Bienvenida, la inversión privada
¬ Mauro Benites G. jueves 10, Feb 2022Municiones
Mauro Benites G.
El embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salazar, comentó ante los medios de comunicación que el Presidente tenía dentro de sus facultades hacer la propuesta de la contrarreforma eléctrica y llevarla al poder Legislativo para su revisión y modificación y, en su caso, aprobación; este comentario confirma que la oposición legislativa le quitará a esta propuesta el espíritu expropiatorio y la intentona del gobierno para convertir en un monopolio energético la electricidad, aunque se convoque a las figuras de los presidentes López Mateos y el general Lázaro Cárdenas del Río.
El presidente Cárdenas, al hacer la expropiación petrolera, invitó al capital privado para que invirtieran en México, pero la verdad es que en esta medida, que tomó por conveniencia nacional, no cruzada mesiánica, el petróleo es una maldición:
Donde aparece lo contamina todo, la atmósfera, la tierra, el agua, los hombres: surgen los vicios, se encarece la vida, aparecen lenones y tahúres, puesto que se trata de un combustible fósil que, cuando se inició su explotación, el mundo se condenó a lo que estamos viviendo: Una degradación de la vida, un desastre ecológico, el envenenamiento general de la Tierra.
Incluso, la extracción de billones de barriles de petróleo, verdaderos mares, tiene que haber provocado muchos cambios en la masa de rocas en que se sustenta nuestra existencia: sismos pavorosos por reacomodamiento.
Pero el petróleo no es el óleo santo con que se ungió el cuerpo de Cristo, Cristo quiere decir, exactamente, “ungido”, ni siquiera el óleo santo que consagraba a los reyes de Francia en Reims. El petróleo es una útil y peligrosa porquería y que el general Cárdenas, Presidente de México, lo haya expropiado, no cambia ni su naturaleza ni su horrible historia.
Cárdenas no fue el principal expropiador: Este papel lo jugó siempre quien fue su maestro y amigo, el general Francisco J. Múgica, autor de la Ley de Expropiación, pensando en el petróleo, pues ya desde que el general Cárdenas estuvo en tierra petrolera en Veracruz , su amigo y maestro lo aleccionó sobre el tema, le explicó todo y lo comprometió a trabajar en el sentido de que esa sí nacionalización, puesto que eran extranjeras las compañías que explotaban el llamado “oro negro”.
He aquí el recado que don Lázaro le mandó a Múgica días antes de dar a conocer la expropiación, para que elaborara un manifiesto al pueblo de México. “General Múgica: Un manifiesto que llegue al alma de todo el pueblo que le haga comprender el momento histórico que vive la Nación y la trascendencia del paso que se da en defensa de la dignidad del país.
Hacer historia, además, de los puntos que contiene el pliego que le dejo, de las consideraciones que el gobierno de la Revolución, no sólo el nuestro sino los anteriores ha guardado a las compañías petroleras a pesar de lo estatuido por la ley en materia de concesiones únicamente con el fin de no crear conflictos, pero que hoy que las mismas compañías lo plantean con su desobediencia al fallo del más alto Tribunal de México, el pueblo debe aceptar esta manifestación de rebeldía y proceder a intervenir la industria petrolera para hacer respetar la Ley.
Debemos expresar que el Estado, al hacer uso de la Ley de Expropiación es porque se ve obligado a ello, que los industriales del país sepan que el actual gobierno desea seguir contando con la cooperación del capital privado así sea nacional o extranjero. Atentamente, Lázaro Cárdenas. México, 10 de marzo de 1938”. Como verán amables lectores se evoca a la acción patriótica del general Cárdenas como un rechazo a la inversión del capital privado, pero eso es una mentira más del actual gobierno.