Protección Civil y Bomberos, héroes anónimos día a día: Lázaro Gutiérrez

• Desde el sismo del 85 cambió su vida

Manuel Muñiz

Ojalá la sociedad conozca algún día todas las actividades de un bombero, un oficial de Protección civil, dice el comandante Lázaro Juan Gutiérrez Ugalde.

Cuautitlán, Estado de México.— “Yo lo viví, fue aterrador, era un jovenzuelo cuando a las 7:17:47 de aquella fatídica mañana del jueves 19 de septiembre de 1985, el terremoto cambió mi vida; desde entonces mi sueño fue ser bombero. ¿Por qué bombero? Porque esos hombres se convirtieron en mis héroes, los vi entregarse en cuerpo y alma, luchando entre los escombros de edificios en busca de sobrevivientes, su único objetivo era salvar vidas”, señala el comandante Lázaro Juan Gutiérrez Ugalde.

“Conocidos como los multifamiliares de la unidad Nonoalco Tlatelolco, fueron a partir de los 60, símbolo de modernidad y elegancia, sin embargo, la fuerza de la naturaleza destruyó todo en tan sólo unos segundos:  La magnitud del sismo fue devastadora, 8.1 grados en la escala de Richter. No sé si hubo de pasar esa tragedia para que me conmoviera hasta las entrañas o quizá ya lo traía en la sangre, pero hoy estoy aquí sirviendo como bombero en Cuautitlán”.

“La estación de Bomberos y Protección Civil de Cuautitlán alberga una colección de fotografías que dan cuenta de la tragedia del 85, las gráficas capturaron el momento de aquellos que participaron en el rescate de cientos, de miles de personas atrapados entre los escombros,  pedían  auxilio, muchos héroes anónimos salían de entre los escombros y pasaban de víctimas a rescatistas, se sumaban a las labores de auxilio y ahí estaba yo”, dijo Lázaro Juan, quien cada vez que lo platica se le humedecen los ojos por aquel triste pero aleccionador recuerdo.

Mira el edificio Nuevo León y el Chihuahua en esas fotos y se le llenan sus ojos de lágrimas, su rostro, ya con las huellas del tiempo, se torna adusto, serio y ensimismado, aunque en realidad es gentil, amable y alegre; entonces suspira, vuelve al presente y asegura que su anhelo desde niño fue pertenecer al Heroico cuerpo de bomberos.

“Ojalá la sociedad conozca algún día todas las actividades de un bombero, un oficial de Protección civil”, dice emocionado Lázaro Juan Gutiérrez Ugalde, un ciudadano con vocación de servicio.

“Ahora mismo impartimos cursos de protección civil, primeros auxilios y salvamento a mas de 163 escuelas del municipio, la tarea es titánica, pero se que vale la pena”.

Señala el comandante Lázaro, que el alcalde Aldo Ledezma Reyna tiene un gran proyecto de equipamiento y capacitación para todo el personal, además de incrementar la plantilla laboral, pero, hoy por hoy, el bombero no se queja, el bombero está siempre y a toda hora para salvaguardar la vida y los bienes de la población y la diferencia entre la vida y la muerte está en la capacitación que el personal y la sociedad tenga sobre lo que es la prevención.