En 2024, México tendrá tres mil kilómetros de vías férreas: AMLO
Luis Muñoz martes 22, Mar 2022Segunda vuelta
Luis Muñoz
En la conferencia matutina de ayer, desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía, previo a la inauguración, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió brevemente a los trenes de pasajeros, que desaparecieron durante el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León.
“Yo aspiro, dijo, a que terminando el gobierno tengamos cerca de tres mil kilómetros de vías férrea par trenes de pasajeros; nada más de esos tres mil, poco más de mil 500 serán del Tren Maya…”.
No agregó más.
Sin embargo, vale recordar lo dicho sobre el tema por el diputado federal Miguel Torruco Garza, quien en su momento dio a conocer el proyecto de una red de trenes que impulsa la 4T encabezada por el titular del Ejecutivo federal y que se pretende esté concluida en el 2050.
“Estamos cerca de hacer esto realidad y regresar los trenes de pasajeros a México”, señaló el legislador el año pasado en un video, donde habló de las 11 futuras líneas férreas que conectarán todo el país.
Las rutas serían: Tren del Pacífico, con una extensión de 4,700 kilómetros; El Chepe (673 kilómetros); Tren Occidental (2,250 kilómetros); Tren Oriental (2,00 kilómetros); Tren Transversal (1,200 kilómetros); Tren del Golfo (1,650 kilómetros); Tren del Bajío (1,500 kilómetros); Tren del Centro (1,300 kilómetros); Tren del Itsmo (300 kilómetros); Tren de Oaxaca (750 kilómetros) y la obra insignia del actual gobierno el Tren Maya de 1,800 kilómetros.
Haciendo un poco de historia, el diputado Torruco Garza recordó por qué, de pronto, de la nada, desaparecieron los trenes y por qué las grandes potencias mundiales usan el sistema de ferrocarriles y por qué aquí en México no se usa.
Para el legislador, una de las mayores tragedias del neoliberalismo fue el desmantelamiento y venta de Ferrocarriles Nacionales de México (FNM), que era la compañía que administraba la mayoría de los trenes que circulaban aquí en nuestro país.
¿Qué sucedió? Él lo cuenta.
Durante el porfiriato se construyeron más de 20 mil kilómetros de vías férreas. Posteriormente Lázaro Cárdenas nacionalizó esta industria.
¿Por qué son importantes los trenes?
Porque los trenes ayudaron no solo a comunicar, sino que también llevaron desarrollo económico, pues allí donde llegaba el tren, las poblaciones se beneficiaban de una u otra forma.
Pero en 1995, apenas a un año de su sexenio (1994-2000), Ernesto Zedillo, mediante un cambio a la Constitución le quitó a los trenes su categoría de área estratégica de la Nación.
Recuerda el diputado Torruco que las políticas neoliberales aseguraron en aquel entonces que los trenes necesitaban de grandes subsidios y grandes inversiones gubernamentales para poder funcionar.
Por estas razones la vieja política decidió privatizar las vías férreas a empresas privadas con la idea de que mejorarían el servicio. El problema es que Zedillo le vendió los derechos de vía a una compañía trasnacional estadounidense y para 1997 el mismo Zedillo desmantela el sistema de trenes de México.
Lo que hizo fue entregarlo a unas cuantas compañías, entre ellas Kansas City, donde Zedillo trabajaría después de dejar la Presidencia en el 2000, como Consejero Ejecutivo.
Con la venta de FNM a esas compañías por sólo 1,400 millones de dólares, prácticamente una ganga, dio el control de los ferrocarriles. El detalle, observó el legislador, es que con esta privatización el servicio de trenes realmente no mejoró, sino que desapareció.
Desde ese año (1997) el servicio de trenes de pasajeros prácticamente dejó de funcionar. Estas compañías extranjeras sólo se enfocaron en el transporte de mercancías y dejaron en el olvido a los miles de pasajeros que necesitaban de los trenes para transportarse.
Zedillo argumentaba que la época de los trenes de pasajeros ya había finalizado y ahora lo mejor era usar autobuses para moverse de una ciudad a otra. Si esto fuera cierto, ni los europeos ni los asiáticos se esforzarían tanto en mantener su servicio de trenes de pasajeros.
A esta política neoliberal le hizo falta ver más allá del modelo de transporte estadounidense. La verdad es que está demostrado que viajar en tren es más barato y amigable, incluso con el medio ambiente, dice Torruco.
Por algo los franceses están orgullosos de su TGV (la marca utilizada por la compañía de ferrocarriles nacional francesa SNCF en las líneas de alta velocidad que opera en ese país).
China, por consiguiente, ha construido en los últimos 20 años más de 100 mil kilómetros de vías férreas, mientras que en el mismo periodo de tiempo, aquí en México, no hubo ni siquiera un avance en este sector.
La conclusión es que tener trenes de pasajeros podría reducir de forma muy sustancial el tráfico en la mayoría de las carreteras del país y contribuir al progreso.