Intenso bombardeo ha convertido la vida en Mariúpol en un infierno
Mundo viernes 25, Mar 2022
Dolor y destrucción a un mes de la invasión rusa
- Presidente ucraniano Zelenski pide a la OTAN “ayuda militar sin restricciones”
A un mes de la invasión rusa, que ha dejado más de mil civiles muertos y 3.4 millones de refugiados, la ciudad de Mariúpol se ha convertido en un símbolo de la guerra de Ucrania por la barbarie sufrida y el caos en que se encuentra sumida. Un trabajador que logró salir de la localidad a orillas del mar de Azov cuenta que dejó atrás “un auténtico infierno” y teme lo que puede pasar a corto plazo: “Hace un mes que empezó esta pesadilla y la situación empeora cada día”.
“Al principio, las cosas parecían más o menos normales”. Cuando comenzaron los bombardeos, “nuestras vidas se entrelazaron con las bombas y los misiles que caían del cielo, destruyéndolo todo”, añade, al relatar una vida en la que perdía la cuenta de qué día era y “todo era una larga pesadilla”.
“Ninguno de nosotros podía creer lo que estaba sucediendo, porque en nuestros tiempos este tipo de cosas simplemente no deberían ocurrir. No esperábamos una guerra ni bombas”, señala, al hacer balance de cómo todo cambio cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció la madrugada del 24 de febrero el inicio de la invasión. Pasó tres días sin comer por miedo.
“¿Cómo se puede describir el hecho de que el hogar de una persona se convierta en un lugar de terror?”, plantea. Sin electricidad ni teléfono, ya no pudo realizar ningún trabajo con MSF y prácticamente se centraba en mantenerse con vida, mientras a su alrededor se levantaban nuevos cementerios, “incluso en el pequeño patio de una guardería”.
Los ciudadanos se esforzaban por cuidarse entre sí, cuenta Sasha, que llegó a temer por la vida de su hermana porque alcanzaba 180 pulsaciones con minuto. Con el tiempo, logró adaptarse: “En lugar de congelarse de miedo durante los bombardeos, me contaba todos los escondites que se le ocurrían. Yo seguía muy preocupado por ella. Estaba claro que tenía que sacarla de allí”.
Se cambiaron tres veces de sitio y conocieron a personas que ahora son familia para ellas —”la historia ya ha demostrado que la humanidad sobrevive cuando permanece unida y se ayuda mutuamente”—. Lograron vivir pequeños destellos de normalidad, pero sabían que no estaban seguras e intentaban salir de Mariúpol “todos los días”. “Un día supimos que un convoy iba a salir, nos metimos en mi viejo coche y nos apresuramos a localizar desde donde partía. Se lo dijimos a tantas personas como pudimos. Ahora me entristece enormemente pensar en todos aquellas a las que no pude contactar”, explica, recordando “un gigantesco caos y pánico con muchos automóviles yendo en todas direcciones”.
En ese momento, se percató de lo que estaba viviendo: “Fui consciente de que la situación era peor de lo que pensaba”. “Vimos cráteres gigantes entre los bloques de pisos, supermercados devastados, instalaciones médicas y escuelas, incluso refugios, donde las personas habían buscado un lugar seguro, destruidos, afirma.
Sasha está “por ahora” a salvo, pero no sabe lo que le deparará el futuro. Desde fuera de Mariúpol, y ya con acceso a Internet, no encuentra palabras para describir lo que ha dejado atrás y para valorar noticias como el bombardeo ruso sobre un teatro en el que se refugiaban civiles.
Y se pregunta: “¿Por qué todo esto sigue ocurriendo a personas inocentes? ¿Hasta qué punto dejará la humanidad que continúe este desastre?”.
Presidente Zelenski pide a OTAN “ayuda militar sin restricciones”
Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski pidió este jueves a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “ayuda militar sin restricciones” para que su país pueda enfrentarse al ejército ruso, que ahora Kiev combate “en condiciones desiguales”.
“Para salvar a la gente y nuestras ciudades, Ucrania necesita una ayuda militar sin restricciones. Igual que Rusia usa sin restricciones todo su arsenal contra nosotros”, declaró Zelenski en un video a los jefes de Estado y de gobierno de la alianza atlántica, reunidos en una cumbre extraordinaria en Bruselas, y publicado en su cuenta de Telegram.
“El ejército ucraniano resiste desde hace un mes en condiciones desiguales. Repito lo mismo desde hace un mes”, expresó.
Asimismo, el mandatario reiteró su pedido de aviones de combate y tanques, sobre todo para “desbloquear” Mariúpol, Berdiansk y Melitopol, ciudades en el sur de Ucrania sitiadas o ocupadas por el ejército ruso.
“Tienen miles de aviones de caza. Pero todavía no nos dieron ninguno”, lamentó. “Ucrania pidió 1 % de todos sus tanques. Dénnoslos o véndannoslos, pero seguimos sin tener una respuesta clara”, aseguró.
