Oposición perseguida
Freddy Sánchez martes 29, Mar 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
En qué quedamos: Sandra Cuevas fue responsable de la comisión de varios delitos, perseguida política de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ambas cosas o ninguna.
Porque la alcaldesa de Cuauhtémoc declaró públicamente que no reconocía haber cometido los ilícitos de los que se le acusó, pero para poder regresar al ejercicio de sus funciones aceptó ofrecer una disculpa pública a los policías que supuestamente agredió.
Y por otra parte, firmó un acuerdo reparatorio de los daños para resarcir a sus acusadores, se comprometió a tomar una terapia para tratar su ira y se obligó a no molestar a los uniformados que formularon la denuncia penal en su contra.
Una pregunta es entonces inevitable: El arreglo para evitar la destitución definitiva del cargo y el proceso judicial contra Sandra Cueva fue una cuestión solamente legal o también política. Y otra cosa: Qué sucederá posteriormente con la alcaldesa de Cuauhtémoc.Cualquier intención de perseguirla judicialmente por nuevas acusaciones que pudieran surgir en algún momento, ameritara un trato distinto de las autoridades competentes de la Ciudad de México.
Acaso no volveremos a ver que repentinamente la Fiscalía del gobierno de Claudia Sheinbaum actúe con inmediatez y firmeza para procesar alguna futura denuncia en contra de la alcaldesa de Cuauhtémoc hasta que el asunto quede en manos de un juez y se repita una la orden judicial para suspenderla temporalmente del cargo mientras se da curso a la diligencias correspondientes.
Y por lo mismo, ese otro caso que se ha difundido ampliamente en las redes sociales en el que se ve a quien parece ser Sandra Cuevas intentando agredir a un hombre que se refirió a ella como mujer, de ninguna manera implicará actuar de igual manera como ocurrió con la denuncia de los policías que se dijeron agredidos por la funcionaria.
De modo que un proceder diferente de la Fiscalía capitalina impida que resurja la suspicacia de que a los representantes de la oposición que ganaron la mitad de las alcaldías en la Ciudad de México a Morena, se les ha puesto en la mira de una persecución política para recuperar “a la mala” lo que se perdió en las urnas.
Algo que de no ser verdad como se afirma y reitera en esferas gubernamentales de la 4T, tuvo una secuela como si hubiera sido cierto lo que reiteradamente se especuló.
Así las cosas, una tercera perjudicada en el lío judicial en el que estuvo metida la alcaldesa de Cuauhtémoc, fue la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
“El bombardeo” en su contra fue tan intenso, que quizás por eso ella misma solicitó que no se le hiciera un juicio político a Sandra Cuevas para destituirla del cargo y a partir de eso ( que con el aval morenista bastaría y sobraría para hacerlo), se “abriría una puerta” a Morena para poner en la alcadía de la Cuauhtémoc a uno de sus militantes y así echar fuera “con cajas destempladas” a su ex correligionaria y nueva opositora.
Pero, aparentemente por lo menos, ya nada de eso sucederá después del sorpresivo arreglo judicial que aceptó Sandra Cuevas, aun negando haber cometido delito alguno.
El final pues de una historia que puede o no tener nuevos capítulos si los conflictos entre alcaldes de la oposición y el gobierno de Claudia Sheinbaum son resueltos políticamente o toman otro cauce con sus respectivas consecuencias.
La experiencia de los sucedió probablemente influya en qué hacer en torno a la obligada relación con los alcaldes opositores a Morena que no tienen porque mendigar atención a sus derechos como tampoco abusar de sus cargos, porque esto último es tan reprobable como lo sería el acoso sistemático hacia una oposición perseguida.