Otra visita de Estados Unidos
Armando Ríos Ruiz miércoles 16, Mar 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
¿Hasta cuándo continuará tenso el hilo que se estira entre México y Estados Unidos y que sostiene las aparentes buenas relaciones entre los dos Estados? En cualquier momento podría romperse y con ello, descargarse un enorme caudal de desavenencias impuesto por nuestro país, por no acatar políticas de buena convivencia entre ambos, a fuerza de tratar de imponer conductas perjudiciales aquí, que tendrían una repercusión también desastrosa en el norte, por ser donde viven los vecinos inmediatos.
Las visitas repetidas de altos funcionarios de la Unión Americana a nuestro terruño se han convertido en una práctica constante que huele a inconformidad, debido a las repetidas violaciones a las prácticas más elementales, en cuanto a gobernar para el bien de un lugar se trata, que significaría unificar criterios con el resto del mundo, en busca del bienestar colectivo.
En reiteradas ocasiones, nuestro mandatario ha pretendido irse por la libre, sin tomar en cuenta el concierto mundial respecto a diversas políticas que tienden a establecer inmensas mejorías para los seres humanos, como el hecho de devolver al planeta un estatus lo más cercano posible a sus momentos de mayor fortaleza y salud.
El gobierno de Estados Unidos está visiblemente comprometido a lograr ese consenso establecido en París: regresar a la tierra a un calentamiento menor, que permita la vida en todas sus formas para que continúe con mayor fluidez. Para ello espera que también los países vecinos e inclusive los no tan vecinos, se sumen a este intento, que representa una gigantesca esperanza para quienes habitamos el tercer planeta de este sistema solar.
El enorme problema es que en México manda un hombre, cuya necedad no tiene límite y que intenta, un día sí y otro también, hacer lo que menos conviene a los mexicanos, como el hecho de insistir en una reforma energética perjudicial por regresiva, como el uso del carbón y el combustóleo, aunque esté demostrado hasta el mero tuétano lo perjudicial que resulta.
Hablamos de un solo problema. Pero por esa razón se dejaron venir muchos servidores públicos del país vecino, de quienes aquí se dijo que arribaron algo así como a pasear, a conocer nuestro suelo, a platicar con nuestro Presidente sobre temas sin importancia, sin trascendencia., A conocerlo porque es, para los arranques presuntuosos del alto funcionario, el mejor del mundo.
No hay rubro en México del que podamos presumir. La inseguridad está transportada a límites intolerantes. Desde los hechos en el terreno de los asesinatos, hasta las amenazas y toda clase de intimidaciones a los mexicanos en sus celulares. Esto, con la absoluta complacencia de nuestras autoridades, a quienes no les inquieta un ápice que asesinen diariamente por docenas, en velorios y en fiestas. En las calles y en lugares cerrados.
Ahora correspondió a Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Se publicó que vino a tratar temas como la migración, inversión en la frontera norte, Sembrando vida (¿o muerte?), y otros que no venían al caso, porque la investidura del visitante nada tiene que ver.
Pero también le presumieron la detención del líder del Cártel del Noreste, Juan Gerardo Treviño, “El Huevo”, que debe haber causado extrañeza y malestar, porque no se trata de un narcotraficante de la talla de otros que han impuesto su fuerza, su presencia en todo el territorio nacional y su estatura gigante, que rebasa cualquier clase de figura gubernamental.
El visitante debe haber pensado: “¿y el Chapito?”
Supuestamente hablaron también de migración, justicia y derechos humanos. De trabajos entre ambas naciones para promover la justicia y el respeto a los derechos humanos.
¡Claro que hay quien lo crea!