López Obrador sigue echando a perder las relaciones internacionales de México
Adriana Moreno Cordero jueves 24, Feb 2022La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- El minsitro Arturo Zaldívar le hace el “caldo gordo” al presidente AMLO
Lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador, hubiera querido, es que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijera aquella frase que hizo famosa ni más ni menos que el propio inquilino de Palacio Nacional, esto es, “yo tengo otros datos”, pero no, muy lejos de hacerse realidad el anhelo del Ejecutivo, lo único que propició fue seguir complicando y descomponiendo las relaciones internacionales de México, así que vaya trabajo que tiene por delante el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que no sale de una cuando ya está en otra y en todas lo ha metido el Presidente.
La respuesta que obtuvo el tabasqueño fue que la preocupación de Blinken la reiteró la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, al tiempo que negó que el secretario de Estado estuviera mal informado, como lo advirtió el presidente mexicano
La vocera de la Casa Blanca, prácticamente dijo lo mismo que el secretario de Estado del vecino país del norte: “Hemos visto en los hechos las amenazas que se le hacen a los periodistas en México. Hemos visto las amenazas”.
Para variar, el que está en el error es López Obrador, que en vez de calificar a Estados Unidos de injerencista, porque con eso no descubre el hilo negro, debería reconocer que el poderoso país del norte se preocupa por lo que ocurre en su frontera sur; muchos dirían, en su traspatio, porque ese concepto es algo que el tabasqueño no ha podido quitar de la mente de los mexicanos, ni de la relación bilateral, por más que diga en algunos de sus gustadísimos “stand-up” mañaneros que México no es colonia y la célebre frase juarista de que el respeto al derecho ajeno es la paz. Los reclamos del inquilino de Palacio Nacional se quedan sólo en eso, en el discurso, al que ni caso le hacen en Estados Unidos.
En este beligerante contexto, bien vale la pena que alguien le pregunte al tabasqueño, por qué no dijo nada sobre los dichos del ex presidente norteamericano Donald Trump, en una entrevista de radio, en la que declaró que Estados Unidos podría imitar a Rusia en eso de enviar una fuerza de pacificación a la frontera sur.
Cuando era candidato a la Presidencia de la República, López Obrador, en una actitud abiertamente retadora, se cansó de enviar -según él- mensajes a Trump en los que decía, palabras más, palabras menos, que en cuanto llegara a la Presidencia de la República (y llegó) pondría en su lugar al ex presidente norteamericano.
Todo pasó, ya instalado en Palacio Nacional, el Presidente se dedicó a cumplir los deseos de su muy querido amigo al que, por cierto, apoyó para que llegara a la Casa Blanca y un ejemplo vivo de esta situación es que envió soldados a la frontera mexicana con Guatemala, convirtiéndolo en un “muro de carne y hueso”, del otro muro “grande y maravilloso”, el que quería construir Donald Trump, se hacía cargo él personalmente.
Lo que puede verse en esta situación es que el tabasqueño le sigue teniendo terror a Trump aunque ya no despacha desde la Casa Blanca.
Y en ese camino en el que esta errada y llamada Cuarta Transformación echa a perder la política internacional mexicana, la ex embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, opinó que en el mensaje de Blinken no hay mala fe, en todo caso, una legítima preocupación porque cada día se acumulan más y más evidencias de que el Estado mexicano está siendo incapaz de proteger a los periodistas y propuso que lo que se requiere es abrir un diálogo e informar no sólo a Estados Unidos, sino a los mexicanos e identificar dónde están los puntos frágiles en cada uno de los casos, es decir, de los expedientes de los periodistas asesinados.
Municiones
*** Qué pena que el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, se haya prestado para hacerle “el caldo gordo” a López Obrador que ya no sabe de dónde echar mano para tapar el escándalo de su hijo José Ramón López Beltrán. Al presentar su libro, 10 Años de Derechos, Biografía Jurisprudencial, quien encabeza la SCJN, acusó de haberse instrumentado una “operación de Estado”, cuando ocurrió la tragedia en la Guardería ABC, en el año 2009 que llegó hasta la Suprema Corte. Entonces fue víctima de duras presiones por parte del entonces presidente Felipe Calderón, para proteger a la familia de la entonces primera dama, Margarita Zavala. Efectivamente, el incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, fue uno de los capítulos más vergonzosos en el país, producto de que el sistema de guarderías subrogadas era, en resumidas cuentas, ineficiente e igualmente Calderón Hinojosa trató de tapar el escándalo; de ahí que prácticamente no hubo culpables y el polvo del paso del tiempo, lo fue dejando en el olvido.
*** Continuando con el tema, en ese entonces, el secretario de Gobernación era Fernando Gómez Mont y el presidente de la SCJN era Guillermo Ortiz Mayagoitia. El secretario Gómez Mont, tuvo una acre discusión con el ministro Zaldívar en la que el ex titular de la Segob le reclamó: “no te apoyamos para esto”, porque gracias a Calderón, Arturo Zaldívar había llegado a la Suprema Corte, a lo que el hoy presidente del máximo tribunal respondió: “Dile al presidente que no voy a llevar en mi conciencia la muerte de 49 niños”. Poco más de una década después, el asunto volvió a la escena y la hoy diputada Margarita Zavala hubo de soportar las rechiflas de parte de la bancada de Morena, que aprovecharon muy bien que el ministro-presidente de la SCJN, hubiera recordado que en Los Pinos se maltrató a los familiares de los niños fallecidos en el incendio de la Guardería ABC y nada hicieron por resolverlo.
*** Así las cosas, mientras la senadora Olga Sánchez Cordero evitó opinar sobre este tema y nerviosa, dijo estar de parte del ministro Arturo Zaldívar, por su parte, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal pidió que se presenten las pruebas de los los dichos del ministro Zaldívar y a nombre del Grupo Plural, Germán Martínez Cázares, se hizo como que no se enteró bien a bien del asunto, a lo que el presidente de la SCJN, respondió que en ese entonces, Martínez Cázares era panista, “él era parte de ese gobierno, a él le tocó… qué lástima que tenga amnesia”. Lo que llama poderosamente la atención, es que el ministro Arturo Zaldívar negó que hubiera recibido la más mínima presión por parte del presidente López Obrador, quien se supone que ha sido “sumamente respetuoso” del máximo Tribunal. ¿Será?, porque sigue corriendo el rumor del futuro político que podría tener el ministro Zaldívar, ¿acaso la FGR que todavía ocupa un desgastado Alejandro Gertz?