Zelenski también acusó a Rusia de utilizar bombas de fósforo en sus ataques en territorio ucraniano. “Esta mañana (…) hubo dos bombas rusas de fósforo. Nuevamente han muerto adultos y niños”, apuntó en alusión a las acusaciones del gobierno de la región de Lugansk (este) tras bombardeos en la localidad de Rubijné.
Miembros de la OTAN reforzarán ayuda a Ucrania
Mientras tanto, líderes occidentales reunidos en Bruselas acordaron el jueves reforzar sus fuerzas en el este de Europa, aumentar la ayuda militar a Ucrania y endurecer las sanciones a Rusia, mientras el asalto de Moscú a su vecino entraba en su segundo mes.
En una muestra de unidad en una triple cumbre sin precedentes de la OTAN, el G-7 y la Unión Europea, la alianza militar anunció la creación de nuevos grupos de combate en cuatro países del este de Europa.
Estados Unidos y Reino Unido ampliaron sus listas negras de sanciones, los países anunciaron nuevos paquetes de ayuda militar y humanitaria y promesas de acogida de refugiados, y la UE debía anunciar medidas para desligarse de la energía rusa.
“Acordamos reforzar nuestra disuasión y defensa a largo plazo. También hemos acordado dar más apoyo a Ucrania y seguir imponiendo costos a Rusia”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras la reunión de los líderes en la sede de la Alianza.
Sin embargo, las promesas se quedaron cortas frente a los llamados del presidente Volodímir Zelenski a un boicot total de los productos energéticos rusos y a una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, donde miles de personas han muerto, millones se han convertido en refugiados y las ciudades han quedado pulverizadas desde que el líder ruso Vladimir Putin lanzó su invasión el 24 de febrero.
Unicef dijo el jueves que más de la mitad de los niños de Ucrania ha sido expulsada de sus hogares. En el asediado puerto sureño de Mariúpol, cientos de miles de personas se han escondido en sótanos sin agua corriente, alimentos, medicinas ni electricidad.
En una parte de la ciudad capturada por las tropas rusas, un pedazo de hierba entre los restos carbonizados de los edificios de departamentos destruidos se convirtió en un cementerio improvisado, con montículos recién cavados marcados con flores de plástico y cruces hechas con marcos de ventanas rotos.
En un mes de combates, Ucrania ha resistido ante lo que muchos analistas militares occidentales habían previsto que sería una rápida victoria rusa.
Hasta ahora, Rusia no ha logrado capturar una sola ciudad importante. Sus columnas blindadas apenas se han movido en semanas y están estancadas a las puertas de la capital, Kiev, mientras asedian ciudades del este. Han sufrido muchas bajas y se están quedando sin suministros. Las autoridades ucranianas afirman que están pasando a la ofensiva en gran parte del país y han hecho retroceder a las fuerzas rusas, incluso al norte de Kiev.
“En algunos sectores el enemigo ha retrocedido más de 70 kilómetros, en otros el enemigo está a 35 kilómetros”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa, Oleksander Motuzyanyk, en una reunión informativa.
Ucrania dijo que sus fuerzas habían destruido el buque de desembarco ruso “Orsk” en el puerto de Berdiansk, ocupado por Rusia, en el mar de Azov.
Los 27 aprueban 500 millones más para
armar a Ucrania frente a la invasión rusa
Los Estados miembros de la Unión Europea adoptaron formalmente este miércoles destinar 500 millones de euros más para enviar armas a Ucrania para repeler la invasión rusa, cuando se cumple un mes de la ofensiva.
Esta medida supone doblar la ayuda militar prestada a Kiev desde el inicio de la guerra y alcanzar los mil millones de euros en material letal y no letal, en el marco del Mecanismo de Paz Europeo.
Se trata de la primera vez que el bloque usa este instrumento para aportar armas a un país tercero en medio de una guerra. Con la medida subvencionará el armamento defensivo enviado por los países de la UE a Ucrania desde el 1 de enero, siempre y cuando este material encaje en una serie de criterios y concuerde con las necesidades expresadas por Kiev.
Estos fondos financiarán tanto la provisión de equipos de protección personal, botiquines de primeros auxilios y combustible como equipos militares, diseñados para aplicar fuerza letal con fines defensivos. La duración del fondo se amplía en 12 meses.
La OMS registra 64 ataques a la red sanitaria en Ucrania, con 15 muertos
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la red sanitaria en Ucrania ha registrado 64 ataques, con 15 muertos y 37 heridos, desde el inicio de la guerra con Rusia hasta el 21 de marzo.
“Eso equivale a dos o tres ataques al día. Condenamos esos ataques en los términos más duros posibles”, señaló en un comunicado la OMS-Europa, que no atribuye la autoría de los mismos ni especifica en qué zonas se han producido. Los ataques incluyen también episodios de violencia física y psicológica y de obstrucción a la actividad de los centros sanitarios desde el comienzo de la invasión, el pasado 24 de febrero.
Esos incidentes son “una violación de la ley humanitaria internacional”, aunque una táctica “común” en la guerra, lamentó el máximo representante de la OMS en Ucrania, Jarno Habicht, quien enfatizó que la sanidad “no es ni debería ser nunca un objetivo”.
