante la comodidad que ofreció el financiamiento público.
Quizá con la necesidad de conseguir recursos económicos, los dirigentes políticos orienten a sus partidos a atender mejor a los ciudadanos.
Que no sea únicamente la temporada electoral cuando aparecen las organizaciones políticas para exigir el voto.
Mientras, en los periodos entre las elecciones, los partidos políticos no aparecen por ningún lado.
Se trata de institutos políticos alejados de la ciudadanía que los considera inútiles e incluso prescindibles.
En fin, es temporada de reforma electoral, de todos lados saldrán propuestas de cambio. Ojalá que las mejores sean aprobadas para beneficio de todos los mexicanos. ¿Se podrá?
¿Usted qué opina amable lector?