Las pifias del Presidente
Alberto Vieyra G. lunes 7, Mar 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Qué clase de Presidente de la República tenemos los mexicanos? ¿Hay seriedad en alguien que cobra como primer mandatario, pero que ignora la barbarie que está ocurriendo en el país, como fue el hecho del fusilamiento de 17 personas en San José de Gracia, Michoacán, donde los sicarios levantaron los cuerpos y lavaron la banqueta, pero los balazos quedaron en la pared que usaron como paredón? ¿Hay Presidente en México o para qué sirven las instituciones? ¿Por qué la Guardia Nacional, el Ejército y demás fuerzas castrenses siempre llegan echando bala cuando los ladrones ya están lejos de donde cometieron sus fechorías, como ocurrió en la vergonzosa masacre de Michoacán, cuyos fusilamientos no se veían en la nación azteca desde la Revolución Mexicana?
¿No le dará vergüenza a AMLO exhibirse ante todo México como un ignorante de la realidad nacional y lo peor es que muchos compatriotas siguen creyendo en su papelazo de simulación y engaño contra el pueblo de México? ¿Hasta cuándo el Presidente de la República dejará de hacerle a la partera, echándole la culpa a todo y a todos, sobre todo a los gobernantes del pasado y no encara a su responsabilidad de tomar al toro por los cuernos? ¿Es políticamente ético que siga en su papel de mentirosillo culpando de todos los males que vive el país a los conservadores, que, según él, son enemigos de su gobierno y del pueblo de México, a los gobernantes del pasado, a la política neoliberal, a los periodistas, críticos, a los medios de comunicación y a todos los fantasmas que nacen en su cabeza para sacarle al bulto?
Después de la barbarie de San José de Gracia, AMLO se dio a la tarea -algo que no le cuesta trabajo- de culpar a todo mundo de las desdichas y la mala suerte de la patria mexicana y al primero que se le fue encima sería a Felipe Calderón acusándolo de “cinicazo” por su guerra iniciada contra las mafias criminales durante su sexenio. A lo anterior, el ex Presidente Calderón le respondería con un mandarriazo a la yugular, diciendo que “lo realmente cínico es mandarles abrazos a esos asesinos”. Sí, AMLO se pone de a pechito. No acepta que es un ser humano falible y pareciera que él cree ciegamente en la tesis del mito de la perfección humana. No, mire usted, AMLO jamás acepta sus errores. Así son todos los gobiernos del diablo y es que satanás es el “padre de la mentira” y con más de 70 mil mentiras que AMLO ha echado a los mexicanos, rinde culto al maligno.
Por su lado, el gobierno de Michoacán, que encabeza otro inepto politicastro llamado Alfredo Ramírez Bedolla, también saldría a hacer el ridículo diciendo que estaba en ayunas de la barbarie que ocurrió en San José de Gracia a donde las fuerzas federales llegaron más de 4 horas después, lo cual nos da una liguera idea que la creciente militarización del país sirve pa’ maldita la cosa.
Ya ni mención merece el alcalde de esa población que parece estar pintado en mochila de indio, pero el hecho nos revela una vergonzosa realidad para el Estado mexicano que una de dos: O no sirve para nada, o las mafias y el Estado son lo mismo. Quizá ello explique también por qué la monumental impunidad que existe en México, donde tan sólo en lo que del régimen de los “abrazos y no balazos” han sido masacrados poco más de 114 mil compatriotas, los muertos de AMLO, cuyos fantasmas seguramente no lo dejarán dormir en paz, hasta sus últimos días.