La OMS denunció el impacto “devastador” de la guerra en el sistema sanitario ucraniano, que ha limitado de forma severa el acceso a los servicios y desencadenado una necesidad “urgente” de tratar lesiones traumáticas y enfermedades crónicas.
Ucrania registra ya cerca de siete millones de desplazados internos y casi cuatro millones han huido a países limítrofes, lo que significa que uno de cada cuatro ucranianos se han visto obligados a dejar sus hogares.
La guerra ha obligado a dedicar al tratamiento de heridos varios hospitales, lo que ha ido en detrimento de servicios esenciales y de la atención primaria. Se espera que cierren cerca de la mitad de las farmacias y muchos trabajadores sanitarios han tenido que abandonar sus hogares y sus trabajos.
Alrededor de un millar de centros sanitarios están cerca de la línea del frente o en áreas que han cambiado de control, lo que ha limitado o impedido el acceso a medicinas, instalaciones y personal.
La vacunación contra la Covid-19 también se ha visto seriamente afectada pues si antes 50.000 personas eran inmunizadas al día, desde el 24 de febrero al 15 de marzo han sido vacunadas sólo 175.000.
La OMS resalta que ha activado sus planes de contingencia, recolocado personal y proyectos y cambiado el foco hacia las emergencias para apoyar la labor del sistema sanitario en Ucrania.
Así, se ha habilitado un centro de operaciones en Polonia, se ha desarrollado una red de suministro y han sido enviadas más de cien toneladas de equipo médico, entre otras iniciativas.
“He visto con mis propios ojos la excepcional respuesta humanitaria de los países vecinos, pero esta emergencia está lejos de haberse terminado. Esperamos que más gente, sobre todo mujeres, niños y ancianos, con necesidades de salud aún mayores, se desplacen en las próximas semanas”, advirtió el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
Entre 7 y 15 mil soldados rusos han muerto en Ucrania, estima la OTAN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estimó que entre 7 y 15 mil soldados rusos han muerto durante las 4 semanas que ha durado la guerra en Ucrania, “donde la feroz resistencia de los defensores del país ha negado a Moscú la victoria relámpago que buscaba”, informó Associated Press (AP).
El funcionario de la OTAN que habló con la agencia estadounidense bajo la condición del anonimato, siguiendo las reglas de la alianza, dijo que se estima que entre 30 y 40 mil soldados rusos murieron o resultaron heridos.
Rusia dijo el 2 de marzo que casi 500 soldados habían muerto y casi mil 600 habían resultado heridos. Por su parte, Ucrania afirmó haber matado a seis generales rusos. Rusia reconoció un solo general muerto.
“Dado que las pérdidas aumentan y la victoria rápida ya no está a la vista, Rusia está trabajando para reprimir la disidencia y apuntalar la moral”, destacó AP.
Citó a funcionarios occidentales, quienes dijeron que las fuerzas de Putin se enfrentan a una grave escasez de alimentos, combustible y equipo para el clima frío, y los soldados sufren congelaciones, mientras que los defensores de Ucrania han estado más a la ofensiva.
“Aun así, el ejército mucho más fuerte y grande de Rusia tiene a muchos expertos occidentales advirtiendo contra el exceso de confianza en las probabilidades a largo plazo de Ucrania. La práctica del Kremlin en guerras pasadas ha sido aplastar la resistencia arrasando ciudades, matando a innumerables civiles y haciendo huir a millones. Las conversaciones para poner fin a los enfrentamientos han continuado por video. Zelenskyy dijo que las negociaciones con Rusia van ‘paso a paso, pero van hacia adelante’”, agregó.
“A modo de comparación, Rusia perdió alrededor de 15 mil soldados durante 10 años en Afganistán”, señaló AP.
En ese sentido, el “alto funcionario de la OTAN” al que citó como la fuente, estimó que la cifra de bajas de soldados rusos basándose en información de las autoridades ucranianas, en lo que Rusia ha anunciado, intencionalmente o no, y en la inteligencia.
Además, estos datos se basan en información “recopilada de fuentes abiertas”, señaló el funcionario.
“Ucrania ha publicado poca información sobre sus propias pérdidas militares y Occidente no ha dado una estimación, pero el presidente Volodymr Zelensky dijo hace casi dos semanas que unos mil 300 militares ucranianos habían muerto”, añadió.
Destacó que el 24 de febrero, cuando Rusia invadió Ucrania, se estimaba un rápido derrocamiento del gobierno ucraniano, pero a cuatro semanas de combates, “Moscú está empantanado en una campaña militar agotadora”, afirmó.
“Con sus fuerzas terrestres ralentizadas o detenidas por unidades ucranianas armadas con armas suministradas por Occidente, las tropas del presidente ruso Vladimir Putin están bombardeando objetivos desde lejos, recurriendo a las tácticas que utilizaron para reducir a escombros las ciudades en Siria y Chechenia”, explicó.