¿Dónde se perdió Ivonne?
Ramón Zurita Sahagún jueves 25, Feb 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Se cuestionaba un político priísta yucateco sobre el extravío que sufre la gobernadora del estado, Ivonne Ortega Pacheco y el grave riesgo que corre el partido tricolor en los comicios para la renovación del Congreso y las alcaldías.
El político en cuestión narraba la transformación de la gobernadora de Yucatán, la que prendió una luz de esperanza cuando ganó en forma sorpresiva y con amplia ventaja los comicios de hace tres años.
Era entonces, una candidata atractiva para el electorado al reunir juventud, frescura, pujanza y ofrecer un nuevo rostro de los políticos.
A cambio de ello, la entonces candidata priísta mostraba un total desconocimiento de temas torales en los aspectos económico, social y hasta político, debido a sus escasos estudios y poca participación en la vida política.
Una cosa por otra, explicaba el político yucateco, quien señaló que Ivonne se dejaba asesorar, se rodeó de gente experimentada y en un principio parecía dirigirse hacia la meta trazada.
Algo pasó en el camino y la gobernadora de Yucatán se extravió, dejándose envolver por un equipo de aduladores que la mantienen distante de sus gobernados y de aquellos que fueron su sostén para el triunfo electoral.
Ivonne se convirtió en el ajonjolí yucateco y su gusto por el glamour, las fiestas, los reflectores y todo lo que signifique relumbrón pronto se destacó…
Ella asiste a bodas, banquetes, cumpleaños, sepelios y en todos quiere ser la festejada. Igual sucede con los eventos deportivos, donde tira la primera bola en el beisbol, da la primera patada en el futbol, da el pizarraso inicial en la filmación de una telenovela, asiste a los conciertos y ahora hasta a las funciones de box, en las que el gobierno del estado participa como socio.
Y con esta acelerada actividad a qué horas gobierna se preguntan en Yucatán, donde las cosas no marchan bien.
La gobernadora no se ha dado cuenta que una cosa era el frenesí de las campañas electorales y otra es ejercer el gobierno estatal, donde no parece dar pie con bola.
Una de las principales razones es que la gobernadora como su antecesor (Patricio Patrón Laviada) carece de una preparación adecuada para asumir funciones de gobernante.
Sus escasos estudios y su juventud se conjugan y contrastan con los conocimientos adquiridos en su acelerado paso por la política, donde en menos de una década acumuló los cargos de presidenta municipal, diputada local, diputada federal, senadora y gobernadora.
Cegada por la luces de los reflectores que le ofrecen sus aduladores, la gobernadora de Yucatán se encuentra mareada con el éxito y con la zanahoria que le ofrecen de posicionarla como una opción para la candidatura presidencial del partido tricolor.
Sin embargo, antes que suceda otra cosa, Ivonne Ortega Pacheco debe demostrar a los ciudadanos yucatecos que sabe gobernar y cumplir con las promesas emitidas en campaña y que hoy se encuentran lejanas.
La gobernadora de Yucatán cayó en el juego de vanidades y poder con que se marean algunos políticos y lo disfruta, por lo que no pretende salir de él.
Lo sucedido el pasado fin de semana, cuando fue obligada a bajar del ring durante una función de box, en medio de protestas, rechiflas y gritos de ¡fuera! Es una advertencia a tiempo de que como está el pulso de la sociedad yucateca en torno a su figura.
Con un proceso electoral encima, mediante el que se podrá sondear sobre la percepción de la sociedad yucateca en torno a la figura de su gobernadora, los comicios pueden ser un referente de ello.
La candidata priísta Angélica Araujo parecía enfocada a recuperar la principal plaza del estado, Mérida y Ortega Pacheco parecía ser el mejor activo que podría presentar.
La candidata panista, Beatriz Zavala Peniche, se encuentra sumamente devaluada ante el electorado por su derrumbe político, pero con esta respuesta que provocó la presencia de la extraviada gobernadora, los pronósticos sufren una alteración y se prenden los focos rojos en el partido tricolor.
*Periplo de los dirigentes nacionales de los partidos que integran la santa alianza contra las fuerzas del mal, representadas por el PRI.
César Nava, PAN; Jesús Ortega, PRD y Luis Walton, Convergencia, acuden a sellar el pacto establecido para llevar candidatos comunes en los estados de Oaxaca, Puebla y Durango y esperan los tiempos adecuados para ampliar la alianza en otras entidades como Hidalgo y Quintana Roo.
Hasta el momento, las entidades donde ya prendió la fuerza opositora son Oaxaca y Puebla, mientras que en Durango las cosas se mantienen en suspenso.
En Oaxaca, el lanzamiento estelar de Eviel Pérez Magaña solamente prendió en los acarreados que acudieron a su informe de labores, destacando el alto número de personas que fueron trasladadas desde distintos puntos del estado y del país.
Puebla registra un malestar singular, ya que el candidato “delfín” del gobernador Mario Marín Torres, no consigue penetrar en el ánimo de los ciudadanos, pero en descargo de Javier López Zavala, el candidato aliancista Rafael Moreno Valle enfrenta mucha resistencia de los panistas tradicionales y de algunos sectores de la izquierda.
*Son tantas las insinuaciones y referencias de que el gobierno no ataca al grupo criminal con que opera Joaquín Guzmán Loera, que el propio Presidente de la República tuvo que responder a estos cuestionamientos.
Felipe Calderón Hinojosa negó la existencia de algún tipo de protección al llamado cártel de Sinaloa y aclaró que su gobierno ni protege, ni escuda, ni tolera a ningún grupo de narcotraficantes, llámense como se llamen.
Son acusaciones falsas e infundadas las que señalan que su gobierno no actúan en contra de Guzmán Loera, dijo Calderón Hinojosa, quien enlistó una serie de detenidos vinculados, supuesta mente, con este narcotraficante.