¿Se acaba la 4T?
Ramón Zurita Sahagún lunes 21, Mar 2022De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los primeros visos de una terrible caída de la Cuarta Transformación están a la vista. Incapaces de derrumbarla los opositores a ella, surgen desde dentro del bloque los que dinamitan sus paredes y la muestran descarnada, por el lado de mayor fragilidad.
Si antes la llamada fuerza moral del Presidente López Obrador mantenía incólume la transformación que pregonan desde el gobierno federal, ahora la debilidad es palpable, mediante las mismas armas que llevaron al triunfo avasallador de Morena en 2018.
La honestidad y honorabilidad de los miembros promotores de la 4T empieza a quedar en entredicho una y otra vez y difundida por ellos mismos, ni siquiera sus opositores han hecho mayor cosa por sumarse a una campaña desprestigio.
Una y otra vez salen los altos mandos a mostrar la vulnerabilidad de ellos y sus compañeros de equipo, sin importar el proyecto que tanto defienden.
Era sabido que el entonces Consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer y la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, no eran los mejores amigos y que el propio Scherer torpedeaba la gestión de Olga, por lo que el Ejecutivo federal decidió cambiarlos a ambos.
También se sabía de la gran fuerza que tenía Scherer dentro del gobierno y de que hacía y deshacía a su antojo, sin freno alguno y de su grupo de leales colaboradores y a los amparaba con su fuerza, la que mostraba desde su sitio en Palacio Nacional o en su despacho de Virreyes. Por ahí pasaban todos aquellos que aspiraban a ser incorporados al equipo presidencial o a ser candidatos a cargos de elección popular.
Contrario a ello, la entonces secretaria de Gobernación mantenía un bajo perfil, no era considerada como pieza importante dentro del gobierno y hasta groseramente se le llegó a tachar de “florero” gubernamental.
Julio imponía su criterio en todos los aspectos y fue pieza importante para la elevación a Fiscal de Alejandro Gertz Manero.
Todo parecía marchar como una maquinaria bien aceitada, hasta que los intereses personales de unos y otros los hicieron destapar la gran cloaca en que están convirtiendo al actual gobierno.
Unos y otros, Julio Scherer, Alejandro Gertz Manero y Olga Sánchez Cordero, entraron al terreno de desnudar sus actuaciones desde las altas esferas del poder.
Gertz Manero fue el primero en ser exhibido, mediante unas intervenciones telefónicas, donde muestra su estilo abusivo prepotente e intolerante de ejercer el poder y usarlo en su beneficio.
Inició un litigio que tenía como eje a Scherer y ante la imposibilidad de llevarlo a juicio, recurrió a hacerlo con personajes cercanos al ex Consejero Jurídico.
Julio no se quedó de brazos cruzados y denunció el acoso y las malas artes de Gertz Manero y Sánchez Cordero, mediante una presunta conspiración, lo que detona aún más el escándalo que rodea a estos personajes principalísimos del gobierno lopezobradoristas.
No causa asombro que dentro del gabinete o en los principales cargos del gobierno federal surjan disputas internas entre las figuras principales, pero sí lo es que sean ellos mismos los que señalen las razones que llevan al diferendo entre ellos.
Se sabe en el pasado que algunas diferencias surgieron por las diversas ópticas para establecer programas o no estar de acuerdo con las políticas ya existentes, pero no que el usufructo del poder era para cuestiones personales.
Lo curioso de todos estos señalamientos es que los protagonistas manifiestan su gran amor a México y que siguen los principios rectores de la Cuarta Transformación, esa misma 4T que socavan y mantienen en un hilo, no solamente ellos sino todos aquellos que han sido exhibidos por sus abusos.
El triunfo de Andrés Manuel López Obrador lo propició un pueblo que se mostraba cansado de los abusos, la prepotencia y corrupción reinante en anteriores administraciones y ahora algo similar amaga con terminar de tajo con lo que apenas se venía construyendo.
En el pasado la intervención directa del Ejecutivo en turno acabó con esas diferencias en sus gobiernos, veamos que hace el Presidente con dos personajes fuera del ámbito del gobierno y uno más que se aferra al cargo.
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Las revelaciones (ciertas o falsas) de Julio Scherer Ibarra agriaron el festejo del Presidente por la inauguración de la nueva terminal aérea. Veremos cuál será su reacción.