El imperio de la muerte
¬ Augusto Corro lunes 14, Mar 2022Punto por punto
Augusto Corro
En septiembre pasado, César Arturo Valencia Caballero tomó posesión como presidente municipal de Aguililla, Michoacán. Seis meses después dos impactos de bala en el pecho y uno más en el cuello terminaron con su vida.
Se trata del segundo alcalde michoacano ultimado a balazos en las últimas semanas. El otro, Enrique Velázquez Orozco, presidía el Ayuntamiento en Contepec.
Valencia Caballero era agricultor y ganadero independiente, tenía 49 años y era originario de Aguililla.
Cabe señalar que Nemesio Rubén Oseguera (a) El Mencho, el capo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), también nació en Aguililla.
En Michoacán se desató la guerra contra la delincuencia organizada desde el gobierno del presidente Felipe Calderón. El resultado fue de miles de personas asesinadas. Sin ninguna estrategia y con el narcotráfico en su apogeo, la citada entidad se convirtió en tierra de nadie.
En algunas regiones la población optó por dejar sus hogares para huir. Sexenio tras sexenio creció la espiral de violencia incontenible.
En el presente, los moradores michoacanos viven con la constante amenaza de perder la vida. En México, su epicentro de violencia se encuentra en Michoacán.
Principalmente, el año pasado, el municipio de Aguililla fue invadido por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que echó del municipio a sus adversarios, los miembros de Cárteles Unidos.
Por aquellos días se desató una cacería de la población en Aguililla, con asesinatos en las calles y casas quemadas.
Asumir una responsabilidad política se convirtió en un riesgo total. Así quedó demostrado con la muerte de los presidentes municipales.
Como señalamos, desde hace años se intensificó la lucha contra el narcotráfico sin resultados positivos. Aún no terminan con tal o cual cartel y ya está listo el que suplirá al expulsado.
Nombres de algunos cárteles; La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Los Viagra, la Nueva Familia Michoacana; más el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los daños a la economía michoacana son incalculables. La delincuencia organizada en las carreteras. Se aíslan pueblos y la población padece los estragos de las acciones criminales; pues hasta es privada de artículos alimenticios.
Se vive una situación de bloqueo al pueblo. En los últimos meses se redujo el número de habitantes en Aguililla, pues los moradores tuvieron que huir para salvar la vida.
La muerte del alcalde Valencia Caballero, del Partido Verde, se registró alrededor de las 16 horas, cuando viajaba en su camioneta a un costado de una cancha de futbol. El victimario fue un pistolero solitario.
Por otra parte, el principal asesor del alcalde de Aguililla, René Cervantes Gaytán, también fue asesinado a balazos.
Extraoficialmente, se informó que Cervantes Gaytán desapareció el jueves en la tarde, al mismo tiempo en que fue asesinado a balazos el presidente municipal, Valencia Caballero.
El cuerpo sin vida del asesor presentaba varios impactos de bala. Fue encontrado en una zona rural en la llamada región de Tierra Caliente.
Como se ve, la violencia no cede en Michoacán. La estrategia del gobierno federal no funciona. Es necesario que se revise la estrategia para combatir al narcotráfico.
Pese a la presencia del Ejército en la citada entidad en lo que va de marzo, se reportaron 87 asesinatos.
No es suficiente con mandar más elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército sin un plan inmediato para garantizar la paz y la seguridad de los ciudadanos.
Según las cifras, tras el asesinato de Valencia Caballero, munícipe de Aguililla, van 93 alcaldes y alcaldesas asesinados en México desde el año 2000; dieciséis de ellos, en el presente sexenio.
Los asesinatos contra presidentes municipales se incrementan en medio de los procesos electorales federales. Entre 2017 y 2018, un total de 22 alcaldes perdieron la vida en ataques.
¿Usted qué opina amable lector?