Diplomacia sin diplomáticos
¬ Luis Ángel García lunes 14, Mar 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Don José Pagés Llergo decía que “desde que el chocolate se hace sin cacao y los cigarros sin tabaco, el periodismo se hace sin periodistas”, ahora con el Presidente se puede agregar que la diplomacia se hace sin diplomáticos. En un, ese sí, panfleto signado por el Gobierno de México, tunde al Parlamento Europeo porque osó cuestionar al régimen por su inacción para dar protección a los comunicadores —seis informadores asesinados en sesenta días—; el Ejecutivo, seguido por sus rastreros legisladores, funcionarios abyectos y gobernadores sumisos, tildó a los parlamentarios europeos de “borregos”, desinformados e injerencistas.
Caló duro el resolutivo de los políticos del viejo continente y de inmediato se desgarraron las vestiduras los morenistas para secundar al inquilino de Palacio Nacional, que -como es su costumbre- rechazó de manera insolente, sin sensibilidad, la observación que hicieron por la desprotección del Estado a quienes cumplen con la función social de informar, en lugar de ocuparse por atender un problema de inseguridad que atenta contra la seguridad nacional.
Confesó el propio mandatario que la respuesta la hizo sobre las rodillas en un vuelo a Chiapas, sin consultar con el canciller el contenido del mensaje y guiado más por su irritación que por una estrategia congruente de política exterior. Abrió innecesariamente otro frente en su ya deteriorada imagen internacional. No es sólo la mala relación con España, las fricciones con Panamá, las bravuconadas con los gringos, aunque al final se doblegue y cumpla instrucciones -por cierto la Casa Blanca también está preocupada por las agresiones a periodistas mexicanos-, mantiene una errática y medrosa postura en la guerra Rusia-Ucrania, enarbolado en una bandera pacifista de no intervención para evitar apoyar con armas a los ucranianos, cuando México (Lázaro Cárdenas) alimentó con material bélico a España durante la guerra civil, Manuel Ávila Camacho envió al Escuadrón 201 a participar en la Segunda Guerra Mundial y José López Portillo dio dinero a los andinistas para que compraran armas en la revolución nicaragüense.
Los supuestos injerencistas, “que antes callaron”, se manifestaron durante la rebelión zapatista y ante la masacre de Aguas Blancas, en contra del asesinato de mujeres en México en 2007, así como en la escalada de violencia en 2010 y en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Más aún, esos “borregos” revisarán la situación de la democracia y los derechos humanos en México para ratificar el Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación de la Unión Europea y México de 1997, que se tendrá que actualizar y ratificar, entre otras instancias, por el Parlamento Europeo.
La estrategia pueblerina de la 4T no entiende de política exterior y su confrontación con varios países nos aísla de un mundo cada vez más globalizado. Cerramos nuestras fronteras y creemos que somos un país autárquico que no necesita de la interacción con otras naciones. El pueril argumento de que no somos tierra de conquista y no se permitirá nuevamente el saqueo de nuestras riquezas, nos pondrá en una situación similar a la que vive en estos momentos Rusia. Se oponen a la inversión norteamericana en energías limpias, desoyen los reclamos europeos de fortalecer la democracia y abandonar su antítesis que es el populismo, para que se respete la certidumbre jurídica, el Estado de Derecho y los derechos humanos y vamos contracorriente de las economías avanzadas. Veámonos en el espejo de los rusos y las consecuencias que sufren por las restricciones que el mundo les aplica. Su PIB tiene una pérdida, en tres semanas de conflicto bélico, de 300 mil millones de dólares, su escasez de circulante y el estrangulamiento de la economía. Las guerras ya no son sólo frentes de batalla, sino guerras comerciales que pasan por el tamiz de las relaciones exteriores. Que alguien le diga al Presidente “zapatero a tus zapatos” y que deje en manos de internacionalistas el manejo de la política exterior.