Vandalismo morenista
Alberto Vieyra G. miércoles 23, Mar 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
AMLO, las huestes morenistas y sus rémoras aliadas padecen una borrachera de inaudita soberbia con la cual llevan a cabo un vandalismo electoral y jurídico histórico.
La veda electoral por la Revocación de Mandato es para AMLO y sus huestes un cero a la izquierda y el vandalismo contra las leyes y el Estado de Derecho se convirtió en un deporte grotesco, legalizado con un infame decretazo equiparable a la Ley de Herodes. Sí, para violar la ley AMLO y compañía le dieron la vuelta a la tortilla con la cual sientan un nefasto precedente de prostitución de la ilegalidad y un inaudito desprecio por el Estado de Derecho o lo que es lo mismo rinden culto al Estado de derechueco.
No hay duda, que la enfermiza y peligrosa consulta popular terminará por anular la tan cacareada revocación de mandato, que dicho sea de paso es un vil engaño a los mexicanos, pues nadie que yo conozca en su sano juicio está pidiendo que AMLO se vaya a la rechintola o a su rancho por la pérdida de confianza, nadie, solamente los ingenuos creen que la Revocación de Mandato es un ejercicio democrático, cuando quienes tenemos memoria y conocemos un poquito de leyes sabemos que AMLO fue electo por 6 años y rindió protesta cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan. El artículo 89 de la Carta Magna no ha sido modificado y, consecuentemente, la Revocación de Mandato es sólo una patraña o un embuste.
La borrachera de soberbia de AMLO y las huestes morenistas no tiene límites y los arrastrados al Presidente dirán todo lo que se les pegue la gana para enlodar al Instituto Nacional Electoral (INE), afirmando que el árbitro electoral se niega a instalar más de 170 mil casillas, como lo mandata el 35 de la Constitución General de la República, pero recuérdese que la Corte autorizó al INE a instalar sólo un tercio de casillas, ante la falta de presupuesto que AMLO y los morenistas se negaron a otorgarle porque tenían miedo a que el electorado se desbordará en las urnas y en caso de que se acumularán 37 y medio millones de votos, eso sí que pondría en aprietos al Presidente que tendría que abandonar el cargo en caso de que la gente se pronunciara en ese sentido, ante la pérdida de confianza en el mandatario. Eso no ocurrirá. El resultado será solamente un puñito de electores ingenuos que votarán para que el “falso Mesías” siga en Palacio, pero el inquilino de ese Palacio está temeroso de que la votación nacional no alcance ni 8 o 10 millones, lo cual dejará en claro que Morena fue un partido de flor de un día y que el factor AMLO se esfumó y que para las presidenciales de 2024 podría convertirse en un partido de la chiquillada, ante lo magros resultados de un gobierno que prometía el oro y el moro a los mexicanos.
En los días que faltan para el 10 de abril, AMLO y sus huestes profundizarán en su desprecio por el Estado de Derecho y proseguirán en su vandalismo contra la Constitución y la ley electoral. Por lo pronto, legalizaron la veda electoral con un ilegal decretazo, propio de los regímenes autoritarios.