Violencia contra niñas y niños, en ascenso
¬ Luis Ángel García viernes 25, Feb 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
“Una golondrina no hace verano”, reza el dicho popular y es muy cierto. Recién anunciaba el gobierno federal la disminución de varios delitos como la violencia familiar, cuando la organización World Vision México daba a conocer su informe sobre la situación de violencia contra niñas, niños y adolescentes en nuestro país, donde se revela que el 90 por ciento de los menores temen ser víctimas de violencia en su ámbito cercano como el hogar, la escuela y la calle. Hay un clima de inseguridad en distintos espacios para los menores de 18 años. El lugar donde más violencia experimentan es en el hogar, pero dicen las autoridades que ha descendido la incidencia. El 90 por ciento de los menores expresaron estar intranquilos todo el tiempo y en cualquier sitio.
Esa no es percepción sino realidad, como lo demuestra el estudio de World Vision al encuestar a casi nueve mil niños, niñas y adolescentes de 265 municipios en 21 estados. Ellos confirman que su hogar es donde están más inseguros y que hay deficiencias en las estructuras gubernamentales para darles tranquilidad. El 92.17 por ciento de los entrevistados solicitó ayuda telefónica para prevenir o protegerse de la violencia en su casa. El 911 recibió en unos cuantos meses más de dos millones de llamadas de auxilio por violencia familiar.
Después de la violencia intramuros, está el bullying, ya que el 93.32 por ciento de los participantes en el sondeo lo consideró una forma de violencia. El estudio concluye que el confinamiento social ha sido un detonante de la violencia y que ha provocado un grave problema de ansiedad entre los menores.
El 86 por ciento de la muestra consideró el trabajo infantil como una forma de violencia.
La pérdida de valores sociales ha provocado que los niños, niñas y adolescentes vean los gritos y otras agresiones verbales como parte de la educación que deben recibir, el 27 por ciento de la población consultada dice que esa no es violencia.
Es grave la violencia hacia los infantes, sobre todo la familiar y lo peor es que no hay un diagnóstico serio del problema, ya que no existe la gestión de datos que permita crear políticas públicas que atiendan al menor; esa falta de registros periódicos impide conocer, por ejemplo, a cuántos menores recluta en crimen organizado, y tampoco hay una estrategia para rescatar a esos niños ni programas de gobierno para disminuir el efecto de la violencia; sólo el 8 por ciento de los encuestados ubicó alguna acción de gobierno para disminuir el problema.
La peor parte de esa violencia es la muerte de menores. El año pasado hubo 317 feminicidios donde la víctima fue un menor y 4 mil 44 homicidios dolosos contra niñas, niños y adolescentes.
Si no hay políticas públicas para defender a los infantes, es entendible que tampoco haya programas de prevención de este delito y que los menores estén destinados al fracaso, por ello 3.6 millones de estos no asistan a la escuela.
Así que el gobierno festinó antes de tiempo, pero todavía tiene la oportunidad de rescatar a millones de niños mexicanos si estructura políticas públicas que tengan como eje el bienestar integral del menor y coadyuven a la recomposición del tejido social. Asimismo, debe contar con métricas exactas del violentómetro que sufren los niños e informarles de sus derechos y ante quién pueden acudir para denunciar sin que peligre su integridad.