De obras faraónicas y revocación
¬ Luis Ángel García miércoles 23, Mar 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Con bombo y platillo inauguraron la “central avionera” Felipe Ángeles y el Presidente, muy echado para adelante, descalificó a sus críticos y a quienes dudaban que estaría terminada la obra, la cual califica como el “mejor aeropuerto del mundo”, aunque sólo tenga dos pistas y 14 posiciones —el AICM tiene 70—, reciba diez vuelos diarios y esté mal conectado. Pero decíamos, muy echado para adelante el mandatario anunció que sus todólogos ingenieros militares se trasladarán a la península de Yucatán a construir dos tramos de otra obra emblemática del régimen: el Tren Maya. Casi eufórico, recordó que en julio pone en marcha la refinería de Dos Bocas.
Y rumbo a su cuarto año de gobierno, reduce el programa nacional de infraestructura a tres caprichosas obras que poco o nada dejarán al país, pero muy costosas. Dice que se realizarán muchas más obras, aunque no señala cuáles, porque hasta la fecha sólo se han construido caminos vecinales de terracería con la ayuda y mano de obra de los propios lugareños. Presume el nuevo aeropuerto, aún sin terminar, decreta que transportará a cinco millones de pasajeros, aunque no tenga esa capacidad. El aeropuerto de Texcoco, segundo proyecto más grande en el mundo, luego del de Estambul, tendría 120 posiciones y estaba considerado como un hub, centro de conexión mundial. Santa Lucía, además, comparte operaciones con el velódromo militar, lo que complica su seguridad.
En cuanto a la refinería, de próxima inauguración, se les olvida que los combustibles fósiles están en vías de extinción y que, a pesar de los esfuerzos para ser autosuficientes, las seis plantas con las que dispondrá el gobierno, no revertirán nuestra condición de país importador de energías. Actualmente, compramos el 60 por ciento de los combustibles, eso sin contar con que nuestro crudo es muy pesado y de baja calidad.
Este otro capricho presidencial nos traerá más problemas que satisfacciones. Están empecinados en subsidiar a dos empresas en bancarrota que venden energías malas y caras, además de las enormes pérdidas que registran todos los años. Insisten en echarle dinero bueno al malo. Son malos inversionistas, compran una refinería en Estados Unidos que ha dejado de ser productiva, pero con todo y deuda, la cual es multimillonaria.
La Escuela de Ingenieros Militares debe ser de las mejores del mundo, ya que sus egresados lo mismo construyen aeropuertos, puertos, refinerías, sucursales bancarias, entre otros proyectos, y sin más trámites se lanzan a la construcción de dos tramos del polémico Tren Maya, el cual no iba a cortar un árbol y está a punto de crear un ecocidio con la tala innecesaria de selvas enteras, pone en riesgo cenotes milenarios y afecta drásticamente el ecosistema de la región, es otro capricho gubernamental que no beneficia al país.
Pero para la 4T, estas obras faraónicas y costosas son fundamentales para la construcción de su narrativa oficial, su proyecto político de transformación. Saben de los errores cometidos por la administración, los nulos resultados de la gestión pública, la recesión económica, el mal manejo de la pandemia, la violencia e inseguridad que vive el país le han restado credibilidad al gobierno; además, los escándalos de corrupción como la “casa gris”, obligan al gobierno a “presentar” resultados rumbo a otro costoso capricho presidencial, la Revocación de Mandato, ejercicio que nos costará 4 mil millones de pesos, solo para que la 4T conozca su verdadera fuerza electoral rumbo a la sucesión de 2024. Ya no cuentan con el respaldo de 30 millones de viejitos y “ninis” con que arrancaron en 2018, el humor social es distinto, como el tamaño del desencanto. Por eso están desesperados por llevar gente a la consulta, el Presidente quiere recuperar popularidad y seguir con los engaños. Este 10 de abril, mejor quédate en casa.